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Masacre

Masacre

  • PlataformaXBOPS45.5
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorHigh Moon Studios
  • Lanzamiento20/11/2015
  • TextoEspañol
  • VocesInglés

Masacre (Deadpool), Análisis

El bocazas por excelencia de Marvel llega a PS4/One con un port mejorable de un juego que tampoco era gran cosa en su momento, pero que aquí se las arregla para ser peor que entonces. Al menos, queda él. Queda Deadpool.

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A veces cuesta entender qué lleva a las compañías a tomar ciertas decisiones comerciales, y yendo directamente al grano, sin dar muchas vueltas, no se entiende del todo que un título que había resultado ser poca cosa como Masacre (Deadpool) acaba regresando a consolas con un port del juego original de 2013. O bueno, se entiende de la misma forma en la que se explica el estreno de la última película de Los Cuatro Fantásticos: una forma de extender la posesión de la licencia, pues en ciertos medios si no se hace nada con una franquicia ésta vuelve a manos de sus dueños originales. De una forma u otra, había aquí una oportunidad perfecta de mejorar un producto que no era completamente desastroso, en absoluto, pero que se limitaba a cumplir bajo mínimos sin ofrecer nada más allá del arrollador carisma de su protagonista. Y cabía esperar, quizá, con mucha esperanza, que Activision decidiera ofrecer el proyecto de High Moon Studios a la compañía que lo ha adaptado a PS4 y Xbox One con la libertad de readaptar de alguna manera el código del original.

Por supuesto no ha sido así y ya se hacía notar en las comunicaciones oficiales salidas del estudio: el mismo juego que antaño con la excusa de adaptarlo a la alta definición (1080p) e incluir el DLC con el que contaba, algo ciertamente insignificante (dos mapas del modo desafíos, como lo más jugoso) y a repetir lo mismo una y otra vez. Y dicho todo esto ha de quedar claro que juzgar Masacre (Deadpool) por no ofrecer novedades es un poco injusto porque jamás las prometió, como ocurre con prácticamente todos los remasters actuales, que se limitan simplemente a recolocarse en tiendas intentando sacar partido de las plataformas de nueva generación para darle una nueva vida comercial al producto. El problema, como ocurría con el también reciente Darksiders 2: Deathinifive Edition, es que lo que nos ha llegado no es tal como lo fue el original; es que ha empeorado y lo que por hace dos años funcionaba a medio gas, ahora ha perdido más fuelle del que querría admitir el propio personaje que lo protagoniza.




Humor irreverente
Por si no estáis muy metidos en el mundillo comiquero (aunque Hollywood parece dispuesto a arreglar eso con una película sobre el personaje que se estrenará en febrero), Masacre (o Deadpool en inglés) es el nombre de uno de los personajes del universo Marvel más especiales y carismáticos, un superhéroe que actúa más bien como un anti-héroe y que está perfectamente adaptado al mundo en el que vivimos. Dicho de otra forma, en internet sería el típico troll de las comunidades como foros o redes sociales, o el amigo chistoso del grupo que tras cuatro o cinco intercambios divertidos acaba siendo pesado por forzar demasiado sus habilidades sociales, acabando por quedar en evidencia. Sin embargo no sólo es divertido, sino que tiene la gran habilidad de romper la cuarta pared y comunicarse directamente con aquel que le lee en las viñetas del cómic. Esto está también integrado en el videojuego y es, con diferencia, lo que mejor funciona en el producto.

Ya desde el principio, lo que llama la atención en el juego de Deadpool es cómo la ironía campa a sus anchas y la lluvia de referencias pop y chistes malos es lo que domina la campaña principal, que dura unas ocho horas aproximadamente. Su puesta en escena ayuda a ser así, pues no sólo vemos modelados en tres dimensiones sino también bocadillos y otra serie de elementos comiqueros muy bien trasladados a esta versión virtual del bocazas por excelencia de Marvel, amén de un doblaje al inglés especialmente memorable. El problema del juego es cuando nos damos cuenta de que lo anterior no puede ocultar la verdad: que no se juega 'bien', o al menos, no como debería, quedándose en el chiste metareferencial y no avanzando mucho en lo que también es determinante: la jugabilidad. Sin llegar eso sí al nivel demencial de obras como Eat Lead, que se lo jugaban todo a la carta de la parodia y se estrellaban directamente contra el suelo, aquí lo que hizo High Moon Studios (compañía que había hecho maravillas con la licencia Transformers en el pasado) fue un hack'n slash genérico y sin apenas verdadero interés más allá de ver el próximo intercambio verbal.



Un juego del montón
Como decimos, nos encontramos con un título de acción en la línea de un Devil May Cry pero considerablemente más limitado, con un sistema de combate basado en el uso de dos tipos de armas para crear combos y un control que funciona más o menos sin problemas. Por un lado, Deadpool puede usar sus dos espadas para dar tajos a diestro y siniestro sobre sus enemigos con un ataque débil y otro fuerte, que por supuesto pueden combinarse para hacer movimientos diferentes. Estas espadas pueden cambiarse por otras armas blancas con una moneda de cambio, pero en esencia funciona todo más o menos de forma similar. Si preferimos optar por la distancia, contamos con armas de fuego tales como pistolas o ametralladoras que mueven la posición de la cámara desde el hombro si optamos por apuntar directamente, o manteniendo la tercera si lo hacemos un poco más a lo loco. Tristemente, al contrario de lo que ocurre en el citado DMC, aquí no podemos hacer combinaciones basada en los dos tipos de armamento, pues todo se reinicia cuando cambiamos de una a otra.

Los combates son ágiles y dinámicos al principio, ofrecen incluso algo de gore de andar por casa como desmembrar a los enemigos, y tenemos una idea bastante buena en forma de botón de teletransporte que funciona además como counter; nos explicamos: si nos atacan y pulsamos este botón (Círculo en PS4, la versión que hemos probado), nos pondremos tras el enemigo para propinarle un golpe muy al estilo la saga Arkham de Batman, pero si simplemente lo presionamos aunque no haya nadie alrededor, cumple una función de desplazamiento bastante interesante para evadirnos por ejemplo de disparos de nuestros atacantes o para llegar a zonas más alejadas. Deadpool es un superhéroe y por tanto puede además ampliar su arsenal, como decíamos, mediante un panel de compra de armas o habilidades que añaden un poco de profundidad al juego, pero no el suficiente como para que cuando llega el momento de la verdad no estemos un poco aburridos de cruzarnos con el mismo tipo de enemigo clónico una y otra vez.

Para salir un poco de la monotonía, Deadpool ofrece algún combate interesante con jefes finales, y es aquí donde más brilla un título que juega demasiado a ser divertido e irónico pero se olvida de que aceptarse y reírse de sí mismo no lo justifica; es sólo un bonus en un global que no pasa de correcto. No lo hacía en 2013 y menos ahora, especialmente por su diseño de niveles, bastante plano y lineal, y un acabado técnico que ha ganado resolución, sí, pero ha perdido en fluidez: por algún motivo que desconocemos, la tasa de imágenes por segundo del título no es del todo estable y a veces la imagen se congela sin que podamos hacer nada al respecto. No hablamos de algo puntual: ocurre en cada una de las fases, cuando el programa tiene que cargar las nuevas oleadas de enemigos o tras alguna cinemática que otra. Esto no ocurría en las versiones last-gen (ni en la de PC, de forma tan exagerada) y tiene pecado que un título que usa el Unreal Tournament 3 no vaya perfectamente fluido en una consola como PS4. Si hubieran mejorado de forma muy evidente el aspecto visual podría no justificarse, pero sí entenderse; y no es el caso.

5.5

Mejorable

Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.