Mario Party: Star Rush
Mario Party: Star Rush
Han pasado muchos años desde que la saga Mario Party se estrenara en Nintendo 64 con una entrega que nos dejó horas y horas de diversión (y heridas en las manos) en esas tardes donde 4 amigos nos reuníamos para jugar y tratar de conseguir el mayor número de estrellas fastidiando al resto de rivales y con la suerte como nuestra principal aliada. Eran buenos tiempos para la saga Party, pero se terminaron hace mucho.
Mario Party: Star Rush se presentó en el pasado E3 de 2016 de manera discreta, dando la sensación de ser simplemente un relleno para el catálogo de la portátil de la gran N. Se trataba de la segunda entrega que llegaba a Nintendo 3DS tras Island Tour-quedando lejos de la calidad de las primeras entregas de la franquicia. ¿Consigue Star Rush dar un soplo de aire fresco a una franquicia que lleva mucho tiempo en decadencia? ¿Consigue divertir? ¿Tiene suficiente contenido? Son estas varias de las dudas que acechan ante la salida de este juego.
Empezaremos diciendo que Star Rush saca pecho para ser la entrega más ambiciosa para portátil –lo cual no es precisamente difícil- y ofreciendo la posibilidad de jugar con amigos teniendo un único cartucho mediante el modo “Mario Party guest”, que se puede bajar gratis en Nintendo E-Shop. Como viene siendo (mala) costumbre en las últimas entregas de la saga, el juego carece de multijugador on-line, con Nintendo empeñada en potenciar el juego local mientras los usuarios no podemos hacer otra cosa que no sea resignarnos y buscar a otros usuarios cercanos que tengan la consola y quieran jugar con nosotros, lo cual, dependiendo de la ubicación geográfica del usuario, no siempre es fácil.
Si bien la gracia y el punto fuerte de la saga siempre ha estado en su vertiente multijugador, Star Rush ofrece una serie de modos de juego –que se irán desbloqueando a medida que vayamos jugando y rellenando la barra de experiencia llamada “Nivel Mario Party” como si de un RPG se tratara- que puede disfrutar un único jugador. Una propuesta, eso sí, que tiene luces y sombras.
El primer modo que nos encontramos en el juego se llama “Toads a la aventura”, donde encarnaremos a uno de estos simpáticos habitantes del Reino Champiñón en su periplo para intentar recuperar las estrellas robadas por diferentes jefes – a los que deberemos vencer- a lo largo de diferentes fases con la ayuda de personajes como Mario o Yoshi, los cuales podremos reclutar en el momento en que pasemos justo a su lado durante la partida. Hay que decir que los combates contra estos jefes son “falsamente” cooperativos, ya que los diferentes jugadores deberán enfrentarse al mastodonte a la vez, pero sólo el que obtenga mayor puntuación se llevará las estrellas. Es un modo de juego rápido y dinámico, ideal para esas partidas cortas en el tren o el autobús, aunque la verdad es que hay poca variedad de jefes y luchar contra los mismos una y otra vez termina resultando muy pesado, a lo que se añade el hecho de que los “tableros” están poco inspirados.
Maratón Monetaria nos ha parecido el modo de juego más divertido y dinámico de todos, ya que consiste en realizar una carrera por un tablero y lograr dar un número de vueltas determinado al mismo tiempo que vamos ganando monedas en 3 minijuegos diferentes, los cuales van cambiando en cada partida y además tienen diferentes rondas. En cada una de ellas se aumenta el número de enemigos o la velocidad de la prueba. La guinda del pastel son los objetos que se pueden usar para fastidiar a los rivales, como si de Mario Kart se tratara, y además, si tenemos un amiibo y lo usamos en este modo de juego nos permitirá doblar todos los objetos que consigamos, dándonos una ventaja abusiva ante los demás jugadores.
Festival de globos es lo que vendría a ser el modo tradicional, donde los personajes deberán moverse por diferentes mapas recolectando monedas- ya sea recorriendo el escenario o venciendo en los diferentes minijuegos- para luego canjearlas por estrellas. El ganador de la partida se decide a la antigua usanza: quien tenga más estrellas gana. Suelen ser partidas algo largas, pero el juego da la opción de elegir el número de turnos (10, 20 o 30). A medida que juguemos, iremos desbloqueando diferentes mapas, los cuales pecan de ser demasiado simples y de diseño poco inspirado.
Dando la nota es un modo de juego en el que simularemos a una banda de música e interpretaremos diferentes temas famosos de la historia del fontanero. Nos ha sorprendido –para mal- la escasez de temas musicales que hay y que además, para desbloquear el décimo haya que pasar por caja y tener el amiibo de Dr.Mario. Para terminar, decir que aunque fallemos a la hora de interpretar la música con el instrumento, el tema de fondo seguirá sonando exactamente igual, dando una sensación de una simpleza preocupante. Un modo que podría haber dado mucho de sí, pero que se queda en nada. Mariogammon es un modo de juego que cunta con 2 equipos de 3 personajes. El objetivo es llegar a la parte contraria de la zona de juego antes de que lo haga el equipo rival. Un juego en el que todo se basa en un poco de estrategia y muchísima suerte a la hora de lanzar los dados, los cuales nos harán avanzar o retroceder. Dicho esto, es un modo bastante olvidable al que no dedicaremos más de dos o tres partidas debido a su monotonía.
Todavía quedan algunas modalidades más por repasa. Puzle numérico es un uno contra uno a tres rondas en donde deberemos alinear columnas de números escritos en los bloques que irán amontonándose en la pantalla y que deberemos evitar que lleguen a la cima como si de un Tetris se tratara. Es un juego muy frenético, ideal para piques rápidos multijugador. El último modo es la Torre de Neón y es exclusivo para un único jugador. Nuestro objetivo será escalar una enorme torre esquivando los calabrazos de los Sparkies, ya que si nos tocan, caeremos al vacio y se dará por terminada la partida (a no ser que tengamos un amiibo, en ese caso, la figura acudirá en nuestra ayuda y nos proporcionará una oportunidad de seguir escalando).
Los minijuegos de Mario Party: Star Rush alcanzan la cincuentena y se clasifican en 4 categorías: Batalla, Jefes, Acopio de monedas y La revancha de Bowser. Existen 26 diferentes en la categoría de batalla, presentando un surtido de pruebas de habilidad no demasiado exigentes pero lo suficientemente divertidas y variadas como para que el jugador tradicional quede satisfecho. Mención especial a algunos de los minijuegos de esta categoría, como pueden ser Carrera electrizante ;en donde los personajes deberán subir una cuesta a toda velocidad e ir saltando para esquivar a los enemigos en el momento justo, Viento en popa; cuyo objetivo es soplar mediante el micrófono de la consola para que nuestro barco de vela llegue a la meta el primero, Memoria Goomba; que, como su nombre indica pondrá nuestra memoria visual a prueba si queremos responder correctamente a las preguntas que nos formularán sobre los monstruos, posturas, acciones, etc que se mostrarán en pantalla. Si bien cuenta con minijuegos muy divertidos, hay otros como Gula Galletera o Media Baraja que consisten únicamente en pulsar un botón y no son lo que se dicen brillantes.
En el apartado de Jefes, nos encontraremos con minijuegos que, en muchos casos, podrían pasar por combates de la saga 3D de Mario, siendo en su mayoría brillantes, como puede ser sortear una serie de plataformas rotantes para lograr iluminar al Rey Boo, dar caña a Floro Piraña a base de caparazones Koopa, seguir el ritmo musical de un Mega Blooper, esquivar el hueso boomerang de Mega Huesitos, despachar a cañonazos al Rey Bob-omb o intercambiar una lluvia de misiles contra el mismísimo Bowser.
Acopio de monedas presenta 12 minijuegos pensados para ser jugados de manera individual y siendo tremendamente divertidos y viciantes en su mayoría como es el caso Carrera en hojapatín; en donde deberemos descender por un tobogán de madera en una hoja gigante mientras esquivamos pinchos y florugas cabreadas, La senda del martillo; cuya prueba consiste en avanzar bidimensionalmente a través de diferentes enemigos y acabar con ellos mediante unos sencillos quick time events, Tiro al Goomba, donde deberemos cargarnos a cañonazos a todo enemigo que se mueva, un pinball Koopa, una versión algo descafeinada del mítico minijuego Bumper Balls de la primera entrega de Nintendo 64, una prueba de pesca, etc. Otros, como Mosaicos giratorios, Producción en cadena o Clientela exigente nos han parecido más bien sosos y faltos de originalidad, dejándonos una sensación de relleno.
Finalmente, La revancha de Bowser presenta solamente tres minijuegos, en donde el objetivo es ser el último superviviente, esquivando embestidas, bolas de fuego, bom-ombs, etc.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.