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Ciencia y tecnología

JUGAR A 4K

Qué hardware necesita un PC para poner los juegos en 4K

Si tienes ganas de pasarte a la máxima resolución actual necesitarás un PC potente pero bien construido, un buen monitor y bastante dinero. Así es el PC ideal para juegos 4K.
Samsung Galaxy S9 y S9 Plus

Qué hardware necesita un PC para poner los juegos en 4K

2016 está considerado como el año de la Realidad Virtual, aunque también parece que es el de la asentación de las 4K, como los estrenos de las nuevas consolas de videojuegos Xbox One S y PlayStation 4 Neo parecen ratificar, ambas preparadas para reproducir contenido en video (que no jugable) a 4K si tenemos una pantalla compatible. Pero si lo que buscamos es directamente jugar a 4K, ahora mismo hay dos opciones: o esperamos al Project Scorpio de Microsoft que saldrá en 2017 (esa Xbox One hipervitaminada que podrá reproducir juegos en 4K), o nos vamos al mundo del PC, que con el equipo adecuado ya permite jugar a esas resoluciones.

Aunque tened en cuenta que el equipo adecuado es un equipo caro y que necesita estar bien montado, como el que nos sugiere la web Digitaltrends en esta guía que han montado y que explica lo que necesitas para pasarte al máximo de resolución actual (aunque las 8K ya están asomando).

Lo primero, el monitor

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No todo el dinero debe gastarse en una torre que pueda con el nuevo DOOM a máxima resolución o con los titanes de Titanfall 2, sino que el monitor en el que visualizar el contenido es una pieza esencial. Encontrar uno que corra a 60 herzios en cuanto a velocidad de refresco no es complicado, pero si el dinero no es un problema lo ideal son los monitores de 75Hz, aunque hablamos ya de pantallas realmente caras. El tamaño en sí también hay que cuidarlo, porque la máxima de ‘cuanto más grande mejor’ es relativa. Tened en cuenta que a partir de los 200 píxeles por pulgada el escritorio de Windows empieza a sufrir de problemas de escalado. Si nos hacemos con un monitor de 30 pulgadas, los PPI en resolución 4K serán de 146, pero si la pantalla es algo menor, de 24’’, entonces a 4K tendremos 184 PPI.

GPUs, la esencia

El monitor es el que nos mostrará el contenido en 4K, pero es la torre la que se encarga de la parte más complicada: la ejecución. Seguramente acabarás gastándote más en la tarjeta gráfica que en cualquier otro elemento para jugar a las 4K, y no descartes montar dos GPU en vez de una. Como nos dice Digitaltrends en su campo de pruebas, la RAM de video es la clave del juego en 4K, por lo que una tarjeta potente pero corta en RAM tendrá más problemas en el procesado que otra menos potente pero más equilibrada.

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En este apartado, la joya de la corona es la Nvidia GTX Titan X, una bestia absoluta con arquitectura Pascal y 12GB de memoria RAM que cuesta obviamente lo que sus especificaciones pueden alcanzar: 1.310 euros. Es una inversión gigantesca, pero con esta gráfica podremos manejar las 4K y la Realidad Virtual de Oculus y HTC Vive sin problemas. Aunque si lógicamente no tenemos ese dineral, la Nvidia GTX 1080 es una buena tarjeta para las 4K, de hecho se recomienda comprarla para esta resolución, ya que para algunos es excesiva si la usamos solamente para juegos Full HD o a 1440p. 8GB de RAM por unos 700€.

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Saltamos al territorio AMD si lo nuestro no son las Nvidia, pero a costa del rendimiento. La Radeon R9 Fury X es una tarjeta que ofrece buen rendimiento en 4K, pero a costa de mantenerse por debajo de los 60 fps según los tests. La Radeon RX 480 es una alternativa muy económica dentro de la gama AMD, por debajo de los 300€, y es capaz de manejar resoluciones 4K aunque a costa de mantenerse en los 30 frames o por debajo. En este apartado, la idea de montar una configuración GPU dual, usar dos gráficas para el procesado, es la única forma de jugar en 4K al máximo posible en según que títulos, pero tened en cuenta que en 2017 tanto AMD como Nvidia lanzarán nuevas tarjetas al mercado.

Conexiones - Puertos HDMI

Para disfrutar de juegos 4K a 60 frames, un puerto HDMI normal se nos queda corto, ya que pueden con las 4K pero como mucho a 30fps. Hace falta un HDMI 2.0 y una fuente compatible con ello, algo que hacen las tarjetas más recientes como la GTX Titan X y la mayoría del catálogo Nvidia de 2016, pero las últimas AMD Radeon no. ¿Cómo las conectamos entonces? Con la última versión de DisplayPort, una “interfaz digital estándar de dispositivos desarrollado por la Asociación de Estándares Electrónicos de Vídeo (VESA) que define un tipo de interconexión destinado principalmente para la transmisión de Vídeo entre una computadora y su monitor”.

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Con una de estas, la únicas que pueden manejar resolución 4K a 60hz con un soporte adecuado para tarjetas de video, y un cable DisplayPort 1.2 (ojo, los anteriores solamente pues manejar como resolución máxima 2560 x 1600), ya tenemos casi todo el equipo necesario. Sólo falta montar bien la torre para que no se creen “cuellos de botella“ en su rendimiento (placa base, disco duro de generoso espacio, un buen sistema de refrigeración) y listos para destripar demonios en DOOM a lo máximo que el juego ofrece, o prepararnos para la llegada de Titanfall 2 el mes próximo.