La primera expansión de Fallout 4 ya está aquí, demostrando ser un poco más de lo que originalmente parecía que iba a ser (un editor de robots), aunque no mucho más. Todo comienza de forma explosiva, con una señal de radio pidiendo ayuda ante el ataque de unos robots desconocidos, que nos guiará hasta un punto repleto de robots diferentes a los habituales atacando a los integrantes de una caravana. Concebida como una misión para personajes de nivel 15 o superior, el rescatar a los atacados abrirá una nueva línea argumental que nos pondrá frente la figura de El Maquinista y un ejército de robots de formas nunca vistas en el juego que tratarán de ponernos las cosas difíciles.
Es agradable que Bethesda se haya preocupado de introducir nuevo contenido como forma de encajar y dar sentido al editor de robots propuesto, que no deja de ser la razón de ser de esta expansión. En el anuncio original de los primeros contenidos descargables incluidos en el Season Pass se daba a entender que esto sería más una expansión de nuestras posibilidades en el juego -al estilo del editor expandido de asentamientos que se incluirá en el Wasteland Workshop, el siguiente DLC-, pero no que iba a tener un contenido narrativo como tal y zonas en el mapa en donde vivir nuevas aventuras, pero el último tráiler nos confirmó este extremo y ahora podemos ver qué nos ha preparado el estudio para alargar nuestra estancia en esta tierra post-apocalíptica.
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Básicamente, lo que encontramos es una misión de unas dos a tres horas de duración -más o menos, siempre es complicado evaluar estas cosas teniendo en cuenta todos los tipos de jugadores que hay-. Con algunas estructuras nuevas que explorar y repletas de enemigos, más nuevas unidades robóticas que pueden aparecer en el Yermo, esta aventura nos explicará de dónde sale esta nueva amenaza, cuáles son sus motivaciones y de donde les viene su sentido de “orden y justicia”, el supuesto propósito de su existencia, aunque en la práctica ataquen indiscriminadamente a cualquiera que se cruce en su camino. Será a través de citas y documentos como sabremos más de esta nueva fuerza en el Yermo y la historia de su creación, un relato que guarda más de una sorpresa en su interior. Una vez iniciado nuestro camino e incorporado a una nueva “compañera” a nuestro séquito particular, tendremos inmediatamente el principal añadido de Robotron, una mesa de construcción de robots para nuestro asentamiento, que nos permitirá recolectar piezas de toda índole para crear o modificar una máquina compañera con la que aniquilar a cualquier enemigo que se ponga por delante. Los comienzos serán algo sosos, con pocas piezas a nuestra disposición para empezar a crear nuestra arma de guerra perfecta, pero a medida que avancemos y vayamos encontrando más máquinas que desguazar, empezaremos a tener el material adecuado para transformar hasta el más modesto robot en una auténtica mole metálica.
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Las posibilidades de añadir e intercambiar piezas son bastante completas, y lo mejor es que no sólo podemos crear nuestra máquina y darle ”vida”, también podemos modificar a nuestros propios compañeros robóticos. Y sí, eso significa que podemos seleccionar al bueno de Codsworth y convertirlo en todo un robot asesino capaz de llenar de miedo el corazón de nuestros enemigos. Ver al placentero robot doméstico convertido en un mini-tanque con adornos en forma de calaveras es todo un espectáculo, aunque también podemos llevar nuestra creatividad a nuevas cotas y tratar de superar grandes éxitos de Internet como el afamado “Sexy Codsworth ” que se ha popularizado a través de redes sociales. Ciertamente, el editor es la razón de ser de Automatron y es una incorporación que se agradece y se integra de forma natural dentro del juego, hasta el punto de que nos planteamos si no debería haber estado ahí desde el principio. Como novedad, es una pieza demasiado pequeña del conjunto como para justificar el precio individual de 10 Euros -si, por ejemplo no eres muy fan de llevar compañeros en el juego, es poco menos que irrelevante-. Los cambios del segundo DLC planeado son más relevantes y necesarios -e incluso así, no todo el mundo está interesado en los asentamientos como para estar deseando una expansión de esta materia-. Si sumamos la corta misión incorporada, y algunas piezas más de inventario disponibles, no nos llega para considerar que este DLC sea la clase de contenido que todo jugador de Fallout 4 vaya a disfrutar. Es más un entretenido pasatiempo que algo que “expanda” nuestra experiencia de juego.