Lo que ocurrió con Aliens Marines Coloniales fue un ejemplo de juego que promete mucho más de lo que finalmente da. En este caso Gearbox enseñó en avances y demos un juego que en su estreno era de mucha menos calidad, además de plagados de bugs y fallos que necesitaron varios parches a posteriori. Es por ello que unos abogados de la firma Edelson, LLC llevaron a cabo a petición de dos jugadores en 2014 una demanda colectiva -Class Action Lawsuit- en nombre de todo aquel que compró el juego contra Sega y Gearbox, acusándolos de usar demos falsas para anunciar su juego en el E3 y otros eventos. Pedían 1,25 millones de dólares, de los cuales los dos demandantes iban a ver como mucho 2.500 $ cada uno. Aunque al final no verán nada, ya que Gearbox se ha negado al acuerdo y la acción iniciada no ha alcanzado el estatus necesario para que Sega tuviese que cumplirla. Algo de lo que Randy Pitchford de Gearbox se alegra, ya que la consideraba una frivolidad: De hecho, según el directivo, se trataba de dos usuarios que ya plantearon antes demandas contra otras empresas que sí tuvieron que pagar. El error de los demandantes fue el de meter a Gearbox en la acción "convirtiéndonos en demandados. Les plantamos cara . Eso es lo único que hace falta, que alguien les plante cara. Y de esta forma perdieron porque no tenían un caso legítimo ", y es que, como decimos, Gearbox se negó en redondo a aceptar el acuerdo que le proponían y por el que Sega debía pagar. Para Pitchford es el mercado el que debería juzgar a un producto, y no el sistema legal, ya que el mercado es "desapasionado, recompensando lo que les gusta, y castigando lo que no".