Por qué es un gran error compartir las fotos de tus hijos en Facebook
Todos tenemos amigos que no dejan de compartir las fotos de sus hijos en Facebook, de manera un poco inconsciente, como vamos a explicar a continuación.
Las redes sociales son un medio genial para compartir, sobre todo, lo que nos hace más feliz en la vida. Y para muchos son sus hijos, que de forma algo inconsciente, exponen en las redes sociales su intimidad incluso antes de que sean conscientes de que la tiene.
Los más preocupados por estos llegan a hacer un grupo privado para que sus familiares puedan ver las monerías de sus retoños, pero aún así, están equivocándose de medio a medio y deberían pensar, no sólo ya en las implicaciones en cuanto a privacidad, sino que esas personas cuando cumplan la mayoría de edad van a tener toda su vida expuesta públicamente sin que ellos hayan dado su permiso.
Es decir, no sólo pasarán la vergüenza cuando su madre saque el álbum del cajón, todo el mundo podrá ver como han crecido y lo que han hecho, lo que puede ser un condicionante en el futuro.
Los derechos que tiene Facebook sobre las fotos de tus hijos
Más allá de que al poner una foto que la pueda ver todo el mundo, el peligro ya es evidente, en las condiciones legales de uso de Facebook, que no las leemos pero que las firmamos y aceptamos al darnos de alta en la red social de Zuckerber, pese a que dicen que somos los propietarios de todo lo que se publica, indican que les otorgamos esta potestad:
Es más, incluso si lo borramos, nos advierten de esto:
"Cuando eliminas contenido de PI, este se borra de forma similar a cuando vacías la papelera de reciclaje de tu computadora. No obstante, entiendes que es posible que el contenido eliminado permanezca en copias de seguridad durante un plazo de tiempo razonable (si bien no estará disponible para terceros)."
También hay que recordar que a todo esto no se le aplica la legislación española o del país que sea, sino únicamente la de EE.UU. que es donde están los servidores y a donde hemos enviado todo lo que publiquemos en la red social.
Finalmente, hay que añadir que todos los usuarios nos convertimos, inmediatamente, en producto de Facebook para los anunciantes y aceptamos que usen nuestra foto de perfil, nuestro nombre y, aquí de nuevo está el problema, el contenido publicado (donde están las fotos de nuestros hijos) para sus campañas de publicidad o algoritmos de segmentación. La implicación es obligatoria y, evidentemente, no vamos a recibir ni un euro por ella, eso sí, nos llegará una publicidad dirigida a nuestro perfil de consumidor.
¿Cómo podemos controlar todo esto y mantener la propiedad de nuestras fotos? Fácil, crea tu propia web.
La forma que tiene Facebook de darnos algo de seguridad, y no del todo porque aunque no pueda compartir esas fotos de forma pública sí puede acceder a ellas y usarlas para sus algoritmos, por ejemplo, son los grupos privados. Del mismo modo, los ajustes de privacidad nos permiten limitar la gente que puede ver nuestros contenidos (Amigos, Amigos de Amigos, etc.). Pero volvemos a lo mismo, los tentáculos de Facebook están ahí, de una forma u otra.
La única solución 100% fiable es... no usar Facebook. Actualmente hay cientos de posibilidad para crear una web sencilla, por un coste que ronda los 40 / 60 euros al año, y en la que nosotros somos los propietarios absolutos del contenido que hay en la carpeta del servidor.
Es más, plataformas como Wordpress nos lo ponen fácil con plantillas preconfiguradas que podemos instalar y, además, podemos tomar otras protecciones para mantener la seguridad de que nadie puede tocar esas fotos.
La primera es tan sencilla como ponerle a la web un sistema de registro de usuarios y contraseñas. De nuevo, Wordpress tiene plug-ins que nos facilitan esto. Además, podemos hablar con Google para que no indexe nuestra web ni la muestre en sus búsquedas, así solo el que tenga la URL será capaz de entrar a ver las fotos de nuestros pequeños y las conservaremos tan privadas y seguras, como las que están en un álbum en la estantería.