Fat Princess Adventures

Fat Princess logró cierta popularidad hace ya seis años en PlayStatoin 3 gracias a su explosiva mezcla de humor, acción y ciertos toques RPG y tower defense en un divertidísimo modo multijugador para hasta 32 jugadores; poco después llegaría una versión para PlayStation Portable ideal para partidas rápidas con Fistful of Cake. Ahora, y tras la celebración de la reciente PlayStation Experience, llega a la Store de PlayStation 4 una nueva entrega de tan dulce franquicia, eso sí, con cambio de género incluido. Así, Fat Princess Adventures centra su desarrollo en una aventura de acción RPG que recuerda poderosamente a clásicos como Diablo o Gauntlet aunque mucho más directa y accesible, con cooperativo para hasta cuatro jugadores ‒ya sea en modo local o en línea‒ y acercándose a un público más amplio que busca diversión instantánea sin más complicaciones. Descubramos más sobre lo nuevo de Fun Bits y Sony Santa Monica en nuestro análisis.

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Así, disponemos de dos botones de ataque, uno principal y otro secundario, además del salto y la posibilidad de entrar en modo “rabia” para causar más daño y resistir más golpes durante unos instantes, una vez acumulemos cierta cantidad de energía tras efectuar multitud de golpes. No tenemos la posibilidad de ejecutar combos o secuencias de golpes complejas; muchos podrían pensar que se trata de un simple machacabotones, aunque la fórmula funciona y no nos sentiremos en un constante dejà vú a pesar de la reiteración de situaciones y elementos. En ello tiene mucho que decir la acertada presencia de clases ‒cuatro en esta ocasión‒, a las que podremos acceder en los checkpoints durante toda la aventura. Por cierto, la muerte no penaliza, devolviéndonos al punto de control más cercano para volver a la batalla. Ello añade diversidad a su propuesta jugable, así como la opción de afrontar los combates desde varios puntos de vista gracias a las diferentes habilidades y ataques de cada una de ellas, adaptándonos a cada situación de la mejor manera.

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Tanto el guerrero como el ingeniero son más de ataques cuerpo a cuerpo mientras que el mago y el arquero están más orientados a los ataques a distancia; además, cada clase tiene una habilidad especial, así como la posibilidad de equipar armas y piezas de armadura radicalmente distintas unas de las otras. Y es que a medida que derrotemos criaturas ‒jefes finales incluidos‒ nos haremos con nuevo equipamiento, el cual podremos mejorar en ciertos lugares del mapa mediante el oro que recojamos de cofres o enemigos, entre otros. Como veis, se trata de un RPG de acción en toda regla aunque mucho menos profundo y complejo que otros clásicos del género. Con todo, podremos superar la aventura en unas seis o siete horas, misiones secundarias incluidas, gracias a un desarrollo bastante lineal que deja pocas opciones a rejugarlo por completo.

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Para disimular un poco dicha linealidad se ha apostado por un diseño de niveles bastante acertado, con varios caminos por recorrer y zonas bastante abiertas que invitan a la exploración para completar todo al cien por cien; además, el nivel de detalle de los mismos es notable a pesar de su marcada personalidad cartoon. Pero no es dejéis engañar por su aspecto, en principio, infantil e inocente. Fat Princess Adventures mantiene el toque gore de la saga, con litros y litros de sangre y desmembramientos varios en todos y cada uno de los combates; eso sí, podremos rebajar el tono adulto con varias opciones en los menús para incluso eliminar la presencia de tanto líquido rojo.

Más allá de estos detalles, su personalidad jocosa y desenfadada sigue intacta, con modelados cartoon por doquier y un sentido del humor que si bien presenta cierta personalidad, cae en excesivos tópicos. A nivel sonoro, las melodías no pasan de testimoniales ‒con algún que otro tema tan sorprendente como divertido‒ y unas voces dobladas a nuestro idioma que os resultarán muy familiares; ¡D'oh! Otro de los atractivos de la aventura son los numerosos objetos especiales que encontraremos por el camino y que podremos usar contra nuestros enemigos, como pociones que los convierta en asustadizas gallinas ‒y que también puede afectarnos‒, bombas, pócimas de fuego o hielo... Por otro lado, y para recuperar salud, podremos comer tartas o frutas que nos devuelvan nuestros corazones de vida perdidos, aunque si comemos en exceso nos convertiremos en un poderoso glotón que se llevará todo por delante, aunque menos ágil de movimientos.

En cuanto al guión, mantiene la sencillez como gran protagonista, con una historia que sólo sirve de excusa para ponernos en situación; así, la Reina Amarga ha secuestrado a las Princesas Michelín y Rechonchilla, y nosotros, como valientes héroes, debemos acudir a su rescate. Por cierto, Fat Princess Adventures cuenta con un editor de personajes bastante completo, con el que podremos elegir el sexo y un montón de atributos físicos, muchos de los cuales podremos desbloquear a medida que juguemos. Un título ameno y desenfadado que resulta ideal para pasar unos ratos junto a nuestros amigos pero que no tiene mucho recorrido más allá de unas horas de diversión sin más pretensiones. Eso sí, visualmente cumple con lo que se espera de un Fat Princess en la actualidad, especialmente en movimiento.