Valkyria Chronicles Remastered
Análisis Valkyria Chronicles para PS4
Uno de los grandes sleepers que dejó el extenso catálogo de Playstation 3 vuelve a primera línea de actualidad. Valkyria Chronicles da el salto ocho años después a Playstation 4 con todos los DLC y un port óptimo.
Nota: este análisis es una adaptación del que ya hicimos en PC debido a las similitudes y a que la base jugable es la misma.
Han pasado ocho años desde que Valkyria Chronicles se estrenara en exclusiva para Playstation 3. Por el camino, algunos contenidos descargables y secuelas portátiles –algunas ni han llegado a nuestro territorio- que aprovecharon el buen sabor de boca que dejó la primera entrega de este juego de rol y estrategia de SEGA. Ahora llega a PS4 tras hacerlo en Steam durante 2014 con un port que permite a los usuarios de la nueva consola de Sony probar las bondades del que es, sin lugar a dudas, uno de los grandes sleepers que nos deja la anterior generación de consolas. Un título especial capaz de atrapar a todos los usuarios que se han hecho con él y convencerlos de la joya que tienen entre manos aunque se trate de un género nicho alejado de los tipos de juegos que triunfan hoy en día.
La trama que se desarrolla alrededor de los personajes, todos únicos y exclusivos, la relación entre ellos, la presencia de los valkirias (raza de la que solo hay una representante con vida) o la personalidad que muestran no solo con su diseño sino también en carácter juegan un papel importante en la narrativa del título. El título se cuenta como si fuera un libro, pasando por capítulos: algunos son escenas con diálogos y cinemáticas, otros son batallas, lo que jugaremos nosotros. El tono general, sin exceso de épica o elementos marcadamente japoneses –aunque hay toques fantásticos- ayuda a que nos sintamos dentro de una guerra mundial con protagonistas corrientes que necesitarán hacer cosas extraordinarias. La gestión del equipo que Welkin tendrá que liderar, el equilibrio de nuestros escuadrones según cada misión y el miedo a perder a alguien importante en combate serán una constante para un juego muy ágil, dinámico y sencillo de controlar.
Cuando empieza una misión se desplega el mapa en el que transcurre la acción. Y los condicionantes (tener que llegar a un punto que está al otro lado, acabar con un comandante concreto, limpiar la zona de enemigos). Tenemos por un lado los puntos de comandante, que son nuestros turnos. Con cada punto podemos elegir una de nuestras unidades y pasamos al campo de batalla, donde pasamos a la acción con los puntos de acción. Escogemos por ejemplo a Welkin y ya en el terreno, decidimos qué hacer con él. Podemos moverlo libremente por el escenario hasta que una barra de movimiento llegue a cero.
Nos acercamos a un enemigo y pasamos a las acciones: disparar, usar granadas, etc. Cuando estamos en el momento de apuntar veremos estadísticas del daño que haremos según el enemigo (su armadura, si en lugar de infantería es un tanque) o nuestro arsenal; También podemos ajustar nuestro daño apuntando bien. Ejemplo: si apuntamos con disparos en la cabeza, podemos eliminar antes a los enemigos. Un soldado que necesita cinco balazos para morir, con dos de headshot es suficiente. Durante estos turnos es vital también buscar cobertura ya sea detrás de sacos agachándonos o tumbados en el suelo, ya que aunque cuando los personajes tienen a tiro un rival se lían a disparos, si los dejamos expuestos morirán en los turnos del ejército contrario. Cuando acabamos con nuestros puntos de comando (podemos usar más de uno en un mismo personaje si lo deseamos) empieza el turno de los enemigos.
Las batallas son tremendamente ágiles porque todo lo gestionamos en tiempo real (solo no nos disparan los enemigos cuando apuntamos) y tenemos que calcular más cosas que movernos y atacar, como el hecho de buscar coberturas. Además, la sensación de libertad está presente ya que no estamos ante un clásico SRPG en el que nos movemos por casillas. Aquí entra la complejidad y profundidad de cada personaje: todos tienen sus particularidades, tanto en forma de fortaleza y debilidades como en maneras de afrontar la batalla (algunos son lobos solitarios y no rinden con otros del equipo a su lado). Tener estas consideraciones en cuenta es importante como lo es gestionar las cinco clases disponibles: los exploradores, las tropas de asalto, los encargados de los tanques enemigos, los mecánicos (reparan vehículos) y los francotiradores. El juego cuenta con un sistema de enfrentamientos en los que unas clases tendrán ventaja sobre otras y viceversa, por lo que todo se tiene que plantear al milímetro.
La estrategia a seguir en cada batalla es distinta por las particularidades del terreno, las tropas y unidades enemigas y el equipo que diseñamos para cada episodio. La curva de dificultad es acertada y creciente, y no te das cuenta que estás gestionando un montón de parámetros de manera sencilla una vez avanzadas las primeras horas. Explorar con aquellos que pueden llegar lejos y esconderse, preparar los asaltos por sorpresa a los tanques enemigos, rescatar a los compañeros caídos en combate, saber usar el mapa a nuestro favor (colocar francotiradores en zonas propicias), usar con cabeza las diversas herramientas ofensivas… la gran variedad de situaciones a la que nos enfrentamos hacen que el juego no decaiga en ningún momento, aunque es cierto que fracasar en alguna de las misiones más largas puede ser un contratiempo por el tiempo invertido que hemos acabado perdiendo.
Además, el juego permite mejorar y conseguir nuevas habilidades y equipamiento a base de triunfar en las misiones. El progreso del jugador es evidente y va de la mano con la creciente dificultad de los capítulos más avanzados. Las mejoras van por clases y tipos de armas, siendo algo bastante simplificado aunque los tanques que es tremendamente accesible. Pensado sobre todo para los que no son especialistas en el género y no quieren complicarse en exceso la vida.
La versión PS4, como ya pasó en Steam, llega con todos los contenidos descargables que se publicaron posteriores al lanzamiento del juego. Eso significa la presencia del Hard EX Mode, que da una dificultad mayor todavía a las misiones de escaramuza del título, Challenge of the Edy detachment, que son seis nuevas misiones de desafíos y dos capítulos paralelos a la historia principal protagonizados por Edy y Selveria. El segundo seguramente es el más interesante por lo atractivo de este misterioso personaje que podemos controlar en este DLC. Esto, junto a la campaña principal y las misiones secundarias que podemos desbloquear dan como resultado un contenido para entretener durante decenas de horas. Esto sin contar que nos puntuarán nuestras misiones y más de una vez y de otra la repetiremos para ganar mejores rangos haciéndolas de manera más eficiente.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.