10 sagas de las que Konami pasa
Con uno de los mejores catálogos del sector, Konami se labró una reputación intachable desde sus comienzos, tanto en el mercado doméstico como en los arcades. Pero una serie de decisiones y cambio de políticas nos lleva a pensar por qué ignora sus mejores series
De la Esperanza a las Tragaperras
Tras varias entregas que no alcanzaban la calidad de los primeros juegos de la serie, Konami tocó fondo con el esperpento estrenado en PS Vita llamado Book of Memories. Pero siempre tuvimos fe en la editora, que el año pasado se redimió con la promesa de un reboot a la altura de la importancia capital que Silent Hill siempre ha tenido. P.T. era la mejor demo –sigue hablándose de ella-, y Silent Hills un torrente de Hype con Kojima, con Del Toro detrás de las cámaras maquinando a dúo un reinicio que nos llenó de esperanzas. Pero dicen que las cosas tan pronto vienen como se van. Y Konami, tras cancelarla sin dilación en medio de la absurda batalla hecha pública con Hideo, nos arrancó la promesa y encima anunció a lo grande un Pachinko recreativo basado en Silent Hill 2. Como dice una de las piezas en la BSO de esa entrega precisamente, ‘Sobredosis de Desilusión’
Zone of the Enders
De esas series que llegan por sorpresa, sin mucha publicidad y se convierten en pequeños fenómenos que desaparecen con la misma rapidez, en 2001 el primer Zone of the Enders pegó tan fuerte con su concepto futurista y peleas de mechas que hasta tuvo OVA y serie anime. ZOE 2 amplió el universo y el alcance de la IP –ambas llegaron a Occidente. Y de repente fin, silencio de radio durante 11 años llenos de medias verdades, promesas y más promesas. Al final nos dan un recopilatorio HD para que nos contentemos y callemos, pero nunca ZOE 3. Y tras ver lo sucedido con su editora, para llegar en forma de juego móvil social-casual para el triunfante mercado de móviles japoneses, mejor sigamos dándole a los remasters y soñando.
A algunos nos dolió cuando en el esperado Lords of Shadow 2 vimos a Drácula, al todopoderoso chupasangre, convertido en una maldita rata en fases stealth absurdas. Pero nada peor que ver cómo la gente que definió una saga se ven obligadas a recurrir a la financiación popular para crear sucesores, mientras que la dueña de la IP prefiere arrastrarla por el barro, dejarse de juegos de consolas y vender la licencia a máquinas Pachinko –ojo, un negocio con mucha tradición que mueve cientos de millones en Japón- y promocionarlas con esa ‘Violencia Erótica’ que nos ha dejado talmente en plan ‘What the FUCK!’ al verlas. Koji Igarashi, no nos falles con tu Bloodstained, que al menos se gane a pulso ser el sucesor de los Castlevania Metroidvania.
“Largo tiempo olvidado ha…”
En los tiempos en que el Japan RPG estalló con los Final Fantasy de PlayStation, hasta Konami se atrevió con el género en una serie con millones de fans y considerada de culto. Los Suikoden son juegos con centenares de personajes que reclutar, historias épicas de guerras y conflictos e incluso centros que construir en forma de edificios que se van llenando de personajes y creciendo en complejidad –si es que todo está inventado ya. Esta vez es justo decir que la editora ha intentado varias veces seguir la serie llevándola a terrenos portátiles –entregas para DS y PSP-, pero sin éxito. Al menos y tras años de espera, tenemos las dos primeras entregas en la PS Store para disfrutar de una IP que sin duda merece más reconocimiento.
Vale, de acuerdo. Los shoot’em ups o matamarcianos hace tiempo que pasaron de moda en cuanto al gusto del público principal en la actualidad. Pero eso no quiere decir que no siga habiendo un sector que lo compraría. Gradius no es otro matamarcianos, es EL MATAMARCIANOS, el juego que definió al género casi durante veinte años hasta tocar el techo de la perfección en los sistemas PlayStation. Como otras IP Konami, la licencia se ha pasado a las máquinas Pachinslot, pero en estos tiempos de recuperar las mecánicas de antaño, imaginad por un momento un Gradius con la tecnología actual en versión digital. Y quien habla de Gradius habla también de Parodious, una muestra de lo brillante que una vez fue esta editora al parodiarse a sí misma y a su IP con otro matamarcianos para la historia en el que la diversión y el sano cachondeo eran una constante como la calidad y la capacidad de Konami de reírse de ellos mismos y hacernos disfrutar… Los viejos buenos tiempos, ¿sabéis?
Memorizando el Konami Code
Contra
En una época en que precisamente existe tal atacón de nostalgia que las IPs nuevas son menores que las que se recuperan, el universo de Contra no sería anacrónico ni pasado de moda, sino bienvenido dada la cantidad de indies que se basan en su mezcla de plataformas, disparos Run & Gun, y estética 2D pixelada. Contra era el rey de nuestra infancia de los juegos de acción; un delirio de disparos y adrenalina constante que supo encontrar sucesores en obras maestras como Metal Slug o Gunstar Heroes. Puede que el Contra IV de Wayforward dividiese a lo fans, pero dadas recientes muestras como Ducktales HD, ese estudio debería tener otra oportunidad para traer al verdadero dueño de los Run & Gunners. Vamos a hacerle un Konami Code a los directivos de la compañía, a ver si cuela.
Durante la 4ª Generación y la consolidación de las plataformas 2D como reinas, Konami se alió primero con SEGA regalándole una de sus joyas de catálogo. Rocket Knight Adventures iba de una zarigüeya con la que podíamos colgarnos de las ramas de los árboles, pero también pelear con una espada y hasta volar con su armadura-cohete. Un derroche de imaginación, plataformas en estado puro y fases de vuelo arcade, la serie tuvo secuela, spin-off en Super Nes y un revival hace tres años en un Rocket para la era HD que se atrevió a dar al público actual una dificultad de la vieja escuela que no estuvo mal, pero que ha seguido sin continuación. Una pena, pues pocas IPs brillarían con la tecnología actual con un aspecto como el Donkey Kong Tropical Freeze de Wii U como lo haria Rocket Knight.
No More Love for Kojima
Convertido en su niño mimado, la historia de Hideo Kojima y Konami siempre han ido de la mano. Él es la fuerza creativa tras Metal Gear, tras ZOE, y ella la editora que le dio los medios para hacerlas posible. En esa relación pre- Metal Gear Solid antes que Hideo se dedicase casi en exclusiva a su Snake, el creativo dio rienda suelta a su vena cinematográfica con dos juegos que mezclaban la aventura, la narrativa fílmica en formato de novela animada, aventura gráfica, exploración, puzles y acción. Pocos juegos pueden considerarse más de culto como el Noir-Cyberpunk Snatcher y el policial-espacial Policenauts, IPs que los fans han escuchado durante años y algunos han jugado en remakes de otros fans. Pero si alguien se esperaba esa Definitive Edition de ambos en un pack con resoluciones actuales, parece que eso si que jamás ocurrirá. Habrá que seguir buscando por la red o dejarnos una pasta en eBay en alguna de sus varias ediciones a precio de oro.
Jinetes de las Recreativas
Sunset Riders
No sólo de juegos de consola vivía la editora, y en los 80-90 Konami era una reina de los salones arcade junto a Capcom, SNK y SEGA -difícil de creer ahora, ¿eh?-. Títulos como X-Men, Teenage Mutant Ninja Turtles o Los Simpson son recuerdos en las mentes de los más vejetes de por aquí. Y entre ellos una máquina de pura acción en el Viejo Oeste, Sunset Riders, un arcade de disparos adictivo, brillante y directo además de difícil. Porteado a la dupla Mega Drive-Super Nes (aunque en esta última las señoritas disimulaban más sus encantos, política conservadora made in Nintendo como sabéis), Sunset Riders siguió cabalgando en nuestra infancia hasta que un día se perdió en el horizonte de los recuerdos 2D. Con Red Dead Redemption consagrado como el juego del Viejo Oeste definitivo, y la promesa de una secuela destacándose a lo lejos, no nos digáis que Sunset Riders no podría recuperarse para la época HD.
La Gozada de putear a los Rivales
Desde su estreno en 1983 hasta el año 2010, casi de forma anual –con algunos saltos- Konami junto con Nintendo fue lanzando Bomberman, una serie creada por Hudson Soft consola tras consola –portátiles y de sobremesa- y generación tras generación. Lo reinventó, lo expandió, volvió a los orígenes e hizo de todo con una saga que el año pasado quiso volver a la audiencia que se lleva ahora, o sea, a los móviles con una entrega en iOS y Windows Phone. No cabe duda que el juego base, romper bloques a base de bombas, coger items y potenciadores y procurar salvarnos de las explosiones mientras le colocamos elegantemente una bomba a nuestro enemigo para dejarlo encerrado, puteado y sin poder hacer nada más que morir y bien cabreado, tiene un potencial absoluto en esta era multiplayer online que busca fórmulas sencillas. ¿Veremos al viejo Bomberman de nuevo por el mercado de los móviles? ¿Qué tal un MMO?
Otra de esas sagas Konami bien prolíficas y longevas, Ganbare Goemon nació en los arcades en 1986, pero al año siguiente ya estaba conquistando consolas de sobremesa y portátiles, llegando incluso a Nintendo 64 y PS2. Pero a partir de 2002 encontró nueva audiencia en los primeros móviles, y no se movió de ahí ni de la Game Boy Advance ni la DS hasta 2007, momento en que Konami decide transformarla en otra de sus Pachinslot hasta 2011. Desde entonces no hemos sabido nada del místico ninja nacido ladrón pero reconvertido en héroe más popular. Y aunque sus juegos se han diversificado en aventuras RPG y de puzles, el toque plataformero de acción 2D del original no podría estar más de moda hoy en día en una saga que ha tenido hasta manga y serie anime propios, y que dada su popularidad en Japón cuesta creer que lleve callada 4 años.