Yoshi's Woolly World
- PlataformaWiiU8.5
- GéneroPlataformas
- DesarrolladorNintendo
- Lanzamiento26/06/2015
- TextoEspañol
Yoshi's Woolly World
Nintendo saca de su mejor sastrería un plataformas único, con patrones tejidos a base de buenas ideas, diseño a la última moda, y con el mejor Amiibo, el Yoshi de lana. Woolly World es un juego fresco y bien atado para este verano en Wii U.
Wii U no está en su mejor momento, sale de un E3 2015 flojito para ella, y Nintendo necesita realmente catálogo de buen peso para que su actual consola de sobremesa no quede relegada al cajón. Esta misma semana llega otra de esas puntadas con hilo que suponen un buen parche para paliar esta situación, Yoshi's Woolly World, el debut del dinosaurio lanza-huevos en la consola como total protagonista y sin la presencia de Mario, pero con un plataformas tan encantador, bien diseñado y prácticamente acertado como los que frecuenta el bigotudo de gorra roja. Un mundo de telas, hilos, botones, costuras y cremalleras que se saca del bolsillo una de las figuras Amiibo más preciadas y llamativas de toda la vasta colección, el histórico Yoshi de lana, lanzado simultáneamente y en tres ediciones diferentes con este nuevo título que indudablemente viene a cargo de los responsables de Kirby Epic Yarn, los estudios Good-Feel Games.
No habíamos tenido una aventura lateral de esta envergadura, gameplay y colorido desde los tiempos de Nintendo 64 y aquel mítico Yoshi's Story, cartucho no tan bueno en comparación con Super Mario World 2: Yoshi's Island pero del que Woolly World recoge muchísimo, pone al día y reinterpreta en su formato mejor hilvanado. Como una máquina de coser precisa e imbatible pese a los años, resulta perfecto el entrelazado de las texturas y pliegues por los que nos lleva este desfile de niveles largos, puzles y muchísima exploración minuciosa que deja a un lado los desenfrenos, los tiempos límite, los diseños en busca de dificultades desesperantes o la repetición de situaciones. Sigue la línea de los últimos grandes plataformas de la compañía aunque con un esquema, en general, más lento y sosegado, típico Yoshi. Y hace de cada fase un mundo y mecánicas únicos, añade cooperativo a dos perfectamente integrado y natural, y consigue esa accesibilidad para llegar a los títulos de crédito pero verdadero desafío si lo que se quiere es explorar el 100% del producto, que mayoritariamente se querrá dado el constante incentivo al coleccionismo obsesivo.
El detallado y preciosista Woolly World es tan largo y duradero como cada jugador quiera, de hecho sorprende su novedoso Modo Relajado, opción de dificultad extremadamente fácil para dar juego a cualquiera, incluso al que nunca haya tocado una videoconsola. En esta opción Yoshi es casi invulnerable, vuela con facilidad y encuentra muchas pistas visuales para superar todos los retos y rompecabezas del camino. Desde luego, no es un modo para los que somos jugadores habituales, pero sí puede servir para ir poniendo un mando entre las manos a los más pequeños o poder hacer que nuestra abuelita se una a la partida con facilidad y disfrute plenamente -tanto como nosotros- de su propuesta e inteligentes diseños cargados de buen gusto estético, hasta con giros de cámaras esporádicos en busca de nuevas perspectivas y situaciones.
Éste es el proyecto más grande de Good-Feel Games y un marcado salvavidas para la consola en la que se estrena en exclusiva, pues les han dejado una licencia fuerte con el planeador. Nintendo vuelve a tirar de sus marcas y personajes centrales para los mejores juegos, sí, pero desde luego este Woolly World se respira diferente, aporta frescura visual y jugable, y puede considerarse ya uno de los juegos de este verano, especialmente por su idiosincrasia multijugador, giro al nivel del que impuso New Super Mario Bros Wii con su multi. Hablamos de la mecánica de siempre en los juegos Yoshi, pero para uno o dos jugadores, con los dinosaurios teniendo que coordinarse y recoger las 5 margaritas para intentar acceder al bonus final de nivel, enfrentándose a los Shuy Guy, buscando llaves e interruptores, poniendo huevos con sus enemigos devorados o apuntando al disparar. Todo con unas animaciones impresionantes adaptadas a cada situación.
Pero todo esto, llevado a un entorno muy cambiante y cargado de trucos gráficos dada la naturaleza de sus superficies y escenarios, genera un nuevo planteamiento donde cada textura, según si es lino, seda, poliester, cuero, terciopelo, pana.., presenta un tacto y físicas concretos, y donde tirar de un pequeño hilo puede dar la vuelta a una situación creando un sorprendente descosido que abre nuevos caminos, trampas y elementos. La excusa argumental es el nuevo secuestro de Kamek a decenas de Yoshis de distintos tipos y colores, convirtiéndolos en lana. A partir de ahí, empieza un largo camino para buscar los 5 ovillos de cada nivel para salvar a todos estos amigos, los sellos de Miiverse escondidos, un buen puñado de destellos para comprar ventajas posteriormente, las margaritas, etc.
Antes de entrar en cada fase podemos gastar destellos acumulados comprando ventajas, refuerzos como más resistencia, más tiempo en el aire, pistas para encontrar secretos, huevos gigantescos, tiempo de inmunidad, o incluso capacidad para saltar el nivel entero. Esto es totalmente opcional, pero sirve para los que buscan coser del todo cada uno de los más de 50 niveles, cortar toda la tela disponible descubriendo la gran cantidad de secretos, atajos, interacciones, coleccionables, posibilidades... La Alta Definición y el mimo artesanal de todas las superficies ayuda a las texturas orgánicas a representar mejor cada material, lo que incita a explorar todas las áreas como si estuviéramos en una sastrería repleta de patrones e ideas distintas.
Un overworld abierto, tridimensional, bastante genérico y sin mucho que hacer más allá de repartir los niveles y las galerías da paso a cada uno de sus 6 mundos, divididos por estilos textiles y materiales. Cada fase es diferente a la anterior e introduce mecánias particulares, como arrastrar pesados Bob-Ombs de acero, movernos entre bufandas en movimiento que bailan sinuosas con el viento, intercalar y balancear lazos para no caer al vacío, hacer y deshacer costuras, buscar solapas para caminos alternativos, mapas que se giran, interconectan las profundidades, quedan a oscuraspor una tela que cae del techo, etc. Muy en la línea de los diseños de niveles de Donkey Kong Country: Tripical Freeze, ya brillante precisamente en esto. Eso sí, paciencia, a partir de la mitad del mundo 2 es donde empieza la auténtica diversión, pues el primero es más bien introductorio y recreándose en lo visual.
También están los disfraces o transformaciones para Yoshi (imágenes de arriba), que salpican muchos de los niveles y convierten al protagonista en un paraguas, un avión, una motocicleta, o un topo, creando variadas pruebas -éstas sí temporales- que añaden algo más de dinamismo e imprevisión a su, en definitiva, muy conocido planteamiento. Hay mucho de plataformeo clásico y repetición de los patrones más conocidos en Woolly World. Esta fórmula clásica no es mala, en absoluto, pero sí que va en contra de la sorpresa y la revolución. Los nintenderos sabrán cazarle los trucos y preverán lo que viene, aunque también disfrutarán más de las referencias al pasado y puestas a punto. Ahora bien, para el nostálgico una de las decepciones importantes viene en la música que, sin estar nada mal y acompañar con identidad cada fase, no recupera apenas ninguna melodía del pasado.
Pese a todas las buenas intenciones jugables, por otra parte es obligatorio decir también que hay niveles menos inspirados o picos de dificultad repentinosque pueden llegar a atascar, con caminos demasiado escondidos o puzlescuya solución parece improbable y finalmente es la correcta. Estosmomentos están ahí, marcando lo que a priori parecía una buena ideavenida a menos o un juego de lógica demasiado sencillo que de repente se complicaen exceso. En general, son muy buenas las sensaciones con los diseños deescenarios, puzles y trucos, pero hay partes que no responden a la altacalidad media de la arquitectura del juego, zonas que no consiguenmantener el tipo.
En su gama de desafíos, también cuentan mucho las ligeras vueltas atrás y la búsqueda de cajas de costura o enemigos para hacernos con más huevos que arrojar, aquí madejas de hilo. Al haber vidas ilimitadas pero sí un círculo de daños máximos que va vaciándose, es importante tener cuidado y controlar las distancias en los frecuentes larguísimos saltos, las cascadas de enemigos en línea o las trampas que se despliegan al tocar unas y otras cuerdas y cremalleras. Ya no está Baby Mario a la espalda y llorando cada vez que nos tocan, pero el nuevo mecanismo de vida funciona perfectamente. Los jefes finales o los niveles secretos son otros elementos interesantes, que aportan todavía más diversidad y nuevas formas de reto.
El multijugador cooperativo, solo en local en una misma pantalla y para dos jugadores, es la gran baza de todo el planteamiento, con un abanico enorme de situaciones pensadas para la coordinación y la ayuda dual, también pudiéndonos comer y arrojar a nuestro acompañante. Es fácil recorrer Woolly World a dobles gracias a la plena compatibiliad de periféricos, pues se puede usar el GamePad, el Wiimote en horizontal, el Mando Clásico de Wii y el Mando Pro de Wii U. La única posibilidad de control que no soporta es la del Wiimote + Nunchuck de Wii. Claro, se le echa de menos modo online, fácilmente integrable y que Nintendo parece haberse vuelto a dejar por el camino de forma incomprensible para quienes no están al lado físicamente y disponen de una Wii U cada uno. En pleno 2015...
Respecto a los Amiibos, la mayoría de los disponibles desbloquean skins características de cada personaje para la Colección de Yoshis rescatados. Los nuevos de lana nos abrirán el acceso a personalizaciones imposibles de obtener de otra forma, aunque es un desbloqueo meramente estético. No afecta a la jugabilidad controlar a unos y otros de un color o textura concretos, ya sea Samus-Yoshi o Link-Yoshi. Hubiera sido magnífico que cada Yoshi tuviera un comportamiento teniendo en cuenta que hay casi 70 diferentes.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.