Los coches inteligentes tendrán su propia autoescuela
Al igual que los humanos, los coches inteligentes tendrán su propia autoescuela. Este es el objetivo de la startup Drive.ai, dedicada a la investigación centrada en la inteligencia artificial. Aunque muchas empresas del sector automovilístico están apostando por esta campo, esta empresa de nueva creación que busca dar un paso adelante permitiendo a esta tecnología aprender por sí misma sin necesidad de software.
Los coches inteligentes tendrán su propia autoescuela. Y qué mejor aula que la propia realidad para poner en práctica lo aprendido, como un examen práctico. Es lo que propone Drive.ai, una empresa de reciente creación centrada en el área de la inteligencia artificial. El proyecto permitirá a los coches no tripulados la capacidad de aprender mientras navegan, aunque como es lógico dispondrán de unos parámetros que limiten sus capacidades y garantizar la seguridad de las personas que transporte.
Cuanto más conduces, más aprendes
Los conductores saben esto bien, pero las máquinas solo se centran los datos que un software les da para actuar ante ciertas situaciones. Sin embargo, Drive.ai está desarrollando un sistema que permita al coche aprender de cada situación y afrontar otras similares de la manera más eficiente, precisa y segura. Esto es lo que se conoce como deep-learning, que se equipara al proceso aprendizaje de los seres humanos pero aplicado a un robot.
Según afirma en una entrevista del medio Spectrum uno de los cofundadores, Sameep Tandon, “cuando desarrollas un coche de conducción autónoma lo más difícil es cómo afrontar los casos más extremos. Estos incluyen los causados por condiciones medioambientales como la lluvia o la nieve. Ahora nuestro equipo trabaja en establecer una serie de normas para actuar frente estas situaciones. Al final el deep–learning enseñará a la máquina no solo a reaccionar ante estas situaciones, si no a entender las situaciones y conducir de la manera más óptima”.
Comunicación HRI
En las últimas semanas hemos visto cómo varias empresas como Uber y Toyota trabajaban para crear un taxi de conducción autónoma, un proyecto que nuTonomy ya está poniendo en marcha en Singapur. De momento, en ambos casos sus ingenieros trabajan recopilando datos para ajustar la navegación del coche, pero Drive.ai quiere dar un giro de tuerca. Para que un coche no tripulado pase por la autoescuela es necesario, aparte de un profesor que enseñe, una buena comunicación.
A través de una pantalla, pasajero y máquina son capaces de interactuar para mejorar el servicio y la conducción. Es lo que se conoce como comunicación HRI o interacción entre humano y máquina en español. De este modo el coche no solo aprenderá lo que ve por las cámaras integradas, también lo hará de la experiencia y los comentarios del pasajero. Pero a la hora de aparcar ¿será necesario que la persona se baje para indicar al coche que ‘enderece’ para entrar en el hueco?.