Life is Strange Episode 5 Polarized

Hay juegos que los terminas y te quedas igual; otros que su final te puede encantar, te puede cabrear, te puede dejar sorprendido (sin entenderlo o no) o bien triste. Y hay juegos que, expresándolo de una forma suave, te fastidian que se terminen, porque has vivido tanto en tan poco tiempo al lado de un pequeño grupo de personajes –en este caso dos-, que es como decirle adiós a tu serie favorita sabiendo que ya no van a volver, y lo único que te quedan son los ‘reruns’ o reposiciones. Con Life is Strange nos queda la rejugabilidad, empezar otra vez y decidir en tal momento otra cosa distinta y ver cómo transcurre la partida. Pero al igual que con obras del estilo de The Walking Dead o The Wolf Among Us, el impacto de la primera partida es el que siempre perdurará. El recuerdo de Max y Chloe de aquella primera impresión que ya no se borrará.

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Y la verdad es que sí, que jode en esta actualidad de experiencias clónicas y personajes fotocopiados sin alma el saber que Max y Chloe nos despiden desde Arcadia Bay, porque si algo ha sido en estos meses Life is Strange es una experiencia que llega a tocarte a nivel emocional como muy pocas si dejas que su propuesta te lleve de la mano… Pero toca ponerse críticos, toca hablar con propiedad y decir qué tal ha sido el cierre de esta historia episódica de climax de infartos, y ya dejaremos para el final el conjunto entero. Por descontado, y como hemos venido haciendo, no vamos a soltar ni un solo spoiler. ¿Para qué? Los que lo han jugado saben perfectamente que ha pasado, y los que no sólo necesitan conocer detalles más generales sobre ritmo y jugabilidad, narrativa y ejecución, para convencerles o no que Life is Strange merece su tiempo si buscan un micro-cosmos único en esta realidad de mundos abiertos, online y acción constante. Así que, con un poquito de tristeza, vamos a hablar del último episodio de Life is Strange, magistralmente llamado Polarized.

“Son tus decisiones las que te han traído hasta aquí”

El climax del Ep 4 fue uno lleno de revelaciones. Y Polarized viene dispuesto a contestar muchas de las cosas que han quedado pendientes. Es casi un ‘throwback’, una regresión ambientes y personajes que conocimos en episodios anteriores. Dontnod quiere cerrar su historia, y durante las alrededor de 3 horas que nos ha durado Polarized el estudio nos lleva por la senda más dura de todo el juego. Es un cúmulo de decisiones/elecciones que nos pone a pruebas, y que resume estupendamente el concepto de historia ‘Coming of Age’ o de iniciación, el paso de la adolescencia a la adultez, pues hace 9 meses seguro que tal o cual cosa no la elegiríamos, y hoy, al final de esa larguísima semana que Max y Chloe han vivido y con la que han crecido interiormente, nos descubrimos a nosotros mismos decidiendo de otra manera con un personaje completamente desarrollado que nunca quiso tener lo que Dontnod le concedió en la trama de este juego. La conclusión de Life is Strange, a diferencia del Ep 4, es un torrente constante de movimiento ‘saltando’  de aquí para allá, de pruebas y secciones a veces memorables y otras metidas con calzador, como una parte en plan Infiltración/Stealth que ciertamente ‘polariza’ y a nosotros no nos termina de parecer acertada ni bien encajada dentro de un gameplay que esta vez no tiene momentos muertos, aunque la cohesión jugable tampoco sea plena por zonas como la que acabamos de mencionar.

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Es un hecho que hemos vivido anteriormente en los anteriores capítulos, la sucesión de varios puzles de dificultad tan nimia que no se entienden su inclusión ante la obviedad de su resolución –no os preocupéis, que hay un instante jugable a mitad del capítulo imaginativo y divertidísimo. Y en este caso se nos plantean varias decisiones –no muchas, la verdad-, pero da la sensación que son elecciones menores a pesar de su dureza en ocasiones. De hecho, no es hasta directamente el final cuando se nos plantea una elección de peso. Pero de peso, puesto que en resumen Dontnod nos lanza LA ELECCIÓN, aquella que decide cuál de los dos finales queremos ver, el momento Polarized por excelencia y que resume lo que llevamos viviendo desde enero de este año, desde que empezamos esta obra. Aquí no hay más consejo que escoger lo que cada uno decida en su fuero interno. Esto no es Bioshock Infinite y su multiverso de distintas realidades; no hay infinitas combinaciones de Arcadia Bay, solo hay dos caminos posibles y una decisión en nuestras manos. Habrá quien le sepa a poco, quien no le guste nada lo que le obligan a hacer, y quien vea los créditos y piense que acaba de presenciar uno de los mejores finales como jugador. Porque esta es la magia de Polarized: Dividir de tal manera a su audiencia, porque al fin y al cabo estamos ante un Singleplayer que cada uno juega a solas en su casa.

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Polarized sigue la senda de llevarnos por terrenos oscuros, y de hecho más oscuros que el Episodio 4. Pero aunque a nivel de mecánicas podemos seguir planteando cosas que el estudio podría mejorar –debería mejorar, francamente-, a nivel narrativo es imposible ponerle pegas. Porque, ¿cuándo fue la última vez que un juego episódico nos ha contado algo así? ¿Cuándo fue la última vez que algo que empezaba como un drama Teen de serie USA nos ha hecho empezar cada episodio sin la más remota idea de hacia dónde iba a ir esta historia, qué nos haría vivir Dontnod o qué le pasaría a Max? Hemos atravesado problemas de la adolescencia, recordado nuestra época de instituto, tratado cosas como el Bulling o acoso escolar –aún duran los escalofríos de aquel climax del Ep 2-, y de repente saltado a entornos mucho más sobrenaturales, más de Ciencia ficción.  

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A nivel gráfico llevamos diciendo desde el Ep 1 que Life is Strange no entra por los ojos por su calidad de texturas, sino por su diseño artístico e iluminación. Ciertamente las carencias que siempre ha tenido el motor gráfico siguen presentes aquí , pero dada su condición de capítulo final, estamos ante visualmente el mejor de los episodios, que se luce dentro de lo que puede y plantea buenas soluciones visuales. A nivel de audio, pues quizás que sea la mejor interpretación que le hemos escuchado a las actrices de Chloe y Max en todo el juego. Ambas se dejan las cuerdas vocales en este dramático episodio y deberían ser tenidas en cuenta para premios en su categoría, pero o entendemos la lengua de Shakespeare o nada, a ver si para su edición física Square se molesta en añadirle localización al castellano. La música, siempre compuesta por temas y canciones de naturaleza folk-indie, es tan intimista, minimalista, agradable de oír y sobre todo tan bien escogida como desde el Ep 1. Un acierto constante para reseñar el estado interior y las emociones de los personajes.

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