The Witcher 3: Wild Hunt - Blood and Wine
- PlataformaPS49.5PC9.5XBO
- GéneroRPG, Aventura
- DesarrolladorCD Projekt RED
- Lanzamiento31/05/2016
- TextoEspañol
- VocesInglés
Análisis de The Witcher III: Blood & Wine
Geralt se va por la puerta grande con una expansión que no hace más que coronar el maravilloso viaje de The Witcher en los videojuegos.
Toussaint, tierra de amor y vino
El gran protagonista de la expansión es, sin lugar a dudas, esta nueva tierra que se abre ante nuestro “Sardinilla”. Ya pudimos ver un atisbo cuando acudimos hace unas semanas a Varsovia para jugar las primeras horas, pero es ahora, cuando ya hemos recorrido tranquilamente sus rincones, cuando podemos rendirnos definitivamente al trabajo creativo realizado en esta región. Como los veteranos de la saga literaria saben bien, Toussaint es un pequeño condado conocido por sus vinos y sus férreas tradiciones, catalogado por muchos como un país de cuento de hadas. Es completamente distinto a cualquier cosa que hayamos visto anteriormente en Wild Hunt, ofreciendo una belleza visual evidente y explosiva, salpicada de colores saturados, flores, campiñas de ensueño y bellos palacios adornando el horizonte.
Cambios Jugables
Siendo una expansión, no hay cambios radicales en lo jugable, aunque sí algunos retoques para mantener el interés en la progresión de Geralt y, especialmente, para aderezar la experiencia a los que quieren llegar a los extremos jugables de dificultad. La gran novedad está en un sistema de mutaciones avanzando que podremos desbloquear una vez completada una misión. Una vez abierto, nos permitirá invertir puntos de habilidad y mutágenos en un sistema pensado para mejorar nuestro combate, magia o nuestra propia sangre. Cada ruta nos permite avanzar en una de esas tres direcciones y acceder a habilidades únicas como daño crítico con Signos, sangre tóxica que daña al enemigo por cada golpe que recibimos, o la habilidad de convertir cada golpe final cuerpo a cuerpo en un movimiento especial de desmembramiento. Junto con la subida de nivel permitido del modo “+” y ciertos ajustes, nos encontramos a todos los efectos con la revisión final de lo que ha sido el desarrollo de personaje y combate en The Witcher III.
Más variedad de encuentros
Al igual que pasaba en Heart of Stone, una de las ventajas de trabajar en una expansión es la de tener un plazo más cómodo, así como un juego más concentrado. Para terminar The Wild Hunt, CD Projekt tuvo que apretar durante bastantes meses, tratando de llenar el enorme juego que habían creado. Eso y su naturaleza abierta hizo que no tuviera la variedad de luchas especiales que hubiera sido deseable. Pero con las expansiones, los diseñadores de encuentros han tenido más tiempo para crear más variedad de situaciones, generando un ritmo más intenso y momentos más interesantes en general. Regresan viejos conocidos del bestiario, pero también nuevas incorporaciones, así como varios encuentros especiales con rutinas de combate diferentes que ponen a prueba nuestra habilidad manejando los amplios recursos del brujo.
Esos pequeños detalles
Blood & Wine viene con toda una serie de novedades que no son fundamentales pero ponen color al conjunto. Por supuesto, tendremos nuevas armas, armaduras e incluso sillas de montar para Sardinilla con las que aumentar nuestra ya amplia colección, pero además de lo obvio hay algunos detalles bastante curioso. Uno de ellos es un hogar propio, por primera vez en la serie -más allá de Kaer Morhen-, una preciosa pero algo destartalada casa con viñedos y olivos a su alrededor en donde podremos acudir siempre que queramos a descansar o dejar nuestras posesiones. Lo interesante es que podremos reformarla, equiparla con nuevas instalaciones y convertirla en un auténtico palacete, con detalles como mostradores para nuestras armas y armaduras favoritas (que ya no usamos). La posibilidad de personalización es escasa ya que los cambios están predefinidos, y en el fondo no es más que una forma de que los jugadores hagan algo con ese dinero acumulado que ya no gastan, pero tiene su gracia y guarda algunos buenos momentos.
Una historia de luz y oscuridad
Huelga decirlo, pero la historia está a la altura de lo esperado, con personajes carismáticos, giros inesperados y la profundidad en los diálogos a la que estamos acostumbrados. Algunas de las conversaciones son un auténtico tesoro, con frases redondas y esa madurez que siempre ha impresionado de esta saga. Y podríamos hablar de mucho más, del final por ejemplo, brillante. Pero obviamente no vamos a hacerlo porque cualquier cosa que digamos está de más y no queremos robaros ni una milésima parte de lo que es disfrutar de esta trama en todo su esplendor. Además de la historia principal, también encontraremos ese buen hacer en las misiones secundarias disponibles: largas, elaboradas y capaces de ofrecernos perspectivas diferentes de Toussaint y sus habitantes. Es difícil cuantificarlo todo en horas, ya que como siempre eso depende del jugador (y su afición al Gwent), pero las 30 horas que comentan desde el estudio parecen razonables siempre y cuando uno no se lance sólo a la historia principal. Es una expansión con mucho más entretenimiento que Heart of Stone por el mero hecho de tener un amplio territorio que explorar amplía enormemente el abanico de horas que se le puede echar.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.