Football Manager 2016
- PlataformaOSXPC8.5
- GéneroSimulación, Deportes
- DesarrolladorSports Interactive
- Lanzamiento13/11/2015
Football Manager 2016, Análisis
Vuelve el referente de la simulación deportiva con varias novedades y una base sólida fruto del legado de la saga.
Football Manager 2016 llega un año más de la mano de Sports Interactive para intentar ofrecer la máxima simulación estratégica deportiva existente a día de hoy. Con una base que ya conocemos de varias entregas, las mejoras implementadas la temporada pasada sobre todo en temas de interfaz y varias opciones novedosas en el día a día de nuestro entrenador, el juego sigue apostando por el realismo total y absoluto en la gestión de una entidad deportiva. Eso sí, a pesar que el cómputo global del juego sigue siendo potente, se echa en falta pasos al frente que conviertan la obra de Sports Interactive en una propuesta deportiva integral casi sin fisuras, algo a lo que todavía le queda camino por realizar.
Cuando uno arranca por primera vez esta nueva entrega se da cuenta que muchas de las propuestas que se hicieron en la pasada edición se han quedado definitivamente. Eso sobre todo se nota en la interfaz, que mantiene la barra de la izquierda a modo de acciones rápidas para entrar y toquetear todo tipo de opciones. Plantilla, entrenamientos, ojeadores, filiales, juveniles, etc. Naturalmente, con los correos electrónicos como eje principal de nuestro trabajo. Son los mails los que nos permiten contactar con nuestro día a día, ya sea charlando con la directiva, negociando alguna venta o fichaje o consultando con nuestros segundos entrenadores y ayudantes estrategias a seguir en el futuro.
La fórmula de los hipervínculos para navegar con cierta facilidad por la interfaz también se mantiene, permitiendo acceder a varios elementos desplegables según cada opción que elijamos en cada momento. En todo caso, la sobriedad se mantiene intacta en unos menús que son funcionales pero que se les echa en falta en algunos momentos algo más de accesibilidad. No en el menú principal, pero sí que a la hora de presentarnos ciertas informaciones y estadísticas -de nuestra plantilla, o al final de los partidos- puede ser algo confuso y menos intuitivo de lo que parece durante los primeros compases de partida. A las pocas horas nos hacemos con todos los inputs que se nos muestran en pantalla, que no son precisamente pocos en muchos momentos.
El primer paso en Football Manager 2016 es crear a nuestro entrenador y elegir su destino. Además de una serie de elementos de personalización visual algo discutibles también tendremos que escoger nuestro estilo de técnico según una serie de variantes y posteriormente ubicarlo en un equipo. Destacar que el juego cuenta con licencia de decenas de países y varias ligas -en el caso de la española está la BBVA y la Liga Adelante- y que recrea con extrema fidelidad los organigramas de los equipos. Es una gozada ver como te habla Josep Maria Bartomeu (por ser el presidente real del Barça, no por ser él eh) como presidente del FC Barcelona, pero todavía más cuando profundizamos: los directivos del club azulgrana, Unzúe como mano derecha en el staff técnico, nombres menos conocidos pero reales en otros roles del equipo o Gerard López de entrenador del Barça B, donde no faltan los jugadores reales que aspiran a subir al primer equipo en algún momento.
La sensación de inicio que tenemos con el juego es que se ha ampliado el espectro de opciones de diálogo que tenemos con todo este tipo de personas que hemos desgranado hace un momento. Tendremos largas charlas y reuniones con la directiva, con quién trazaremos nuestros objetivos, los intentaremos -o no- encajar con lo que exige el club, hablaremos de estilos de juego, del futuro de jugadores o de temas internos de funcionamiento de la entidad. Tenemos una gran cantidad de opciones de respuesta que permiten marcar un perfil propio, y aunque es cierto que a veces algunas de las decisiones cuesta de ver su aplicación en el desarrollo de nuestro equipo, en general uno identifica como todo evoluciona según los parámetros que hemos querido integrar… siempre que los resultados acompañen.
En Football Manager 2016 tenemos el control absoluto de todo lo que sucede alrededor de nuestro equipo. Podremos coger un jugador promesa y subirlo al primer equipo, gestionar el tipo de entrenamiento que realizaremos con cada jugador, ampliar la relación con la prensa en las ruedas de prensa lanzando mensajes que afectan directamente a nuestra plantilla, negociar ventas, fichajes o cesiones de todo tipo y, claro está, diseñar tácticas, crear jugadas de pizarra, estilos de juego y seleccionar convocados, titulares, etc. Las opciones son muchísimas, y ellas también se traspasan al día de partido.
De hecho, es en las tácticas donde vemos varias mejoras evidentes. La base es poder crear jugadas de manera accesible incluso para los menos expertos en este sentido, y Football Manager acaba destacando por los patrones que podemos marcar en cada jugador según la disposición del equipo y el balón, marcar zonas de actuación en defensa para ciertos equipos y generar movimientos en cadena que puedan acabar en una jugada de peligro. Destacar la gestión de la plantilla, tanto por las posibilidades de hacer según qué cosas por jugador como por un sistema de lesiones más realista y dinámico... con matices. A veces tendremos una cantidad de lesiones consecutivas que no parece muy acertado, aunque en términos generales se ve algo mejor que en anteriores entregas.
Los partidos se viven en directo, aunque podemos seleccionar varias maneras de “disfrutarlos”. Con el partido a ritmo normal, a mayor velocidad, viendo solo las jugadas destacadas o en modo resumen tipo estadísticas. Esta parte de la experiencia sigue siendo la más floja de todas, ya que el motor gráfico en el que funcionan los partidos es totalmente obsoleto y no se disfrutan nada. Ni por gráficos, ni animaciones ni físicas ni nada por el estilo. Veremos algunas jugadas entretenidas y bien hilvanadas, pero en general la puesta en escena es muy deficiente. En todo caso, en este punto lo más importante no es lo que hace el equipo a nivel visual sino el papel que desempeñamos.
Podremos dar órdenes, cambiar la manera de jugar para replegarnos más si nos están atacando constantemente, cambiar jugadores que no están disputando un buen encuentro o elegir el tono de nuestra charla en la media parte para que tenga efecto -a veces negativo- en el once titular que está jugando el partido. Aunque las opciones son algo más limitadas en el tiempo que el pre-partido en el que preparamos absolutamente todo lo necesario para enfrentarnos a un equipo u otro, la realidad es que la sensación de que podemos cambiar el signo del partido desde la banda está presente en más ocasiones de las que uno se puede llegar a imaginar.
El título cuenta con centenares de nuevas animaciones y mejoras de IA, pero la realidad es que se siente que todavía no se ha alcanzado un nivel mínimo exigible en pleno 2015. Hay que ser justos y admitir que en este sentido, el juego ha aportado mejoras con unas defensas que hacen menos errores y unos porteros que paran mucho más, aunque siguen dejando algunos balones muertos excesivamente peligrosos. El problema es la puesta en escena, muy floja, y la sensación de estar ante algo tremendamente artificial a pesar de los cambios que se han realizado.
Junto a ello se ha creado un nuevo modo llamado Draft de Fantasía. Se trata, ni más ni menos, que de un pequeño acercamiento al modo Draft de Ultimate Team de FIFA con el que comparte similitudes. Tenemos un presupuesto cerrado y tenemos que crear un equipo de estrellas para hacerlo competir en un torneo personalizado. Dicha modalidad destaca por poder usar varios jugadores que tal vez parecen impensables de ver juntos en el modo clásico y también para competir con amigos y otros entrenadores en este extra bastante interesante para jugar online contra otros usuarios. Eso sí, tanto el Draft como el modo creación muestran un potencial que todavía tiene mucho margen para crecer en próximas entregas.
Para terminar, destacar que la banda sonora sigue estando desaparecida en combate. El silencio sepulcral que acompaña a nuestra navegación por los menús no solo es un elemento inquietante, sino que incluso acaba siendo positivo cuando uno escucha el griterío y sonidos que emanan de los partidos que vemos en directo. Otro apartado que sigue sin tener el nivel que se espera, y menos si lo comparamos con la solidez que muestra a nivel jugable para los amantes de la simulación y gestión deportiva. El título llega totalmente traducido al castellano, algo que se agradece sobre todo por la gran cantidad de información que nos va apareciendo en pantalla.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.