Operación bikini: reduce el tamaño de tus archivos de imagen, vídeo y música sin pagar nada
La compresión es una herramienta perfecta para conseguir que los archivos multimedia ocupen menos espacio tanto en ordenadores como en dispositivos móviles. La reducción de calidad no es muy elevada.
La cantidad de archivos multimedia que se tienen almacenados es cada vez mayor. Música,imágenes y vídeo son ficheros cada vez más utilizados y, también, compartidos por los usuarios. Los tamaños de estos en ocasiones son mayores de los deseables y, por ello, cabe la posibilidad de que no se puedan utilizar en aplicaciones de mensajería o de correo. Pero hay herramientas que permiten solucionar esto.
Todas las que mostraremos tienen dos elementos comunes y que, a la vez, son importantes: son completamente gratuitas y, además, no necesitan descargarse a un ordenador para darles uso, ya que se son online y con el navegador de Internet que se tenga (ya sea Chrome, Firefox o Edge) se pueden ejecutar sin problema alguno siempre que se tenga conexión.
El caso es que todas las herramientas lo que hacen es comprimir los archivos en cuestión, reduciendo el tamaño que tienen de forma adecuada y sin que estos se estropeen (además, no sobrescriben fichero alguno, lo que siempre es importante). Eso sí, en los procesos que se realizan se pierde algo de calidad en el contenido multimedia, pero en la mayoría de los casos es inapreciable y merece mucho la pena dar uso a los desarrollos si se tiene en cuenta el espacio que se gana respecto a la pérdida producida.
Las herramientas elegidas
Para cubrir todas las necesidades que se tengan, hemos elegido opciones para cada uno de los contenidos multimedia habituales: música, videos e imágenes (fotos). De esta forma, siempre se encontrará lo que se necesita en todo momento si se tiene un ordenado a mano y conexión a Internet:
Esta es la herramienta que sirve para comprimir vídeos, ya que lo convierte en formato WebM de Google. Es capaz de reducir el “peso” del archivo hasta un 60% y de esta forma que no se tenga problemas al subir la grabación a una red social. La compatibilidad es algo reducida y la pérdida de calidad casi inapreciable -así como de la resolución-.
Este servicio permite comprimir un archivo que ya es comprimido, y que se ha convertido en casi un estándar en lo que se refiere a la música. Con muchas opciones de elección a la hora de establecer una reducción de tamaño, permite trabajar con ficheros de un máximo de 50 MB. Lo ideal es elegir 128 kbps, ya que la calidad de sonido es bastante buena y no se aprecian grandes pérdidas.
Esta opción es la que permite “estilizar” tus archivos de imagen que estén en formato JPEG, PNG o GIF. Con una interfaz muy sencilla, que incluso permite importar más de un fichero a la vez, tiene un detalle interesante: hay un deslizador superior que permite establecer el nivel de compresión que se aplica (cuanto mayor es este, más pérdida se produce). Sencillo y efectivo.