Los 10 peores juegos de Star Wars
Star Wars vuelve a estar de moda, tanto por la nueva película que está en camino como por las expectativas generadas alrededor de Star Wars Battlefront. Pero las licencias de juegos han tenido momentos más turbios. Estos son los peores juegos de Star Wars.
Sea uno fan absoluto de Star Wars y el universo que creó Lucas o simplemente se disfrutara en su momento con la trilogía original. Cualquier posición positiva respecto a un mito del cine como dichas películas responde con expectación y alegría ante lo que hemos visto esta semana. No se trata solo del “Chewie, We’re Home” de Han Solo, sino de la sensación que después del paso, con más sombras que luces, de la que fue la nueva trilogía, lo que se avecina en noviembre es un retorno a los orígenes. Lo que los fans quieren. Y con Star Wars: Force Awakens también llega para el mundo de los videojuegos una propuesta esperada. Star Wars Battlefront, del que poco supimos más allá de que estaba en desarrollo. Las expectativas con el juego de DICE, altísimas. Pero, ¿Ha sido siempre así? Ya podemos avanzar que no. Los juegos de Star Wars, como tantas otras licencias llegadas del cine, han ofrecido resultados de todos los colores. Por eso en Meristation nos decidimos a repasar los 11 peores juegos de Star Wars, propuestas que esperamos, no se repitan en el futuro ahora que el Halcón Milenario vuelve a primera línea.
Corría el año 2000 cuando salió a la venta en PC Force Commander, un título que en nuestro análisis definimos como una manera clara de explotar una licencia en el peor sentido de las definiciones. El juego era del género de la estrategia en tiempo real, ambientándose en el universo de la Guerra de las Galaxías. Una fórmula que ha funcionado con muchas licencias pero que no tuvo la suerte de cuajar como se podía esperar teniendo en cuenta la cantidad de elementos que se podían disfrutar en este tipo de batallas. Los motivos que lo hicieron fracasar fueron varios: gráficos que no estaban a la altura de la época en la que salió, unos controles muy poco intuitivos y con una respuesta discutible, y una jugabilidad muy irregular en general hicieron que no estuviera ni a la altura de la licencia ni tampoco de los grandes del género de los RTS.
Si Star Wars estuvo de pega en alguna plataforma, eso fue en Playstation. Ya nuestro análisis advertía que Lucas Arts seguía sin superar su reto personal de programar un videojuego con buenas críticas sobre el universo de la Guerra de Las Galaxias. Lo cierto es que Demolition fue un título que salió al revés de lo esperado. Se intentó equiparar en la consola de Sony el trabajo hecho con Racer para Nintendo 64, pero el resultado fue mucho peor. El título no destacaba en ningún apartado, siendo especialmente flagrante el control de las naves o los gráficos, poco convincentes y alejados de los estandartes mínimos. Lo peor, eso sí, es que el título se hacía aburrido a las pocas partidas, algo que le condenó por mucha licencia que hubiera de por medio.
Star Wars: Masters of Teräs Kasi
Cuando uno piensa en Star Wars le vienen a la cabeza una gran cantidad de géneros a los que se puede adaptar perfectamente este universo. Pero seguramente uno de los que menos se nos pasaría por la cabeza es el de la lucha. Está claro que el tema de los sables láser es más que sugerente para intentar hacer un juego de este tipo, pero no tal y como se ejecutó. Y eso que la idea de poder luchar cuerpo a cuerpo y con un botón pasar a usar armas como en Soul Blade era atractivo, pero si en un juego de lucha la respuesta del personaje no va acorde con lo que pulsamos, apaga y vámonos. Si a esto añadimos movimientos vergonzosos en animaciones -aunque no lucían mal a nivel visual- el resultado es el de otro juego olvidable que intentó aprovechar el tirón de la marca Star Wars y que nunca pudo compararse como hubiera querido con Tekken 2, juego estrella de la época.
Hace unos tres años apareció por fin una de las primeras ideas con las que se presentó Kinect y su propuesta de control sin mandos. Un juego que pretendía ofrecer un tour sobre el universo Star Wars mediante el periférico de Xbox 360. La idea de poder controlar un sable láser con movimientos realistas es siempre atractivo, pero no acababa de funcionar como otras mecánicas que por la naturaleza del dispositivo no respondían como se esperaba. Si a ello añadimos que el juego era excesivamente fácil, sin desafío alguno, y que para los fans de Star Wars lo que se ofrecía era algo infantil y desconectado del universo que conocen, la realidad es que se esperaba bastante más de esta propuesta que tampoco pudo relanzar Kinect como se podía pensar.
Star Wars The Clone Wars: Héroes de la República
Con la vorágine de la guerra de los clones llegaron varios juegos a las consolas de la pasada generación de consolas. Uno de los que acabó fracasando fue Héroes de la República, un título que no consiguió cuajar ni entre los amantes de las aventuras de acción ni tampoco entre los aficionados del universo Star Wars. Estábamos ante un juego con muchos guiños y personajes de la saga, un gran apartado sonoro y elementos atractivos dentro del universo, pero se fracasó en la ejecución de la fórmula: el título era largo per monótono y repetitivo por su simpleza jugable, además de tener varias mecánicas imprecisas que nos podían hacer caer en el desespero. Otras siutuaciones caóticas o un apartado técnico desfasadísimo no jugaron a favor de un título que pasó con más pena que gloria.
Star Wars: Galactic Defense
Una franquicia como esta no puede faltar tampoco en sistemas móviles como es el caso de Galactic Defense, un juego que se basaba en el género Tower Defense pero adaptando armas y emplazamientos en el universo de Star Wars. El resultado final fue bastante alejado de lo mínimo exigible para un juego de la saga -aunque ya hemos visto que no es precisamente algo que haya pasado pocas cosas- y se conformó un videojuego excesivamente simple y repetitivo que se hace poco atractivo a las tres partidas. El juego acaba siendo un Tower Defense básico que no aprovecha las posibilidades que le brinda Star Wars. Siendo uno de los primeros juegos aparecidos tras ser una licencia en manos de Disney, las expectativas no eran muy elevadas, aunque la cosa pinte bastante mejor en Battlefront, salvando las distancias y diferencias entre proyectos, claro.
Star Wars: duelos de sables de luz
Si la propuesta de Kinect no cuajó, tampoco lo hizo años atrás una propuesta que tenía muchos más números para salir redonda que aquella: duelos de sables de luz. En Wii la revolución del wiimote hacía que juegos como estos pudieran encajar a la perfección con las particularidades del control, pero por desgracia cuando apareció este juego todavía no se había publicado el wiimote plus y eso se notaba: el retardo de milésimas de segundo, la malinterpretación de ciertos movimientos y trazados y la locura de mover de manera aleatoria el brazo para hacer ataques acababan por deslucir una propuesta jugable que sobre el papel, combatir con sables contra amigos, era de lo más interesante. Las carencias del manejo no eran los únicos problemas, ya que también contábamos con una plantilla de personajes muy limitada y no tenía modo online para disfrutar más allá del modo local.
Star Wars: Flight of the Falcon
Gameboy Advance era una plataforma portátil, pero no por ello era un lugar en el que no se pudieran ver juegos de la saga Star Wars. De hecho, no son pocos los títulos de este universo aparecidos en formato de bolsillo, aunque muchos han acabado siendo grandes fracasos como este Flight of the Falcon. El juego se basaba en misiones de los capítulos 4, 5 y seis de las películas, pero el resultado final estaba tan alejado de lo que uno podía esperar de un título como el suyo que la decepción es mayúscula. Control frustrante, animaciones muy tristas y misiones en las que solo tenemos que ir de un punto a otro, todas tremendamente similares entre sí que por lo tanto hacían que la experiencia fuera aburrida y repetitiva. El motor 3D tenía problemas de framerate evidentes.
Estamos ante uno de los juegos de la saga que menos nota recibió en Meristation, y eso siempre significa cosas malas. Y en Xbox el juego que llegó fracasó estrepitosamente por varios motivos. Tener a Obi Wan como gran reclamo supone también una gran responsabilidad, y LucasArts no estuvo a la altura, con un trabajo mediocre donde la voluntad de exprimir la gallina de los huevos de oro era de lo más evidente. Una dificultad mal ajustada, una IA de los enemigos tremendamente pobre, gráficos muy por debajo del potencial de Xbox, dos modos de juego en los que uno no sabría decir cuál es peor, una cámara que nos jugaba malas pasadas constantemente y una jugabilidad, en general, aburrida y mal calibrada. Un desastre de juego que cogió una buena idea la lanzó a la basura con la propuesta.
Star Wars Jedi Arena
No podíamos cerrar el reportaje sin un Star Wars de hace décadas, un clásico que tampoco cosechó buenas críticas en su momento. Aunque haya pasado mucho tiempo, el Jedi Arena que apareció en Atari 2600 y que era el cuarto juego que se hacía de la licencia acabó siendo un fracaso por muchos motivos. Además de tener un mal sonido, algo que normalmente se salva de los juegos de Star Wars, tenía un control tremendamente simple para una fórmula sorprendentemente aburrida: básicamente estábamos jugando a una especie de juego de tenis o Pong disfrazado de Star Wars mientars devolvíamos mísiles enemigos con nuestro sable láser. Sin modo cooperativo ni una fórmula que mostrara elementos de interés pasadas algunas partidas. Simple, poco conectado con la realidad de Star Wars y un ejemplo de mal uso de licencia que se fue repitiendo en juegos posteriores.