Pre-análisis de Rainbow Six Siege para PC, PS4 y Xbox One

Pre-Análisis de Rainbow Six Siege para PC, PS4 y Xbox One

En el E3 2014, Ubisoft sorprendió a buena parte de su público con el anuncio de una nueva entrega de la venerada saga Rainbow Six, que en esta ocasión nos llega en forma de FPS de corte táctico y con el nombre de Rainbow Six Siege.

Ya en su presentación pudimos ver buena parte de lo que el juego podía ofrecernos y, durante el pasado fin de semana, hemos podido probar el juego durante un buen número de horas que no nos sirven todavía para puntuar de forma definitiva el título, puesto que tenemos que seguir probando modos y diversos mapas antes de otorgarle una nota, pero que sí nos sirve para daros un adelanto de lo que ofrece, y lo que no, este peculiar Rainbow Six.

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En el título nos pondremos en la piel de un terrorista o uno de los miembros de algunos de los mejores cuerpos antiterroristas a nivel mundial y nos enfrentaremos en mapas en los que, por norma general, deberemos de asaltar un edificio, ya sea para rescatar rehenes o desactivar una bomba, en el caso en el que encarnemos a las fuerzas del bien, o proteger estos objetivos de los SWAT en el caso de que formemos parte del bando terrorista.

Por temática, a no pocos usuarios les ha recordado el juego a Counter-Strike, asumiendo que el título de Ubisoft es un juego parecido, con un toque quizás de simulador, pero, con las primeras horas de juego en vena ya os podemos adelantar que el uno y el otro no tienen nada que ver a nivel jugable, ya que en Rainbow Six nuestra puntería pasa a estar en un segundo plano, priorizándose las buenas tácticas y los asaltos y las defensas con cabeza.

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De nada nos servirá ser los más rápidos apuntando al enemigo o tener un AIM increíble si entramos a lo loco a un punto fuertemente defendido por los terroristas. Tampoco nos servirá confiar en nuestra habilidad para movernos sin cuidado por el mapa buscando a nuestros rivales sin mirar por las posibles trampas o emboscadas que pudiera haber, muy seguros de nuestra pericia moviendo el ratón (o el stick del mando) u disparando ya que, en ambos casos, este exceso de confianza nos llevará a la muerte.

Por ello, es mejor ceñirnos a nuestro papel y pensar con la cabeza. Como terroristas, tendremos unos segundos durante cada mapa para prepararnos para el asalto del equipo enemigo sin que ninguno de los miembros del mismo pueda aparecer por cualquier esquina. Será un tiempo en el que podremos colocar trampas, atrincherarnos y plantar los diversos dispositivos que están a nuestro alcance para hacer el asalto más difícil. Durante este tiempo, si somos CT (antiterroristas), podremos manejar unas pequeñas cámaras móviles que nos servirán para infiltrarnos en el edificio tanto para buscar los objetivos del mapa como para observar los posibles puntos débiles en la defensa enemiga.

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Una vez este crono se pone a cero, el combate empieza, dando lugar a unos tensos minutos en los que estar atento, pensar, usar de forma adecuada todas nuestras armas o gadgets y comunicarse con nuestro equipo será fundamental para llevarnos uno de los puntos que nos permitirán llevarnos la partida, en la que, como era de esperar, iremos alternando entre ambos bandos para distribuir de forma equitativa la ventaja.

Tenemos que hacer un énfasis bastante especial en lo que a comunicación se refiere, ya que jugará un factor muy importante en el resultado de nuestras partidas. Saber la posición de un enemigo, de una trampa e incluso donde hemos perecido puede suponer el poder llevarnos una victoria o una derrota. Esto favorece, como es lógico, a aquellos que decidan jugar con amigos y desfavorece sobre todo a los que no dominen medianamente el inglés para poder comunicarse en el lenguaje internacional con otros jugadores para conseguir nuestros objetivos.

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A nivel gráfico, una de las cosas que más llamaron la atención en la primera demo del juego era la gran cantidad de objetos que se podían destruir en la casa para poder acceder a la misma o tomar ventaja según que partes fueran cayendo a nuestro paso. Esto parece que no será tan exagerado en esta versión final del juego, redistribuyendo los puntos que se pueden destruir y los que no, pudiendo localizarlos de una forma bastante sencilla en cuanto nos familiarizamos con el tipo de textura durante las partidas. Pero, pese a ser menor de lo que se nos prometía en un principio, el resultado tanto a nivel visual como a nivel jugable sigue siendo espectacular, dando diferentes variables inesperadas a las partidas, teniéndonos que adaptar a la situación del edificio en cada momento.

En cuanto al matchmaking, el juego se vio obligado a retrasar su fase beta por problemas serios a la hora de encontrar partidas durante sus primeras horas, algo que sufrimos pero que se ha solucionado durante el fin de semana, permitiéndonos encontrar juegos de forma bastante rápida en la mayoría de las ocasiones. Más adelante, en nuestro análisis, abordaremos más en profundidad estos aspectos, así como los diferentes modos de juego (multijugador casual, ranked y partidas en las que un solo jugador se deberá enfrentar a un grupo de antiterroristas), así como las posibilidades de personalización de nuestro equipo y de progreso de los diferentes roles que podremos ir desbloqueando a medida que obtengamos puntos en nuestras partidas.

Con nuestras primeras horas de juego, ya hemos podido descubrir algunos de los puntos fuertes de Rainbow Six Siege, un título que nos hace meternos en la partida desde el primer momento, concentrando todos nuestros sentidos y nuestros pensamientos en detectar al enemigo y en evaluar cuál es la mejor táctica para vencerle. En los próximos días, os traeremos un veredicto final del juego, pero, lo que ya podemos adelantaros es que la habilidad pasa a estar en un segundo plano, premiando más el juego en equipo, la comunicación y las decisiones acertadas y de que, el parecido que gran parte del público había asumido que tenía con Counter-Strike está solo en la temática de terroristas, pero no tienen nada que ver a nivel jugable.