Destiny: Profunda Oscuridad

La Profunda Oscuridad es la primera de las expansiones previstas para Destiny, y llega justo a tiempo. Dos meses después de la salida del juego, con jugadores asiduos que ya han alcanzado el nivel máximo (30) a poco que hayan tenido algo de suerte con el loteo de la Raid y los eventos adicionales que han ido apareciendo a lo largo de estas semanas, tocaba nuevos contenidos. Si se quiere alargar la vida útil del juego, seguramente se echan en falta más asaltos y más Raids. Y eso es lo que intenta aportar la Profunda Oscuridad, aunque no consigue desmarcarse de las luces y sombras de lo que ya vimos en el juego original.

El primero de los elementos destacados de esta expansión es el de la presencia de nuevas misiones que amplían la historia. La colmena pretende invocar al dios Crota para destruir la tierra, y la trama se moverá alrededor de un nuevo personaje, Eris. A pesar de ello, el juego sigue adoleciendo de una clara falta de peso en el argumento y la narrativa. Seguramente no es lo más importante, pero sí es cierto que se siguen perdiendo oportunidades para explotar personajes y razas que llenan el universo de Destiny. Eso sí, se ha trabajado para intentar aportar algo más de variedad en el desarrollo de dichas misiones.

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Que nadie se engañe, Destiny es un título que basa sus virtudes en un gunplay acertado y en desafíos en forma de acabar con hordas de enemigos con sus patrones, su IA y su elevada dificultad a medida que subimos el nivel de reto al que queremos enfrentarnos. Aquí sigue siendo lo mismo, aunque la sensación de llegar a un sitio y limpiarlo completamente se camufla por algunas misiones y tareas que vamos haciendo a medida que avanzamos en cada una de las misiones. Pero la esencia se mantiene intacta, y esta es disparar a todo lo que se mueve hasta el final. Eso sí, adolece de otra vez reutilización de zonas que ya conocíamos y que podrían haberse omitido. A cambio nos espera una batalla con un jefe final especialmente desafiante por algunos condicionantes de dicho enfrentamiento.

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Seguramente brilla más el nuevo asalto que las misiones principales, algo que ya sucedía en el juego original. El asalto vuelve a dar una vuelta de tuerca a la fórmula Destiny y nos ofrece momentos realmente tensos a niveles altos, incluido un clímax final digno de mención. Pero parece poca cosa. Después de dos meses hemos jugado decenas y decenas de veces a los asaltos presentes en la entrega original, y añadir solo un nuevo asalto no parece que sea la mejor decisión para el endgame del título. Sobre todo porque las misiones de la trama principal, una vez superadas, pierden un gran interés y dentro de la rueda del endgame del juego (asaltos y raids) se antoja poco añadir solo uno si queremos mantener vivo el interés del título. Los usuarios de Playstation 4 tienen en exclusiva un asalto más durante 2015 ambientado en el Jardín Negro, con batallas con los Vex interesantes pero algo descafeinada comparada con la otra, sobre todo porque el momento álgido de este asalto nos será -ya lo veréis- muy familiar.

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La coordinación es vital, ya que no estamos solo ante un reto que se base en acabar con enemigos. Tendremos algunos tramos de plataformas, pero lo que más destaca seguramente es la zona de los tótems donde tenemos que posicionarnos en equipos de dos para poder cubrir la zona y esperar que nos caiga un arma necesario para poder avanzar. Si no estamos coordinados y dejamos un tótem varios segundos desguarnecido, todo el equipo morirá. El hecho de tener que actuar rápidos con la espada para acabar con los enemigos que nos aparecen le da más tensión. La presencia de enemigos de nivel 32 más adelante y la mecánica del jefe final, la espada necesaria para atacarlo o las limitaciones de regeneración de vitalidad en ciertos momentos, culminan una Raid que puede hacerse algo más corta que la que ya conocíamos pero que exige cooperación constante.

El contenido descargable nos añade nuevas armas y nuevo equipamiento que nos permite subir a nivel 32, dos niveles más de los que marcaba el máximo del juego original. Además, contamos con otras novedades como tres nuevas arenas para el Crisol o más espacios para contratos. De los tres mapas multijugador, los más destacados son Panteón y Caldera, que ofrecen mucha versatilidad y distintos estilos de afrontar la batalla. El tercero, Colapso, se diluye por sus dimensiones y la presencia de vehículos que, como ya pasaba en el juego original, no se aprovechan como se esperaba viniendo de una compañía como Bungie.