Un año más, tenemos nuestra ración de estrategia futbolera cortesía de
Sports Interactive, permitiéndonos dar rienda suelta al míster que todos
llevamos dentro a través de nuestro alter ego digital, tratando de ver
triunfar nuestros conceptos de este deporte.
La nueva entrega de Football Manager viene cargada de infinidad de opciones, como es habitual, y de algunas novedades, no todas ellas igual de positivas. Lo esencial, en todo caso, permanece casi intacto: la posibilidad de gestionar un equipo de fútbol a casi todos los niveles, con las complicaciones, quebraderos de cabeza, placeres y decepciones que ello conlleva.
Sea como sea, el buzón de entrada de nuestro correo electrónico será el menú básico de nuestra partida, pues a través de esta herramienta se nos informará de prácticamente todo lo importante que suceda en nuestro club y, gracias al habitual sistema de navegación por hipervínculos, podremos acceder a cada asunto que requiera nuestra atención en un solo clic desde el mensaje en cuestión. Por el contrario, cabe decir que la navegación manual sigue siendo muy confusa y nada intuitiva, pudiendo pasar un buen rato buscando alguna información sobre la que no nos ha llegado ningún aviso al correo (sin ir más lejos, consultar información sobre el estado de algunas competiciones puede costarnos un par de rodeos al principio).
Ausencia en las Licencias como la Liga Española
Respecto a los equipos ocurre algo parecido en cuanto al número, pero la decepción nos llega por la ausencia de algunas de las licencias más importantes del mundo del fútbol: los conjuntos de la liga española, la inglesa o la alemana han de conformarse con una fiel recreación de sus colores y nombres que los hacen reconocibles, pero que no son los originales (habitualmente veremos a los equipos nombrados sencillamente como la ciudad a la que representan). Esto puede echar para atrás a los más puristas, aunque lo cierto es que a efectos jugables se aprecia mucho más la cantidad de conjuntos disponibles que la ausencia de sus nombres reales, y es que todo este aluvión de componentes y detalles puede hacer que cada temporada nos lleve un tiempo más que considerable, siendo recomendable tomar todo con la calma necesaria si queremos disfrutar de la mejor experiencia de juego y comprobar la influencia de todas nuestras acciones: conversaciones con jugadores y prensa, análisis de rivales, configuración de tácticas y entrenamientos, y un largo etcétera de situaciones que cargan nuestro día a día como managers.
Gráficamente se puede apreciar un pequeño progreso, de modo que la tensión sigue siendo palpable por comprobar la plasmación del trabajo realizado antes de cada partido, pero es difícil meternos de lleno en el encuentro si atendemos únicamente a lo que nos entra por los ojos. A pesar de todo, algunos comportamientos, especialmente el de los porteros, sí han mejorado respecto a juegos anteriores de la saga.
8
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.