Homeworld Remastered Collection, análisis

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Uno de los centinelas atemporales de la estrategia en tiempo real (RTS) y de los únicos con campo de movimiento tridimensional regresa a los ordenadores en formato remasterizado volviendo a demostrar por qué fue influyente y por qué su huella espacial aún hoy es imborrable. Han pasado 16 años desde que Relic Entertainment (Company of Heroes, Warhammer 40.000: Dawn of War...) estrenara Homeworld bajo el sello de Sierra, 12 años desde que se lanzó su continuación, Homeworld 2. Y ahora ha llegado la hora de remasterizar ambos titulazos para traer de vuelta, no solo una fórmula que sigue funcionando perfectamente pese a los cambios generacionales, sino también una puesta a punto audiovisual que ya quisieran muchas otras remasterizaciones -o refritos- de los que nos estamos encontrando con frecuencia estos años.

Homeworld Remastered Collection está al cargo de la gente de Gearbox (Borderlands) tras adquirir la marca de las arcas de THQ, pero en su código actualizado han trabajado diseñadores de los originales, gente de Relic tan volcada con el juego y la todavía ferviente comunidad que tenían todos los conocimientos para lograr una proeza técnica como son este par de revisiones. Por 31,99 euros en Steam, un precio algo elevado teniendo en cuenta la naturaleza y antigüedad de los títulos de PC aunque un regalo si somos conscientes de que nos están dando cuatro juegos, esta Collection se nutre de los originales Homeworld 1 y 2 clásicos. A ellos se suman los remasterizados Homewold Remastered y Homeworld 2 Remastered, y un acceso directo a la beta multijugador que se abrirá posteriormente y no se conforma con remodelar los modos, naves y mapas de antaño, sino que conbina ambos juegos en un único encuentro, mete elementos que creó la comunidad, abre herramientas para modders y deja enfrentar a las razas de Homeworld 1 y 2 en partidas de hasta 8 jugadores. Comparativa gráfica:

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Revivir la batalla, hora de abandonar Kharak

De esta forma, el usuario que se hace con esta Collection no solo se lleva a casa las remasterizaciones y su multijugador mejorado, sino que también tiene la opción de conocer o recordar los clásicos y hacerlos correr perfectamente sobre sistemas operativos a la última. Pocas remasterizaciones hemos visto tan completas y tan notables en cuanto se comparan versiones. No hablamos de un remake de las clásicas batallas erntre kushanos y taiidanos, claro, pero sí una revisión trabajada. El nivel de revisado gráfico, en texturas, iluminación, detalles, efectos... es formidable y deja muy atrás a lo que vimos en su día. También se rehacen menús desplegables e interfaz general de partida, acomodando un poco los comandos a los tiempos que corren y lo que hoy está estandarizado en el género, aunque sin perder ni un ápice de identidad.

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Para quien no sepa cuál es el punto de partida de Homeworld, su planteamiento base nos cuenta una epopeya espacial bastante bien hilada que nos invita a controlar y gestionar la vasta flota de los kushanos, residentes del planeta extremo Kharak que siempre han creído en su tradición arraigada a esta forma de vida pero que pronto en la trama descubren que su mundo hogar, su Homeworld, en realidad es otro que fue arrebatado por razas hostiles. Su marcha al espacio con toda la flota aérea y primeras misiones de exploración dan paso a una campaña extensa a lo largo de 16 actos, más de 30 capítulos entre los dos juegos, donde iremos aprendiendo a dominar los fundamentos y posibilidades avanzadas de Homeworld, ya que los pilares son sencillos de aprender y el jugador encuentra pronto que sabe ejecutar bastantes movimientos principales, obtención de recursos, creación de unidades, ataques, defensas, preparaciones, etc.

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La épica espacial del conjunto sigue siendo una de las claves en las remasterizaciones de Homeworld, no se ha perdido. Ahora, además, nos llega con banda sonora mucho más limpia en sonido, nuevo doblaje -en inglés- al cargo de los actores de entonces para conseguir una atmósfera de audio más nítida y un elenco de efectos sonoros inéditos que sientan de maravilla al conjunto. Éramos muchos los que esperábamos una remasterización de un par de clásicos de los RTS como las dos entregas centrales de esta serie, muchos todavía jugadores asiduos que estaban detrás del trabajo de Gearbox para mimar como es debido la saga que popularizó el movimiento 360º en las batallas espaciales. No se queda atrás en resoluciones, HD, Ultra HD y 4K, ganando también en ángulos de cámara o disposición de los menús preparados para monitores rectangulares.

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¿La factura de los años?

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Una de las grandes metas a superar por toda reliquia remasterizada es saber aguantar el tipo en los tiempos que corren con su propuesta de hace más de una década. Por suerte para Homeworld, su fórmula y mecánicas eran revolucionarias en su día, fueron influyentes y no han encontrado rival en algunos de sus elementos todavía hoy. A esto se suma la IA en las partidas contra la CPU, coherente y aún ahora exigente. Esto hace que dentro de la estrategia en tiempo real este par de juegos sigan siendo eficaces, profundos, súper adictivos, divertidos desde el principio, dinámicos, exigentes a la larga y hasta vistosos gracias al remozado técnico. Gran parte del acierto viene en su sistema de equilibrios, donde toda unidad tiene su anti-unidad, su contrarrestador, lo que nos obliga a jugar agrupando.

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La principal diferencia de este duelo galáctico sobre otros de su género reside en el total movimiento 3D, es decir, que no solo tenemos gráficos poligonales pero movimiento plano como en Ground Control o Star Wars: Force Commander, sino que aquí el movimiento es a lo largo, ancho y alto del vasto y asolado espacio, en las tres dimensiones espaciales, lo que permite fundamentar estrategias mucho más sofisticadas e interesantes de lo que cabe imaginar a simple vista y es convencional en los RTS. Recolección de recursos, empleo de éstos en creación de ejército y defensas, y fase final de ataque frontal. Los pasos tradicionales de la estrategia en tiempo real están, pero con un enfoque como nunca antes habíamos visto y una importancia extrema dada a la posesión equilibrada de todas las piezas de un ejército bien compensado. Aquí no basta con una suma ingente de unidades de un mismo tipo, se busca la sinergia y refuerzo entre ellas gracias a su variedad.

Éste, entre otros factores, hace que hoy sus claves jugables sigan siendo eficaces. Pero, al mismo tiempo, Gearbox sabía que había detalles por pulir y ha aproivechado para implementar pequeños cambios que hasta el fan recibirá bien. Uno de los más importantes en la disposición de los botones del HUD o interfaz de juego, ahora más ordenados y con casillas mas amplias para clicarlos con comodidad. También se agranda ligeramente el menú de opciones desplegable de cada unidad. se suaviza el disco de movimientos o se resaltan las barras de estadística (combustible, estado, etc.) de cada nave y partes de la mothership. Hay algunos efectos de audio y puesta en escena que ayudan a comprender mejor qué está ocurriendo en partes como los puntos generadores de gravedad o los almacenes de recursos.

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Refinado ejemplar

Había más puntos por limar, algunas inconsistencias gráficas aceptablesen la época, como el talante incorpóreo de todas las estructuras que nosdejaban meter la cámara dentro y contemplar el feo armazón poligonalque las formaban, también se han arreglado, dando a las naves solidez yopacidad, sin posibilidad de atravesarlas con nuestra cámara libre. Homeworld 2 contó con un paso adelante visual respecto al primero, y estas remasterizaciones parecen partir de aquel para llegar más lejos en términos técnicos y contar con las texturas, resolución e iluminación que cabe esperar hoy.

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Siguiendo con lo gráfico, el espectáculo en pantalla es impresionante en cuanto hay decenas de unidades cruzando fuego y serpenteando en el vacío del colorido y brillante espacio, dejando una estela con su vuelo que también se ha perfilado y es más realista que la simplona línea azulada de hace 16 años. Ganan en detalles las texturas, ahora con iluminación dinámica y reflejos suaves, o los misiles y bombas, también con explosiones de mayor definición y fogonazo al impactar. Todas las naves han contado con un lavado de cara y pulido en su apariencia, con más nitidez, efectos de rugosidad del material, orificios más marcados, armazones algo redondeados y no tan angulosos... Su movimientos son más fluidos y naturales, también los cambios de cámara cuando acudimos al sensor de largo alcance o nos desplazamos por el área de acción.

Hay nuevas cámaras y mayor facilidad para el movimiento de éstas. También un entorno más sugerente y que juega mejor con los focos de luz estelar o de las propias aeronaves. Planetas en la lejanía, preciosos fondos estrellados con tonalidades de diverso rango, partículas en la desintegración de las naves, etc. son otros elementos visuales que reciben una puesta a punto. En definitiva, no podemos hablar de un total remake que cambie el estilo gráfico pero desde luego sí de una remasterización ejemplar y que consigue muy buenos resultados en pantalla. Homeworld Remastered no es un benchmark de género en 2015, ni mucho menos, pero se comporta y no desentona mientras lo miremos con cámara alejada, la habitual.

Luego está la música, con una de las mejores bandas sonoras que se recuerdan en los RTS y una serie de composiciones, a parte del tema central de Yes, que trasportan hasta la soledad del frío espacio exterior como lo conseguía 2001: Una odisea en el espacio, en la que se inspira -entre otras-, por supuesto. Pero si el apartado de sonido en su día fue más que formidable con total enfoque circular para venir según donde colocáramos la cámara o a qué unidad nos acercábamos, en esta remasterización todo esto se lleva un paso más allá y se crean nuevos ángulos de escucha y más FX para los zumbidos, acciones, acoplamientos, explosiones... Homeworld 1 y 2 Remastered son verdaderos portentos en audio. También con frases rehechas por completo para una grabación digital más limpia y a cargo de exactamente el mismo equipo de doblaje original (solo en inglés con textos en castellano). Una pasada.

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Multijugador y accesos

Para los que lo jugamos en su día todo es magnífico, modo multijugador incluido con un montón de mapas y unidades, configuraciones, modos, partidas servidas con bastante agilidad y dejándonos controlar también a los Vaygr y los Hiigaran, las razas del segundo juego que aquí están perfectamente equilibradas -al menos de momento- para hacer frente a los kushanos y taiidanos. Todavía en beta este modo, por lo que hemos probado estos días previos al lanzamiento los servidores se mantienen y están todas las opciones que cabría esperar en un competitivo del género. Habrá que ver cómo evoluciona y si desbanca a la enrome comunidad que todavía juega a los originales.

Para los que no lo han jugado nunca y quieren descubrir el poderío de la serie Homeworld, quizá la fidelidad obsesionada de este Remastered por mantener intactos hasta los tutoriales -en líneas generales- lo hará algo arduo y complejo para quienes no conozcan el género o no tengan paciencia con su totalmente libre movimiento espacial y toda la gama de posibilidades que se abre con él. Aprender a jugarlo requiere atención y conocer algunas de las bases de los RTS. Aquí gestionamos muchísimas unidades, en cualquier dirección y de muy diversos roles. También, por último, hay que decir que echamos de menos la expansión del primer Homeworld, Cataclysm (Análisis original), no incorporada en esta remasterización, probablemente por no estar en el canon de lo adquirido por Gearbox al ser de otro estudio.