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Monster Hunter Generations

Monster Hunter Generations

  • Plataforma3DS9
  • GéneroAcción, RPG
  • DesarrolladorCapcom
  • Lanzamiento15/07/2016
  • TextoEspañol
  • VocesInglés

Análisis Monster Hunter Generations

Vuelven las cacerías de Monster Hunter con un título que introduce nuevas mecánicas en el sistema de combate, amplía a cuatro el número de aldeas y nos permite jugar como Gatador como principales novedades, todo ello siendo el título de la saga con una barrera de entrada más baja para el jugador novel.

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Hace doce años que Monster Hunter vio la luz en Japón en un mes de marzo. Vendió apenas 28000 unidades, que ya son muchas más de las que compraron los jugadores europeos cuando llegó aquí. Hubo de pasar un año para que sonara la campana y Capcom se diera cuenta de que la fórmula y las mecánicas que tenía entre manos eran robustas e interesantes, y que solo le hacía falta más libertad. Liberarla de los cables y de la televisión para llevarla a los sistemas portátiles, en este caso PSP, con Monster Hunter Freedom. Desde ese momento, se han vendido más de 30 millones de copias de las distintas entregas de la exitosa saga.

Después de este tiempo de perfeccionar la fórmula, de convertir la saga en un fenómeno en Japón y en un juego con muchos adeptos en Occidente y tras quejas y ceños fruncidos por la recurrente iteración de nuevas entregas, tocaba celebrar, aunque con algún año de retraso, la efeméride. Los diez años de Monster Hunter tenían que ser un homenaje a los que llevan curtiéndose mucho tiempo en el arte de cazar monstruos, recolectar recursos y crear armaduras, pero también un guiño atrayente a los interesados en la saga que aún no se han atrevido a poner un pie en este exigente pozo de horas. Y precisamente eso es Monster Hunter X o, como se ha acabado llamando por estos lares, Generations.

Es importante esa letra en el nombre original, “X”, y su pronunciación. Son viejos y nuevos elementos de la saga los que se combinan (cross) aquí. El productor del juego, Shintaro Kojima, decía que la cruz separa un todo en cuatro partes, y es exactamente lo que han hecho: cuatro aldeas, cuatro estilos de lucha y cuatro monstruos protagonistas. Junto al Gatador (gato + cazador; es tan maravilloso como suena) son el núcleo de novedades de este Monster Hunter.

Como las demás iteraciones de la franquicia, no supone un salto cualitativo, un antes y después en la saga. Esta va mejorando poco a poco, con cada nuevo añadido y con cada nueva resta. Pero antes de entrar en materia expliquemos, para los neófitos, ¿qué es Monster Hunter? Creas un cazador relativamente personalizable (piel oscura y pelo rosa siempre), eliges uno de los catorce tipos de armas (unas más parecidas a otras, algunas que cambian completamente el sistema de combate) y empiezas esta aventura que hereda mucho del sistema laboral japonés, con sus crunching constantes, su perseverancia y su esfuerzo interiorizado debidos al agobio que provoca una lista de tareas (ya sea la de misiones o la que el jugador se haga en la cabeza conforme va avanzando en el juego) inabarcable. Hasta que aprendes a jugar y a organizarte como jugador, a saber dónde y cómo conseguir los recursos para construirte la armadura que necesitas para derrotar al siguiente monstruo que abrirá una nueva lista de misiones más difíciles y a aceptar con gusto una rutina más propia de un entorno laboral que de una propuesta lúdica.

La puerta de entrada a este exigente pozo de horas se hace más sencilla para el jugador novel, aunque no deja de ser imponente la primera vez que este ha de hacer frente a los primeros grandes enemigos o al sistema de combate, que exige al jugador un timing preciso y la capacidad de leer y anticiparse a los naturales ataques y movimientos de unos monstruos que se comportan como si se trataran de animales salvajes reales, emitiendo sonidos para que acudan en su ayuda otros miembros de su especie, cojeando cuando herimos sus patas, huyendo a por comida tras un combate que lo ha dejado exhausto… Además, hay otro enemigo aún más duro con el que se deberá enfrentar el jugador. Los menús del juego siguen siendo tan incomprensibles y necesarios como siempre. Pasaremos horas y horas combinando unos objetos con otros, pasando trampas y bombas del baúl a la bolsa de cazador o simplemente leyendo estadísticas de las armas o qué necesitamos para construirlas, por lo hubiera sido de recibo que hicieran estos menús más legibles y vistosos y con menos apariencia de una declaración de la Renta.

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Pero como decíamos, Generations es la entrega de la saga que más hace por la adaptación del nuevo jugador. En la lista de misiones encontramos un buen puñado de estas explicando las mecánicas básicas de Monster Hunter, el uso de los 14 tipos de armas y los cuatro tipos de técnicas de cazador y otros consejos. A esto se suma el adorable Gatador, figura gracias a la cual por primera vez podremos controlar a uno de los gaticos que tradicionalmente nos acompañan como apoyo en la saga y que tiene ciertas habilidades, como el poder correr infinitamente, las vidas que podemos consumir para no volver a la base en cuanto morimos o la posibilidad de pasar desapercibido mientras observamos la situación, lo que ayuda a afrontar las misiones de manera más relajada, evitando que la primera impresión del jugador al ver un Rathalos corriendo hacia él no sea hacérselo encima.

Tanto el nuevo jugador como el que ya tiene callos en los pulgares por jugar a Monster Hunter tendrán más posibilidades que nunca al enfrentarse a los monstruos gracias a las técnicas de cazador. Se trata de cuatro estilos de combate para cada una de las catorces armas. El estilo del gremio es el acercamiento más similar a las anteriores entregas; ariete te permite equipar tres técnicas de cazador y tiene controles más simples; el estilo aéreo nos dota de habilidades para poder saltar más fácilmente encima de los enemigos y Sombra introduce mecánicas del hack’n slash, como el esquivar en el momento justo para poder hacer un contraataque muy potente.

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Esto tiene gran relevancia en el componente que sustenta el esfuerzo que hay que dedicarle a Monster Hunter: el multijugador online o local, donde tenemos que compenetrarnos con los demás jugadores para establecer sinergias que nos permitan acabar de forma más eficaz con los monstruos aún más poderosos que enfrentaremos junto a amigos o gente del internet. Pero si la saga triunfó no fue por su modo online, sino por el local, por el boca a boca y por la capacidad de crear comunidad que tiene el juego. De hecho, la distribuidora del juego en Europa, Nintendo, se ha dado cuenta de la fuerza que tiene el juego entre los distintos gremios de cazadores y ha centrado su campaña publicitaria en ello. Son comunidades que conocen el juego al dedillo, y que acogen entre sus brazos tanto al jugador experto que quiere conocer gente con la que afrontar grandes reto o participar en los diferentes campeonatos que se realizan en España como a los jugadores noveles que aún no saben cómo craftear una Esfera armadura. 

Otro cambio relevante respecto a Monster Hunter 4 Ultimate, sobre todo para los poseedores de una Nintendo 3DS XL, es en el apartado gráfico. A pesar de que la primera entrega que llegó a la portátil de Nintendo, MH3 Ultimate, se veía espectacular, el juego del año pasado tenía unas texturas con una resolución muy baja que convertían montones de hojas en manchas marrones y que, en resumen, hacían que el juego se viera feo. Aquí se ha vuelto al verdor, a los paisajes nevados, a las vistas espectaculares y a los colores llamativos para presentar un mundo realmente bonito y por el que da gusto cazar y recolectar recursos junto a una banda sonora que, cuando hace su aparición, aumenta la épica del juego en muchos puntos.

9

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.