Persona Q: Shadow of the Labyrinth
- Plataforma3DS8.5
- GéneroRPG
- DesarrolladorAtlus
- Lanzamiento28/11/2014
Persona Q: Shadow of the Labyrinth
El universo de Persona 3 y el de Persona 4 se funden en un Dungeon Crawler exigente, desafiante y lleno de carisma. Un título pensado para los amantes de la saga de Atlus y los que quieran retos de altura.
Mientras esperamos la llegada de Persona 5, juego anunciado para Playstation 3 y Playstation 4 que saldrá en Europa de cara al 2015, Atlus nos presenta un proyecto de lo más atractivo para Nintendo 3DS. Se trata de Persona Q: Shadow of the Labyrinth. Una entrega que aúna los personajes de Persona 3 y Persona 4, las dos mejores entregas de la franquicia con los personajes que aparecieron también en sus versiones FES y Golden, y los mete de lleno en un título de corte Dungeon Crawler con una buena dosis de fanservice muy bien llevada. Persona Q no será un juego numerado dentro de la saga, pero te atrapa durante horas como pasa con los juegos a los que homenajea.
La fórmula es sencilla y el juego de Atlus va por otros derroteros que se alejan de lo que vimos, por ejemplo, en la última iteración conocida hasta ahora: Persona 4 Golden para PS Vita (sin contar, claro, los Arena centrados en el género de la lucha desarrollados por Arc System Works). Hay tantas similitudes como diferencias con este Persona Q. Lo primero que llama la atención, sobre todo para los fans de la franquicia, es la presencia del elenco de personajes protagonistas de Persona 4 y de Persona 3. Chie, Yosuke, Kanji o Teddie por un lado y Yukari, Jumpei o Akihiko por el otro. El juego es tremendamente detallista en este apartado, y nos sentiremos en una continuación de la trama de nuestro equipo de investigación.
Y es que si algo tienen los Persona es precisamente esa sensación de que una vez terminado un juego, perdemos para siempre –menos en nuestro recuerdo- a los personajes que hicieron grande al título de turno. Sabemos que vendrán otros y que nos atraparán igual, pero esa sensación de vacío existe. Por eso Persona Q sabe jugar con acierto ante estos elementos. Y decimos con acierto porque no estamos delante de un fanservice pensado para saciar la sed de los usuarios, sino ante un trabajo cuidado de principio a fin. Y eso se demuestra en muchos detalles que vamos viendo a lo largo de las más de 50 horas que estaremos para terminar una partida.
Los protagonistas no pierden ninguna de sus características. Al empezar el juego se nos pregunta si queremos basarnos en la vertiente de Persona 3 o la de Persona 4. Esto definirá como afrontamos la trama, si desde el Tartarus o el Midnight Channel, y el grupo inicial de personajes con el que nos relacionaremos. Si vamos a por Persona 4, encarnaremos el protagonista de dicho juego con todo el elenco de compañeros: desde Yosuke a Rise, pasando por la presencia de otros personajes como nuestra sobrina, por poner un ejemplo. Nuestras relaciones conocidas en el RPG de PS2 y PS Vita se mantienen inalteradas, sin ausencias destacadas. A ello, además, se le añade un cruce de mundos con personajes de la otra entrega superado cierto tramo del juego que amplía las posibilidades en lo que diálogos se refiere.
La trama -después de una charla misteriosa con Margaret en la Velvet Room- nos ubica en el instituto de los protagonistas, que celebran un festival en la escuela mientras suceden algunas cosas extrañas. Una misteriosa torre con un reloj aparece en el patio del instituto, y los protagonistas no pueden escapar de esa zona. Empezamos a investigar y acabamos en una zona intermedia, con Margaret sin entender qué está sucediendo. Uno de los detalles que demuestran el mimo con el que se ha tratado Persona Q lo tenemos precisamente en uno de los diálogos iniciales, donde Rise conoce a Margaret y se sorprende porque el protagonista “nos había hablado de la Velvet Room, pero nos dijo que había un personaje con una larga nariz y tu eres muy guapa”. Naturalmente, Rise se refiere a Igor, algo que ya le aclara la propia Margaret.
Los combates también funcionan en primera persona, aunque tienen muchos más elementos reconocibles de la saga Persona. Podremos atacar con nuestras invocaciones, que de nuevo se pueden ir recopilando y fusionando para crear Persona (podremos compartirlas también por Street Pass) todavía más poderosas. Además, se ha subido un escalón la dificultad y desde el primer momento tendremos combates complicados contra enemigos rasos. Aquí es más importante que nunca saber jugar con las debilidades de los enemigos, ya que si por ejemplo asestamos golpes de electricidad que son el punto débil de un rival, esto nos pueda dar un boost que por ejemplo nos permite hacer el ataque sin gastar puntos de magia ni de salud.
Junto a ello es importante también gestionar nuestros recursos, ya que los laberintos son largos y si no estamos bien preparados ni hacemos los combates con cabeza lo podemos pagar muy caro, ya sea con la muerte o teniendo que volver y luego rehacer otra vez todo el laberinto. No faltan elementos como los objetos variados y el All-Out, a lo que se suma una formación previa a las mazmorras en las que no solo decidimos qué equipo nos llevamos a la “guerra”, sino también su posición en combate. Hay personajes, como Teddie o Kanji, que son buenos estando al frente, mientras que otros como Yosuke o Naoto se mueven mejor desde la retaguardia por sus características.
Margaret será nuestra fuente de recursos fuera de las mazmorras. Ella se encargará de curarnos y también de recibir todo tipo de objetos que vamos consiguiendo de los enemigos y que puede transformar en nuevos elementos, como por ejemplo armas. Eso sí, a cambio de un módico precio (algo que es motivo de queja para los protagonistas que se encuentran involucrados en este problema igual que ella misma). El sistema de juego es bastante más esquemático que sus predecesores, teniendo una parte en la que nos ponemos a punto y otra en la que entramos en batallas. Sin interferencias de por medio. El juego cuenta con varias dificultades, siendo la normal ya un reto importante para los amantes de los RPG, dejando las inferiores para quienes quieran disfrutar de los diálogos y las escenas de vídeo, mientras que las dos dificultades más elevadas no dejan margen para el error, sobre en algunos enfrentamientos de envergadura.
A nivel visual, el juego mantiene la esencia de los Persona aunque apuesta por un diseño más cartoon con los personajes reimaginados en formato “cabezones”. Lo mejor, en todo caso, son la gran cantidad de animaciones y expresiones que nos brindan mientras habla, se enfadan, discuten, se preocupan o se sorprenden. El estilo visual permite que sus expresiones faciales sean todavía más verosímiles y encajen con el tipo de personalidad de cada uno. Son lo más destacado junto a los diseños de algunos Persona. Muchos de los enemigos nos serán familiares -como los protagonistas- y seguramente lo único que se le puede achacar al juego es que los dientes de sierra son muy evidentes. Es algo común en los juegos de 3DS, pero a veces parecen algo excesivos. Esto y que los combates, al recrearse también en primera persona, pueden quedar algo deslucidos en lo visual.
Por otro lado, la banda sonora mantiene la línea de la franquicia, con melodías tipo pop japonés que acompaña perfectamente, otras que le dan un toque desenfadado a ciertos momentos y diálogos y otras que saben impregnar intriga y suspense cuando se pide. Los personajes dialogan en inglés a pesar de tener una gran cantidad de conversaciones, algo que se agradece. Y de nuevo, son un elemento clave para exprimir al máximo la personalidad de los protagonistas. A través de la voz también se forma el carácter de cada uno y el trabajo, en este sentido, es más que bueno. Por desgracia, el juego llega totalmente en inglés, algo que para los menos familiarizados con el idioma es un problema ya que hay líneas de texto por doquier.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.