Day of the Tentacle Remastered
- PlataformaPSV9PS49PC9
- GéneroAventura gráfica
- DesarrolladorDouble Fine Productions
- Lanzamiento22/03/2016
- TextoEspañol
- VocesInglés
Análisis de Day of the Tentacle Remastered
Double Fine Productions recupera uno de los pilares de las aventura gráficas con Day of the Tentacle Remastered, ahora para PC, PlayStation 4 y PlayStation Vita. Todos los detalles en nuestro análisis.
Para muchos, la mejor aventura gráfica de la historia, un título que marcó un antes y un después en el género allá por 1993 a manos de uno de los estudios que más tenía que decir en esto del point-and-click, LucasArts. Ahora, tras más de dos décadas y bajo la tutela de Double Fine Productions con el genial Tim Schafer al frente, llega a PC, PlayStation 4 y PlayStation Vita la versión remasterizada de Day of the Tentacle, secuela espiritual del no menos brillante Maniac Mansion. Y en contra de lo que podría parecer no estamos ante un refrito más, puesto que sigue el camino de otro excelente port de la casa, Grim Fandango. Esto se traduce en gráficos redibujados en alta definición, obligada adaptación al pad de control en lo referente a su jugabilidad y todo el humor y el carisma que tan grande lo hicieron en los años noventa. Profundicemos en uno de los títulos más recordados de la época dorada de las aventuras gráficas, un clásico entre clásicos.
Precisamente este es uno de los puntos fuertes de este regreso tan sonado, la posibilidad de que aquellos que jugamos al original en nuestra infancia podamos volver a la mansión del Dr. Fred con todo el potencial de hoy en día −el redibujado en 2D es exquisito−, eso sí, respetando la esencia de la obra original en todos y cada uno de sus aspectos. Para ello se recurre a un interfaz SCUMM actualizado, es decir, podemos recoger todo tipo de objetos, usarlos, combinarlos, etc. mediante un sistema de iconos contextuales que, si bien en un principio puede resultar poco intuitivo, terminaremos por sentirnos totalmente cómodos pad en mano. Además, se han reducido las acciones para cada objeto con el fin de agilizar la jugabilidad, además de permitir una navegación más ágil por el inventario con los sticks. En PC también se obtiene mejores resultados con un sistema que pedía a gritos una puesta al día; aunque aquellos que prefieran el interfaz antiguo podrán cambiar entre la versión moderna y la clásica en cualquier momento, todo un detalle para los más puristas, eso sí, con píxeles como puños.
Opcionalmente también podemos resaltar los objetos clave de cada escenario para facilitar la navegación con el pad −y rebajar algo su dificultad, todo sea dicho−, un detalle que puede disgustar a los jugadores más experimentados pero que, sin duda, enriquece la experiencia. Y es que para aquellos que no disfrutaron del título en su momento, hay que aclarar que Day of the Tentacle no destaca por ser un título especialmente complicado, con la mayoría de puzles de lógica resolución a excepción de algún que otro rompecabezas especialmente enrevesado. Ello nos llevara a completar la aventura en unas 4 o 5 horas, dependiendo de nuestra destreza; aunque debido a su genial ambientación, vale la pena disfrutar de una segunda pasada con los comentarios de Tim Schafer para así descubrir mil y un detalles que en su día se nos pasaron.
Y es que a nivel de extras viene bien servido, con numerosos bocetos y diseños originales que se irán desbloqueando a medida que avancemos en su ocurrente y disparatada trama. Por otro lado, y ya profundizando en su excelente lavado de cara, se han redibujado por completo los gráficos originales con un resultado fantástico, ofreciendo un aspecto de auténtica obra de animación, así como su peculiar banda sonora, remasterizada para la ocasión. Eso sí, las voces se mantienen en perfecto inglés aunque contamos con los subtítulos localizados a nuestro idioma en su formato original.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.