El Arte de los Videojuegos (III)
Seguimos explorando el poder de la imaginación, el talento y la creatividad de los artistas ligados al mundo del videojuego, los conceptos e ilustraciones que inspiran la creación de un título o que forman parte de su propia identidad.
Llegamos al tercero de estos reportajes dedicados a los artistas que forman esa visión preliminar de los juegos, sus mundos y personajes. Es una parte fascinante del videojuego a la que muchas veces no se presta la debida atención, a pesar de que es vital para la concepción de los mismos, por no hablar de que es un auténtico regalo para los sentidos. Con gran placer, nos disponemos a seguir buceando en esta disciplina, con una nueva selección de nombres y trabajos que, esperamos, sirva para rendir homenaje a estos profesionales de enorme talento. Para esta ocasión, hemos abierto un poco la mano y además de nombres propios, también repasamos algunos trabajos cuya autoría no está del todo clara y también abarcamos algo más que los trabajos conceptuales clásicos, abriendo la puerta a ilustradores de portadas y trabajos independientes con cierta relación con el videojuego. Como siempre, recordar que no será el último reportaje en esta línea y que esperamos repasar muchos más nombres y trabajos en el futuro, por lo que vuestras sugerencias son más que bienvenidas.
Tal y como prometimos en la última edición de El Arte de los Videojuegos, queremos comenzar rindiendo homenaje al tristemente desaparecido Adam Adamowicz. Trabajador incansable, fue capaz de desarrollar en solitario todo el trabajo conceptual alrededor de Fallout 3, dejando paisajes que han definido con fuerza la identidad visual de la nueva etapa 3D de la saga. La siguiente heroicidad la llevaría a cabo con Skyrim, en donde sólo necesitó un compañero de viaje -Ray Lederer-para hacer lo mismo, definiendo paisajes, fijando tonos, creando escenarios y realizando bocetos de toda clase de criaturas, personjes y monstruos. Un cáncer se lo llevó a la temprana edad de 42 años, pero su gran talento perdurará en el tiempo y dejará una huella indeleble en el futuro de las series de Bethesda.
Como ya adelantamos al principio, queremos flexibilizar la estructura del reportaje para poder presentaros arte conceptual de videojuegos, aunque no esté claro el artista detrás de él -pasa muy a menudo en la industria-. Haremos el esfuerzo, eso sí, de tratar dar algunos nombres que puedan ser responsables de los mismos. Por ejemplo, en el caso del extraordinario arte conceptual de The Witcher 3, necesario para crear la belleza natural de uno de los títulos más impactantes de este 2015, sabemos que el director artístico del estudio es Marian Chomiak y que el princial artista conceptual del estudio es Bartłomiej Gaweł -de hecho, la clásica ilustración de Geralt a caballo que ha sido portada de varias revistas es suya-. En todo caso, un trabajo sobresaliente para un juego sobresaliente.
Un artista de inmenso talento, particularmente especializado en MattePainting -creación de paisajes lejanos para películas y animaciones-, aunque también cuenta con una dilatada experiencia en arte conceptual tradicional e ilustraciones. Su paso por los videojuegos se centra en dos compañías en particular: Square Enix y Blur, desde la que participó en la creación de las cinemáticas de The Elder Scrolls Online.
Este veterano de la ilustración japonesa empezó dejando su huella en cajas de maquetas, tremendamente populares en el país del sol naciente. Su atención por el detalle, la forma detallada de representar la maquinaria y su gran estilo le valieron para crear una identidad propia y pasar a ser un artista muy demandado, especialmente a raíz de éxitos como sus ilustraciones de Gundam o Macross. Su paso por los videojuegos nos ha dejado algunas portadas memorables, particularmente con Metal Gear.
El trabajo de Brian está centrado en la industria del videojuego, siendo una parte importante del equipo artístico de Mass Effect, aunque también ha participado en otros proyectos como Shadowrun. Su trabajo actual se verá cuando Bioware esté preparada para mostrar al público la nueva era de su saga especial -seguramente para el próximo año-.
Hablar de este artista es hablar directamente de Silent Hill, que le le debe su potente iconografía, la personalidad de sus terribles y atormentadas criaturas. Diseños como el cabeza de pirámide quedan como recuerdo imborrable de un artista que se ha inspirado en la pintura tradicional y en figuras históricas como Francis Bacon para desarrollar su propio lenguaje. Actualmente mantiene una cuenta de twitter bastante activa, desde la que se puede seguir su actual trayectoria como freelance.
Este artista freelance ha pasado tanto por el sector de los videojuegos como por el cine, especializado en diseño de entornos y personajes y forjado en las técnicas de pintura tradicionales, cuyas enseñanzas ahora aplica usando herramientas digitales modernas. Sus diseños destacan por el uso del color, un recurso que se tiende a minimizar a la hora de crear escenarios futuristas. De hecho, Anigma, su actual proyecto, es un trabajo sobre un potencial juego cyberpunk para el que está creando escenarios y personajes.
Bajo este pseudónimo se esconde uno de los muchos y brillantes artistas que han alimentado los juegos de Capcom a lo largo de su historia. Particularmente vinculado a los juegos de lucha, con ilustraciones muy destacadas en series como Street Fighter Alpa o Darkstalker. Comezó en el tema del arte simplemente copiando los dibujos que le gustaban de artistas consagrados como Akira Toriyama, pero pronto descubrió que no sólo se le daba bien sino que además tenía pasión por dibujar, comenzando así una ilustre carrera repleta de ilustraciones memorables.
Seguramente a nadie le sorprenderá demasiado escuchar que Naughty Dog tiene un fantástico equipo artístico en su equipo -que además suelen reforzar con colaboraciones externas cuando se requiere-. Buena prueba de ello la encontramos en John Sweeny, uno de los principales artistas ligados a The Last of Us, para el que creo diferentes piezas que ayudaron a los artistas a crear el particular ambiente y contraste de esta aventura post-apocalíptica.
El autoproclamado "Rey de los Garabatos" es una figura esencial en la vida de muchos chavales estadounidenses en los 80, cuando NES reinaba, en Nintendo Power contaban con sus dibujos para ilustrar diversos juegos y la misma Nintendo lo fichaba para dar lustre a sus libros de instrucciones. Ha hecho muchas otras cosas a lo largo de su carrera, pero su visión artística de Zelda en particular ha demostrado perdurar en el tiempo. Todavía hoy son muchos los que consideran que el estilo visual perfecto para la saga sería un cel-shaded que buscara acercarse a sus ilustraciones, que reflejaban magníficamente la sensación de peligro y aventura de los viajes de Link.
Es una pena que este fantástico artista no tenga más presencia en el videojuego, pero lo cierto es que su única aportación conocida está en el juego de estrategia Eador. Mientras, se mantiene ocupado con toda clase de trabajos: portadas de libros, juegos de tablero, portadas de discos de musica y otros trabajos.
A la hora de hablar de arte representativo de Metal Gear, está claro que el primer nombre que se nos viene a la cabeza es Shinkawa. Por eso se requiere un auténtico gigante para crear arte relacionado que escape a su sombra, justo lo que logra Ohrai, toda una leyenda en Japón gracias a sus trabajos creando carteles para el cine, incluyendo nombres como Star Wars o Godzilla entre otros muchos. Su estilo clásico aplicado a la serie de Kojima siempre consigue resultados espectaculares.
Quizás uno de los mejores artistas conceptuales del mundo ahora mismo, aunque ligado estrechamente a la industra coreana del MMO, por lo que muchos de sus trabajos no han terminado de llegar a occidente -aunque alguno sí lo ha hecho, como Aion-. Sus ilustraciones son, simplemente, puro espectáculo.
Nos quedamos en Corea. Y es que después de un retraso monumental, parece que por fin nuestros ojos van a disfrutar del espectáculo visual de este MMO. Después de años desde su lanzamiento original, ya no está en la cresta de la ola tecnológica precisamente, siendo claramente superado por títulos más actuales como Black Desert. Pero lo que nadie le quitará al título de NCSoft es una dirección artística simplemente excelente, con un diseño de personajes a cargo del recocido artista Hyung-Tae Kim -que ya vimos en juegos como Magna Carta- y unos diseños de entornos realmente fabulosos.
Seguramente, si dedicaramos un reportaje completo sólo y exclusivamente al arte de Okami y cómo queda plasmado en pantalla, no habría muchas quejas. Bebiendo de la tradición japonesa, la dirección artística del título de Clover sólo se puede definir de obra maestra. Los principales responsables de la misma son Takeyasu Sawaki, Kenichiro Yoshimura y Mari Shimazaki; el primero siguió su propia trayectoria, creando otra maravilla visual en la forma de El Shaddai; el segundo ha estado en Platinum hasta hace no mucho, siendo parte importante del equipo de diseño de Rising y actualmente establecido como freelance; en cuanto a Mari Shimazaki, permanece en Platinum y es la líder de diseño de personajes (si os encanta el nuevo look de Bayonetta, le podéis dar las gracias).
Parte del éxito de Supergiant Games se puede asociar sin duda al talento de una de las artistas cuya fama más está creciendo en los últimos tiempos. La belleza de Bastion y Transistor se debe en buena medida a su gran visión para crear personajes y portadas evocativas.
Siguiendo en la escena independiente, nos alejamos un poco de lo que sería el clásico diseño conceptual de entornos/personajes y repasamos a un familiar cercano del arte en videojuegos que sería el Pixel-Art. Octavi Navarro es un fabuloso artista capaz de crear escenarios diversos, detallados e imaginativos, a veces jugando con el contraste temático y dejando que los, en apariencia, simpáticos gráficos reflejen escenas siniestras. Aunque sólo por sus trabajos independientes ya podría tener lugar en este artículo -tuvo un papel protagonista en la última Adventure Jam-, aprovecharemos la noticia de que ha sido fichado por Ron Gilbert para su nueva aventura gráfica, Thimbleweed Park, como excusa perfecta para presentar una muestra de su trabajo.
El artista más conocido como Orioto no se gana la vida creando arte conceptual ni diseñando para una compañía, sino que ha encontrado su propio nicho creando bellos cuadros de momentos emblemáticos de toda clase de clásicos del videojuego. Sus obras no sólo son preciosas, sino que apelan a la nostalgia y a la importancia de esos títulos para los aficionados, consiguiendo que sean muchos los que desean comprar versiones físicas para colgarlas en casa. Una manera diferente de cerrar este mes, con la promesa de que habrá más incursiones en este universo en un plazo no demasiado lejano.
