Molyneux dejará de hablar con los medios

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Peter Molyneux, diseñador del estudio 22 Cans, continúa en el punto de mira de la comunidad de jugadores. El veterano creador de Populus, que inició hace unos años una campaña en Kickstarter para financiar su próximo título, Godus, ha concedido una entrevista a The Guardian en la que se defiende ante las críticas por el retraso del juego en PC.

El proyecto está sufriendo altibajos y el colectivo no cesa de preguntar al diseñador cuál será el futuro de Godus. Molyneux, que ha visto comprometida su reputación, ha contestado que "la única solución es dejar de hablar con la prensa". El diseñador adora sus juegos y le gusta compartirlos con la gente, pero en esta ocasión considera que ha fracasado.

Desde que abandonase el estudio Bullfrog en 1997, Molyneux es conocido por crear demasiada expectación en torno a sus juegos. Godus ha sufrido la misma suerte. La idea se inició en 2012 como un mundo en el que los jugadores podían colaborar para crear una comunidad de seguidores que pudieran interactuar con los mundos desarrollados por otros usuarios.  Si el proyecto salía adelante en los 9 meses que había pactado el estudio, los usuarios que habían apoyado la campaña de crowfunding recibirían una serie de beneficios. Sin embargo, sus planes se vieron menguados por la magnitud del proyecto.

Esto ha provocado la ira de las personas que pagaron para desarrollar el juego, que han manifestado su frustación a través de Twitter y los foros del juego. En este sentido, Molyneux empatiza con los seguidores y responde que lanzaron primero la versión para móviles porque era "más efectiva y eficiente, y en el siguiente juego en el que trabajemos nos aseguraremos de corregir nuestros errores y de que todo se haga de forma privada antes de presentar el juego al mundo".

Molyneux ha admitido que el error del estudio fue la estimación del tiempo que necesitarían para crear un juego en condiciones, pues "se trata de un proyecto que nunca se ha llevado a cabo". Ahora explica que necesitarán de seis a nueve meses para que la gente reciba el juego por el que pagó, un título en condiciones. 

Para terminar, el diseñador ha contestado a las críticas sobre su afán de magnificar los proyectos en los que trabaja, explicando que sus ideas son pasionales y la gente tiende a pensar que están forzadas. Molyneux insiste en que no es así y que a veces estos proyectos no se llevan a cabo porque "son difíciles a nivel técnico o, simplemente, no encajan". Sea como sea, el diseñador tiene claro que la mejor decisión a corto plazo es no hablar con los medios.