PES 2016
- PlataformaPS48.5360PS3PCXBO8.5
- GéneroDeportes
- DesarrolladorKonami
- Lanzamiento17/09/2015
- TextoEspañol
- VocesEspañol
PES 2016, Análisis
PES 2016 es la confirmación que la franquicia, tras una generación de decepciones, está en buenas manos y en el buen camino. Fútbol, diversión y espectáculo se dan de la mano en una alternativa seria dentro del género del balompié.
La saga PES ya puede mirar al futuro. La entrega del año pasado confirmó que Konami había conseguido enderezar el rumbo de la franquicia. Lejos quedan los tiempos en los que se recuerda el reinado de PES 3, 5 o 6, pero el título de 2015 era un buen juego de fútbol. Seguramente no se le pedía más que eso. Con el camino marcado, PES 2016 no es nada más que la confirmación de que la industria de los videojuegos ha recuperado una de sus sagas insignia en el género deportivo. Sigue habiendo margen de mejora, pero el salto es importante. El juego que nos ocupa no es solo el mejor PES desde la sexta entrega, sino que es además una alternativa real para aquellos que estén desencantados de los juegos de fútbol, para aquellos que se sintieran huérfanos de un “Pro” a la altura o para los que quieran cambiar de aires tras años en FIFA. Mejora en muchos frentes todo lo bueno de PES 2015, y eso significa que la saga está aquí para quedarse.
Es algo que ya pudimos ver antes del verano en un First Look que nos dejó muy buenas sensaciones. PES 2016 daba un paso al frente. Cogía la base del año pasado y tocaba y pulía muchos de los elementos que todavía chirriaban por una fórmula que desde 2007 no había conseguido dar con la tecla. La pasada generación fue una travesía en el desierto para la franquicia de Konami, que no supo adaptarse a las nuevas máquinas y vio como tras años de picar piedra, su gran contrincante le pasaba la mano por delante. PES 2013 era seguramente lo máximo que el PES Team podía hacer con la base que tenían. Y llegó el gran cambio. La entrega de 2014 llegó justa a la fecha de salida y con muchos elementos por pulir. Pero la idea, el concepto, era el del cambio. Un cambio que vimos en PES 2015. Un cambio que se culmina con PES 2016, la base a partir de la cual tocará buscar la excelencia.
La jugabilidad manda
PES siempre ha sabido triunfar o fracasar a través de la jugabilidad. Sin poder competir en modalidades de juego o en licencias con FIFA, era lo que transmitían los partidos de fútbol el motivo principal para que a la gente le diera absolutamente igual jugar con North London o Man Blue. Porque lo que se respiraba sobre el terreno de juego era fútbol... Y la gente quiere jugar a fútbol a través de sus mandos. Esto es lo que transmite PES 2016 desde un primer momento. La sensación de disfrutar del deporte rey en nuestro país. Y lo hace con mejoras evidentes que dejan atrás una lista de contratiempos conocidos por todos.
La base de los controles es conocida por todos. Botones de pase, centro, disparo, pase al espacio, correr, control de pases-disparos manuales absoluto y posibilidad de hacer varios regates con la combinación de sticks analógicos. En defensa, una fórmula sencilla y efectiva. Entrada fuerte, marcaje al hombre pulsando un botón y entrada normal pulsándolo dos veces. Pero todo esto son solo las acciones, y lo importante es ver como se ejecutan para saber si funcionan o no sobre el terreno de juego. Y todo funciona de manera dinámica.
En eso tiene mucho que ver la física del balón, que como es habitual en la saga circula de manera realista. Según la altura del césped -se puede escoger- lo veremos reaccionar de una u otra manera. En general, tanto la conducción de los jugadores como los pases a ras de suelo y los centros y pases largos convencen y se entienden perfectamente con la acción y reacción de los jugadores. Pero es precisamente en las novedades e interacción entre jugadores sobre el terreno de juego donde se encajan todas las piezas. La mejora evidente en refriefas entre atacantes y defensas, en saltos a por el balón, en poner el cuerpo para seguir avanzando o en entradas a ras de suelo hacen que el título sea especialmente potente en este sentido.
Es una auténtica gozada ver como avanzamos con Neymar, hacemos un pequeño quiebro hacia un lado y cuando nos entra un defensa, el delantero brasileño hace un pequeño saltito mientras pone su brazo para intentar apartar al defensa y proseguir con su avance. Pasa lo mismo con los duelos divididos. Ver saltar a Piqué y Ronaldo a por un balón, que los hombros choquen y ambos se medio caigan mientras el esférico pasa por alto demuestra el buen trabajo en este sentido. Es en el contacto entre jugadores, algo que está muy presente en la vida real, donde realmente vemos el gran avance del juego. La presencia de defensas cercando a jugadores con el balón, o como van al corte para presionar al receptor del mismo, es constante. El contacto está en todas las facetas del juego. Carreras por banda intentando zafarse del lateral, jugadores trastabillados cuando se emborrachan de balón entre dos o tres rivales, disparos forzados que salen desviados… Se dan tantas situaciones vistas en la vida real que la famosa aleatoriedad de situaciones gana. Hay jugadores que salen mejor de estos momentos, otros que pierden los duelos, otros que quedan nulos con el balón dividido. Fútbol en el que pocas resoluciones están predefinidas. Sentir que no sabemos si llegaremos a ese balón es lo que da emoción a cada situación de juego.
Pases y defensas
Como dicen los entrenadores a sus jugadores, que corra el balón y no el jugador. Con esta premisa es importante destacar las bondades -y algunos contratiempos- del sistema de pases y disparos del juego. Por un lado tenemos una circulación de balón convincente por pases realistas que responderán perfectamente a la potencia que le demos con nuestro botón. Además, se ha perdido precisión y automatismos en los pases, de tal manera que si queremos enviar el balón a un jugador que tenemos a nuestras espaldas, si intentamos hacerlo de primeras acabaremos mandando el esférico al contrincante. Esto juega un papel importante porque obliga al jugador a controlar, colocarse bien y hacer el pase con garantías, lo que tiene implicaciones directas en el ritmo de partido.
Por otro lado, el sistema de pases en profundidad tiene dos vertientes. Por un lado el pase por alto, que no es tan eficaz ni letal como antaño. Eso se debe a que las defensas saben corregir muy bien estos pases por alto. En un primer momento parece que el delantero tenga ventaja, pero son muchas las veces que vemos como el defensa recupera terreno, pone el cuerp y estorba lo suficiente o llega con ventaja para despejar de cabeza. Por otro lado, el pase en profundidad a ras de suelo es más letal.
En la Master League nos pasan estadísticas mensuales sobre nuestra manera de jugar. Y allí nos dimos cuenta que el pase raso que usábamos tenía un porcentaje de éxito elevado (70%). Es cierto que eso se da más con la CPU que con humanos, donde las acciones defensivas que tenemos son suficientes para cubrirlo con garantías. Tanto este sistema de pase en profundidad y los pases manuales -uno de los grandes aciertos de la saga moderna- pueden permitir que lleguemos con velocidad arriba, sobre todo cuando montamos contragolpes que probablemente estén algo más presentes que en PES 2015 en esta entrega. Lo mejor, en todo caso, es la sensación de libertad absoluta: sentir que podemos mandar el balón donde queramos, ya sea al pie o al espacio, solo con práctica y calculando bien la potencia.
No entran todos los disparos de calidad, pero si que todos son demasiado peligrosos. Goles ajustados, palos, porteros que dejan muerto el balón dentro del área. Seguramente no tienen el equilibrio deseado, y dentro del área se nota porque cuando encaramos un portero, usar el tiro calidad es garantía de gol. En general, estos elementos hacen que sea sencillo batir a los porteros, que tienen una respuesta mucho más óptima en disparos lejanos y en jugadas a bocajarro. Destacar que se han mejorado las animaciones y resoluciones dentro del área, dejando ya como cosa del pasado esos remates de puntera y disparos poco ortodoxos que veíamos cada dos por tres en entregas anteriores.
Pero todo esto queda cojo cuando vemos la falta de efectividad de los guardametas en otras situaciones más comunes. Como decíamos, los disparos en la frontal del área, si van a un costado, acaban en gol ante porteros que se lanzan sin convencimiento. Pasa lo mismo cuando un jugador pisa área y chuta ajustado al palo, el portero se lanza tarde y es gol. Echamos en falta más decisión a la hora de achicar ángulo de visión y más opciones de detener estos disparos dentro del área. Hay demasiadas acciones que podrían ser detenidas, al menos en un porcentaje más elevado que el que vemos cuando un jugador en posición franca o de disparo potente lanza el balón a portería. Se notó en el First Look, en la demo y también en el juego final. Konami nos comentó en mayo que eran conscientes que necesitaban mejorar, por lo que veremos si es algo que se solventa vía parche.
Estrategia y CPU
La respuesta defensiva y las coberturas que hacen los laterales a centrales son correctas, además de tener herramientas que nos permiten entrar y presionar a los atacantes de manera eficaz. Según la disposición del partido daremos más o menos huecos. Una de las propuestas vitales del modo estrategia, de hecho, es la disposición del equipo, que puede ser dinámica y que podemos personalizarla. De inicio, cuando tenemos el balón y cuando no, permitiendo por ejemplo que el equipo se repliegue cuando pierde el balón. También podemos escoger estilos de juego que se adapten a nuestros jugadores y que cambiarán sus movimientos o posiciones en el terreno de juego, ya que no es lo mismo jugar a balones largos con delanteros descolgados arriba que en posesión, con las líneas más juntas.
En este sentido, destacar que la CPU nos ha gustado especialmente por estos patrones que mencionamos. Es un gran punto a favor ver una Juventus o un Athletic de Bilbao que intentan tocar y mandar balones largos a su delantero centro mientras otros equipos, como puede ser el Bayern de Múnic, se dedica a tocar y a dominar con la posesión. En equipos menores pasa lo mismo, y veremos a un Vilarreal intentando llegar tocando y a un Granada que buscará balones largos. También los cambios durante los partidos de los equipos en la Liga Master son destacados. En un enfrentamiento con Las Palmas, íbamos ganando 2-0. Nos empataron 2-2 y lo primero que hizo la CPU, jugando como visitante, fue ponerse en modo defensivo. El empate le servía. Otro caso a la inversa: visita la Wolfburgo en Champions. Minuto 70, el equipo alemán pasa a jugar en ofensivo para buscar la victoria en casa. Son detalles que no se nos han dado siempre, pero que se agradecen cuando se ven. No es una CPU perfecta, y en Leyenda veremos como a veces perdemos la posesión contra equipos muy inferiores, pero en general da alegrías por los patrones que tienen diversos equipos.
Liga Master y otros modos offline
La Liga Master vuelve a ser el gran referente de las modalidades offline del título de Konami. Empezando con un equipo inventado o con un conjunto oficial, seremos los encargados de gestionar el club y jugar en temporadas completas año tras año. Con un menú mejorado a nivel visual y bastante sencillo de navegar con él podremos fichar jugadores (el sistema de búsqueda para jugadores concretos o posiciones a reforzar es amplio), entrenar jugadores para que mejoren ciertos aspectos, preparar alineaciones, renovar o vender jugadores y trabajar el filial para que saque alguna que otra perla. También tendremos ofertas de otros clubs, de selecciones nacionales y objetivos a cumplir si no queremos fracasar como Director Técnico. Destacar que los jugadores tendrán roles asignados y según lo que jueguen y su importancia en el equipo eso afectará también al conjunto del equipo. Un detalle que aunque no tiene una gran incidencia en los partidos, se agradece y le da un toque distinto a nuestra planificación más allá de los nombres que buscamos para mejorar nuestro equipo.
La Master League luce por la presencia de torneos oficiales como la Supercopa de Europa, la Europa League o la Champions League en Europa y torneos como la Libertadores en Sudamérica. Viviremos los sorteos, tendremos la imagen y logos oficiales y en general, la inmersión en este sentido se agradece. Aunque hay margen de mejora a la hora de plasmar el calendario (a veces tenemos ida y vuelta de Copa sin jornada liguera de por medio, o demasiados partidos como local seguidos en liga) y veremos algunas cosas poco coherentes, como fichajes y ventas inverosímiles en ciertos equipos.
Las otras modalidades offline del título se dividen en la posibilidad de jugar competiciones internacionales oficiales como la Champions, la Libertadores o la Europa League, además del clásico modo ligas y copas, entrenamiento o Ser Una Leyenda, que nos invita a jugar con un jugador y hacernos un hueco en el equipo titular que escojamos.
Licencias, ausencias y editor
Uno de los temas recurrentes es el de las licencias. PES 2016 cuenta como gran atractivo la presencia de competiciones oficiales licenciadas: Champions League, Supercopa Europea, Europa League, Libertadores, Copa Sudamericana, Recopa Sudamericana y una exótica Asia Champions League con equipos de varios países de la zona, incluidos Sydney Wanderers de Australia, Beijin Guoan o Guangzhou Evergrande de China, Naft Tehran de Irán, Gamba Osaka o Uraw Red de Japón, Seoul de Corea, Al Sadd de Qatar y incluso equipos de Tailandia, Uzbekistán, Vietnam y Arabia Saudí. 32 equipos en total. En sudamérica, donde están de enhorabuena con las competiciones de dicho continente, no faltan equipos participantes en la Libertadores y la Sudamericana de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
En cuánto a ligas, destacan totalmente licenciadas la Primera y Segunda española y francesa y la primera holandesa. A ello se suma la primera italiana con 19 de 20 equipos licenciados. El resto: Primera y Segunda inglesa con equipos con nombres de jugadores reales y solo el United licenciado, Portugal con Benfica, Porto y Sporting licenciados y el resto con nombres de jugadores reales, segunda italiana con nombres reales y varios equipos individuales como Bayern, Zenit, Basilea, Olympiakos, Wolfburg o Borussia Mönchengladback. A nivel de ligas, Argentina tiene 4 de 30 equipos completamente licenciados -además de los licenciados para la Libertadores y Sudamericana- y nueve equipos de Chile con nombres reales.
A todo esto se añade un sinfín de selecciones (más de 80) aunque licenciadas completamente en Europa están Holanda, Francia, Italia, España y Alemania y en Sudamérica, Brasil. En lo que estadios se refiere, solo 11 licenciadso (Allianz, Juventus Stadium, San Siro y Old Trafford como más destacados) más 11 ficticios.
¿El resultado? La sensación de otras entregas. Se desaprovecha el hecho de tener la Champions y jugar con equipos no licenciados no es lo deseado. Que no estén City, Arsenal, clásicos como Shaktar, etc. deslucen el resultado final. Además, se echa en falta licencias europeas importantes como pueden ser los equipos ingleses o la liga alemana y a nivel de selecciones, aunque se agradece la cantidad de países, también son pocos los que tienen la licencia oficial.
Como siempre, para compensarlo tendremos un completo editor que nos permite tocar y cambiar jugadores, escudos, nombres de equipos, vestimentas y estadios para hacerlo a nuestra manera. Se prometió que en PS4 se añadiría la función para poder compartir e importar imágenes para replicar los escudos y diseños que muchos usuaarios hacen en el que es, de siempre, un gran trabajo de usuarios que hay por el mundo y que dedican más horas al editor que a jugar. En Xbox One de momento se estaba intentando buscar una solución con Microsoft para ver cómo podían realizar algo similar.
FOX Engine
A nivel visual, está claro que PES 2016 tiene en la recreación facial de los jugadores más conocidos el gran gancho. Hay jugadores que son calcos de la vida real y lucen especialmente bien en las introducciones, celebraciones de goles y repeticiones de las mejores jugadas. A esto se le añaden las ya mencionadas mejoras en animaciones que hacen que todo fluya de manera correcta y la implicación de ciertos elementos climatológicos. Cuando hay lluvia el balón va más rápido y los jugadores son menos precisos; cuando cae un torrente de agua veremos caídas realistas de jugadores, balones que se frenan en charcos y demás. Los impactos y físicas cuando se lucha por un balón funcionan perfectamente y la ya mencionada física de balón sigue por el camino correcto de entregas anteriores.
Pero el FOX Engine podría dar más de sí. Es una versión adaptada, y PES nunca ha sido referente visual, pero eso no quita que la sensación general es que cuando estamos jugando con la cámara de partido normal y corriente se echen en falta más detalles. Ciertos campos y el césped que se recrea es irregular comparado con otros estadios, y desde la cámara de juego se omiten elementos que darían un mejor acabado a los jugadores, a sus camisetas o a elementos como las redes o el público que nos rodea. Se ve bien, pero se nota que hay margen de mejora para que la estampa más allá de repeticiones y primeros planos sea mucho más completa de lo que es actualmente. A nivel de versiones, destacar que la comparativa entre PS4 y Xbox One nos deja dos productos prácticamente iguales. Se dijo que la versión de la consola de Microsoft no sería a 1080p nativos pero con diferencias poco visibles, y es cierto que el reescalado hace un buen trabajoy salvo algunos detalles, las dos versiones lucen bastante similares.
A nivel sonoro, tanto el acompañamiento de los cánticos del público como los comentaristas acompañan sin más en inglés y se pierde otra gran ocasión con personajes como Carlos Martínez y Maldini que podrían dar mucho más de sí. En general se echa en falta más variedad de frases a la hora de narrar acontecimientos y algo más de emoción en ciertos momentos. Lo mejor es el sonido del golpeo del balón y una tracklist de música para acompañar en los menús que sin ser demasiado extensa sabe aportar variedad. Contamos, claro está, con las melodías originales de las competiciones licenciadas oficiales, como puede ser el himno de la Champions.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.