Assassin's Creed Rogue, análisis

Este análisis se centra en el rendimiento y las características propias de la versión de PC. Para consultar referencias a la historia, duración u otras características podéis acceder al análisis de PS3 o 360 haciendo clic aquí.

Hace poco menos de medio año los usuarios de PS3 y Xbox 360 vieron como sus consolas no eran olvidadas por Ubisoft llegando a ellas una entrega completamente exclusiva de la saga Assassin’s Creed. Pese a que en un principio no estaba en sus planes, el pasado mes de octubre la compañía francesa confirmaba que los usuarios del teclado y del ratón también contarían con su propio port de Assassin’s Creed Rogue, port que llegó esta misma semana a nuestros ordenadores.

Como decimos, Rogue es un juego destinado a las consolas de vieja generación y eso se nota también en PC dado que el acabado gráfico en cuanto a impacto visual está bastante alejado de Unity que pese a sus intolerables bugs y fallos de optimización nos dejaba la sensación de que estábamos hablando de algo grande a nivel gráfico y de movimientos de objetos en la pantalla cuando, extrañamente, todas las cosas funcionaban como debían.

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A nivel visual, esta entrega la podríamos considerar más bien una especie de expansión de Assassin’s Creed Black Flag, pero con algunas pequeñas diferencias, ya que hemos podido ver como mejora el rendimiento de este último en una buena gama de equipos pero también, como se nota el reciclaje de algunas animaciones que hace que en ocasiones nos dé la sensación de que esta entrega esté un poco por debajo de la del año pasado en cuanto a calidad técnica en PC.

Esto se nota sobre todo en los rostros de los personajes, que a veces cuentan con unas animaciones algo toscas, algo en lo que nos fijaremos en ocasiones cuando las cámaras enfocan en primer plano a los diferentes personajes que nos encontraremos a lo largo de nuestra aventura. Otro de los problemas que nos encontramos con Rogue es con ciertas dificultades a la hora de cargar texturas, con continuos casos de popping con determinados objetos sobre todo en tierra, donde la carga gráfica es mayor, pero también en alta mar, lugar donde el juego luce con mayor impacto. Caben destacar también algunas animaciones un poco toscas en los combates que a buen seguro son culpa del evidente reciclaje que se ha hecho de ellas con respecto a otras entregas y un extraño problema a la hora de vislumbrar los rostros de los PNJ en la lejanía, dando la sensación de que no se cargan del todo cuando nos alejamos unos metros y que están recortados para cumplir cuando observamos un paisaje o una zona en su conjunto.

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También nos hemos encontrado con algunos pequeños bugs sin importancia y bastante aceptables dentro de un juego de mundo abierto que no afectarán en demasía al juego (las típicas partes de la capa que atraviesan algunas texturas o este mismo problema atravesando algún personaje que otro en algunas colisiones, algo ya bastante común en la saga).

Sin embargo, Assassin’s Creed también tiene una parte positiva ya que, pese a no sorprender en PC lo cierto es que en su conjunto el juego si resulta lo suficientemente atractivo a nivel visual, permitiéndonos sumergirnos en la aventura y observar un entorno con un buen número de detalles y un montón de cosas reflejadas en nuestra pantalla. Como hemos dicho hace unas líneas, esto se acentúa en el mar, momento donde Rogue se siente más cómodo y donde más nos entrará por los ojos, con un trabajo en las texturas y las físicas del agua realmente bueno y con un montón de vida y eventos pasando a nuestro alrededor, como las rutas de los diferentes barcos, un banco de peces o de pájaros, etc.

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Además también hay que destacar que en esta ocasión Ubisoft ha aprendido de los errores de Unity y Black Flag y por fin nos ofrece un juego bien optimizado para PC que funcionará en un buen número de equipos. Antes de seguir hablándoos de esto vamos a compartir con vosotros los requisitos mínimos para que os pongáis en situación:

Requisitos mínimos

Estos requisitos son bastante similares a los que nos encontrábamos en Black Flag y además nos permitirán ejecutar el juego en casi cualquier ordenador del mercado. Además el título cuenta con las suficientes opciones gráficas como para retocar los gráficos a nuestra elección para alcanzar la mayor fluidez posible con el juego. En nuestro caso en particular, con un procesador i7, 8 GB de RAM y una gráfica GTAX 770 de 4 GB hemos podido ejecutar el juego con todo en ultra sin ningún tipo de problema a 60 FPS inalterables ante cualquier situación.

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Por último haremos una pequeña mención al manejo de nuestro personaje en PC que resulta exquisito. La distribución de los botones para las diferentes acciones no podría estar mejor escogida y nos hemos hecho con ella desde el primer momento y el sistema de apuntado con el ratón (amén del movimiento de cámara) también está muy bien implementado, con un trabajo casi digno de un FPS. De hecho, si somos hábiles apuntando con nuestro “mouse” no nos hará casi falta utilizar el disparo intuitivo disponible con la tecla F. Además también tenemos compatibilidad con mando. Por último, comentar que este juego de Ubisoft es el primer triple A que utiliza la tecnología Sentry Eye Tracker de SteelSeries, que nos permite desplazar la cámara en función del punto de la pantalla que estemos observando con nuestros ojos, algo que no hemos podido probar debido a no contar con los materiales necesarios.