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Heroínas Retro

Bayonetta vuelve por sus fueros, con su mortal danza de disparos y combate a velocidad extrema. Pero antes que ella, otras protagonistas reivindicaron el pabellón femenino en multitud de juegos clásicos. Hoy traemos de vuelta a algunas de ellas.

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Una verdadera tormenta recorre estos días el mundo del videojuego. El segundo título protagonizado por uno de los personajes más carismáticos de entre todos los creados durante los últimos años tiene revolucionado a todo el mundo, con prensa y jugadores aficionados a la acción más desenfrenada boquiabiertos ante semejante despliegue de medios. Bayonetta es, sin duda, un personaje muy especial. Basado en unas premisas que perfectamente podrían haber causado el más radical de los rechazos a muchos jugadores. A saber: diseño artístico muy personal, aunque marcadamente entroncado con el manga japonés (lo cual significa que te puede encantar, pero lo puedes odiar igualmente si no es tu estilo), con algunas referencias a una serie de anime tan especial como Sailor Moon en sus coreografías, bailes y sonido, incluyendo una banda sonora con temas míticos del mundo del jazz, y unas animaciones y capacidad de combate que la sitúan en directa competencia con los Kratos y Ryu Hayabusa que protagonizan los últimos grandes de su género, a los que supera por su endiablada velocidad de movimientos. Sus animaciones, además, hacen gala de una sensualidad exagerada hasta lo caricaturesco que sigue causando polémicas en esta segunda entrega.

Ciertamente, las cosas podían haber salido mal con el primer juego protagonizado por la bruja, pero el talento y la impresionante intuición de Platinum para la diversión más directa nos trajeron uno de los mejores juegos de la pasada generación. Un verdadero monstruo arcadiano de los géneros del beat em up (ya que golpeaba duro con puños y patadas) y hack and slash (puesto que desplegaba gran maestría en el manejo de armas blancas), más que encarnizado rival tanto para la saga God of War como para el recuerdo que los aficionados a los juegos retro guardamos de los beat em up más clásicos, de los que tomaba muchas referencias directas, y que ahora regresa haciendo buena la conocida máxima del más y mejor.

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Lo cierto es que con Bayonetta estamos ante el personaje femenino más destacado de los últimos tiempos, y no sólamente en la esfera del ahora algo alicaído videojuego japonés. Pero nuestra bruja de Umbra y otras muchas heroínas de la actualidad no son precisamente pioneras en su papel, sino más bien las que ahora culminan el lento ascenso de las representantes del género femenino a las diferentes categorías protagonistas del videojuego. Al igual que la mítica Teniente Ripley de Alien originaba en 1979 gran parte de las pautas sobre las que luego se asentarían las heroínas de acción que la sucedieron en el cine (aunque sin poder sospechar siquiera que su hija protagonizaría un videojuego casi cuarenta años después) otros personajes a los que hoy rendimos  homenaje fueron asentando el pabellón femenino entre las protagonistas de videojuegos, con la clara intención de ir ampliando el público al que se dirigían los mismos, mucho más masculino en los tiempos de los juegos que ahora llamamos retro. Sirva hoy nuestro recuerdo para reivindicar su papel, en estos días en que el público ha cambiado tanto y las chicas gamer que estas heroínas intentaban fomentar no son, precisamente, cosa de ciencia ficción. 

Antes de la emancipación

Y es que hasta la llegada de personajes como los que hoy recordaremos, el papel de las chicas en los videojuegos no era para nada el más apetecible. Es más, algunos de los personajes femeninos más famosos de toda la historia de los videojuegos lo son casi exclusivamente en su faceta de damisela a rescatar por el héroe de turno. En esta categoría hay que situar, al menos inicialmente, a personajes tan icónicos como las dos grandes princesas de Nintendo: Zelda y Peach, a las que sólamente el paso de los años convertirían en algo más que simples comparsas que debían ser rescatadas de los malvados por los heroicos Link y Mario. El caso de estas dos creaciones del gran Shigeru Miyamoto es muy relevante, ya que en ambos casos hablamos de personajes muy antiguos y que han ido adaptándose, hasta cierto punto, al paso del tiempo.  En el caso de Peach, ya desde la primera entrega de Super Mario Kart la veríamos entregarse con pasión a las carreras de coches siendo la única protagonista femenina del juego, y llegaríamos incluso a verla convertirse en la titular de un plataformas para Nintendo Ds con el relativamente exitoso Super Princess Peach. Por su parte, la princesa Zelda sufriría muchas transformaciones en su papel principal como damisela en apuros, pero también llegaría finalmente a adoptar nuevos roles al convertirse en el misterioso Sheik, enigmático personaje disfrazado que nos enseñaba nuevas melodías para la Ocarina del Tiempo en el para muchos mejor juego de la historia. Posteriormente aparecería en los juegos de la serie Smash Bros, donde como sabemos la emprendería a golpes con otros personajes de Nintendo, entre los que encuentra también Peach, su compañera de rescates.

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Si bien estas dos princesas de cuento fueron adaptándose y obteniendo mayor protagonismo, lo cierto es que el papel que la mayoría de juegos clásicos reservaban a los personajes femeninos es bastante similar al de la pobre Guinevere (o Prin-Prin según regiones), la princesa de cuento estereotípica hasta la náusea a la que el bravo Sir Arthur rescataba en las sucesivas, y casi siempre gloriosas, entregas de la serie Ghosts´n Goblins. Simples damiselas secuestradas una y otra vez que servían como pretexto para las aventuras de los videojuegos de antaño y a las que veíamos casi exclusivamente en las introducciones de los mismos, para volver a ser mostradas en los finales en el hipotético caso de llegar a consumar el rescate.

En esta vertiente hay que inscribir a tantos personajes que es imposible nombrarlos a todos. Y no siempre hablamos de personajes humanos, ya que muchas de estas princesitas rescatables eran más bien antropomorfas, y conocimos también un gran número de personajes inclasificables del estilo de las damiselas en problemas del viejo Snow Bros. También alguna protagonista femenina muy antigua como el personaje que protagonizaba Ms Pacman, cuyo unico atributo para identificarlo como fémina era un lazo rojo y unos labios pintados que la distinguían del anterior Pac-Man. Afortunadamente, las predecesoras de Bayonetta y equivalentes a Ripley en el mundo del videojuego irían cambiando este guión. Recordamos hoy a una selección de estas pioneras

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LAS GRANDES HEROÍNAS DEL OLIMPO RETRO

Samus Aran

Samus es uno de los  personajes femeninos más reconocibles para los jugadores, puesto que ha sido la protagonista de algunos de los mejores juegos que el medio ha conocido. Cazarrecompensas embutida en un traje robótico, sus habilidades han ido evolucionando manteniendo inalterada su base, a través de las sucesivas generaciones de consolas de Nintendo, máquinas que no se han quedado nunca sin verla enfrentarse a Mother Brain, Ridley y el resto de enemigos de la saga Metroid. Los laberínticos escenarios por los que batalla han sido testigos de uno de los mejores saltos realizados por saga alguna desde el mundo bidimensional al tridimensional, con el impresionante Metroid Prime para Gamecube, un juego que doce años después de su lanzamiento no parece muy desfasado técnicamente. Pero antes, Samus ya había protagonizado otro título impresionantemente absorbente que consolidaba para el futuro el subgénero que hoy conocemos como MetroidVania, con el monumental Super Metroid para Snes. Ambos están por méritos propios entre los mejores videojuegos de la historia, aunque originalmente la heroína que los protagoniza y a la que ahora saludamos como una de las féminas más destacadas del mundo del videojuego no fue concebida con esta idea en mente.

Yoshio Sakamoto, nombre clave en la creación del personaje y el desarrollo de la saga, ha declarado en ocasiones a los medios que la decisión de que Samus fuese una chica se tomó con el desarrollo del primer Metroid ya bien avanzado, cuando la idea se le ocurrió a uno de los miembros del proyecto, y es conocido el hecho de que el manual de instrucciones del juego original no se refería a ella como un personaje femenino. Es más, la única manera que el jugador tenía de enterarse de tal cosa la constituían las diversas escenas finales en las que nuestra protagonista se quita el casco para revelar su rostro, y que terminarían convirtiéndose en una tradición de la saga. Siempre embutida en el traje robótico que hemos visto crecer en detalles y poderes a lo largo de casi tres décadas, desde luego nadie podrá acusar a Nintendo de haberla utilizado como una mujer objeto, ya que sólamente en tiempos muy recientes la hemos visto interactuar fuera del traje, en los recientes Metroid Prime 3 y, sobre todo, en el último episodio de la saga hasta el momento, el controvertido Metroid: Other M que intentaba dotar a la serie, y por consiguiente a Samus, de un argumento mucho más presente a lo largo de todo el juego, y nos permitiría escucharla hablar con voz femenina.

 

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Jill Valentine y Claire Redfield

El lejano 1996 nos traería heroínas de videojuego que se convertirían en auténticos referentes, especialmente con la Lara Croft de la que hablaremos después. Pero estos meses de gran algarabía en la primera Playstation nos traerían otro grandísimo mito que también contaba con protagonista femenina si bien no de manera exclusiva, ya que Jill Valentine compartía protagonismo con Chris Redfield en el primero de la saga Resident Evil.

 

Título definitorio del género del Survival Horror que ahora intenta volver al primer plano, el Resident Evil que daba el pistoletazo de salida a la saga no necesita muchas alabanzas a estas alturas, definitorio de una serie que ha evolucionado en las más variadas direcciones tras sus comienzos y rodeada siempre de controversias ante muchas decisiones creativas. Pero hoy es momento de recordar a sus primeras heroínas, personajes que vivieron aventuras en las que los enemigos eran más poderosos y que tuvieron que hacer mucha mejor gestión de la munición y otros recursos que bastantes de sus sucesoras, en esta saga y en casi todas. Si Jill protagonizaba junto con su compañero del ya mítico grupo STARS la primera entrega de la serie, para volver en la tercera, Claire Redfield se convertiría en un personaje incluso más importante tras protagonizar junto con Leon S. Kennedy el tremendo éxito que constituyó Resident Evil 2 para Playstation, que terminaría vendiendo casi cinco millones de copias y siendo uno de los títulos más recordados del sistema. Nuestras dos protagonistas lo pasaban bastante mal en estos juegos ideados por Shinji Mikami, y ciertamente nos parecen bastante entroncadas con la Ripley que también se veía superada por la situación en la Nostromo. Los primeros lanzamientos de la saga tendrían la característica común de ofrecer un protagonista masculino y a una de estas heroínas, cada una de las elecciones con diferentes efectos en cuanto a la jugabilidad. No sería hasta la tercera entrega, el gran Resident Evil: Nemesis que veríamos a Jill protagonizar un juego de manera exclusiva.

Por su parte, Claire volvería para protagonizar otro de los grandes de la saga, el también impresionante Resident Evil: Code Veronica, de nuevo acompañada. Posteriormente, el peso específico alcanzado por estas heroínas mata-zombies en el conjunto de los personajes de Capcom llevaría a Jill a una situación que posiblemente no deseaba: pelear contra personajes de Marvel en la saga Marvel Vs. Capcom. La policía de Racoon City a la que las cosas se le complicaron  bastante en una noche de tormenta, la emprendería a puñetazos con el mismísimo Hulk mientras formaba pareja de lucha con Zangief de Street Fighter. Mala suerte la suya, son gajes del oficio.

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Chun Li y Mai Shiranui

La lucha bidimensional que arrasaba en todo el mundo allá por los primeros años noventa nos deja un importante elenco de heroínas. Prácticamente todos los juegos del género contaban con féminas entre los personajes dispuestos a no dejar en paz los puños, primero en las recreativas y luego en las consolas de la cuarta generación. Personajes orientados a resultar atractivos al público femenino, pero también con los que comenzó la polémica de la mujer-objeto en los videojuegos a mayor escala, cada jugador tiene sus lógicas preferencias entre ellas y es imposible recordarlas a todas. Nosotros destacaremos a Chun Li y Mai Shiranui por ser, respectivamente, la pionera de entre todas las guerreras de los juegos de lucha y la que seguiría su camino en los juegos de la competencia, la gloriosa SNK con la que Capcom competía sin cuartel en el género.

Con su primera aparición como uno de los ocho personajes que revolucionarían el mundo del arcade, Chun Li iba a redefinir el papel de los personajes femeninos en las recreativas de origen japonés. Si hasta el momento habían sido los secundarios a rescatar que ya hemos citado o algunos personajes enemigos menores (recordemos a Roxy y Poison de Final Fight o a ciertos enemigos de Double Dragon), Chun Li era un personaje primordial y totalmente competitivo en la escena de la lucha desde el primer momento. Dotada de un trasfondo que la situaba como una agente secreta policial que buscaba venganza por la muerte de su padre a manos del antagonista principal de la saga Street Fighter (al que no voy a nombrar), se hizo tremendamente popular entre los fans y prácticamente se convertiría en inclusión obligada para cualquier juego de la saga. Su equivalente en la compañía de las tres letras azules y los cartuchos gigantescos debutaría en 1993 en el Fatal Fury 2 con el que SNK mejoraba en todos los aspectos imaginables su primer intento en el género (por cierto, uno de los pocos ejemplos que no cuentan con personaje femenino alguno). Desde entonces, la popularidad de Mai subiría como la espuma en las sucesivas entregas de Fatal Fury, y todo se multiplicaría al convertirse en uno de los personajes principales de la saga King of Fighters, en el que formaba parte de un equipo de chicas. Algunas de sus animaciones y poses de victoria dieron origen a las primeras polémicas que ahora han llegado a un nuevo nivel con Bayonetta, aunque lo cierto es que la bruja de Platinum es muchísimo mas proclive al destape de lo que nunca lo fue Mai. Los tiempos cambian.

Algunas de las luchadoras que seguirían la estela de estas dos pioneras también llegarían también a ser muy populares, como es el caso de Sakura, la estudiante de instituto japonesa que intentaba atraer a las Kokosei al mundo de los juegos de lucha, King de Art of Fighting  que inicialmente trataba de disimular su condición de mujer y es casi coetánea de Mai, o los personajes de Mortal Kombat como Sonya Blade. El catálogo es ampliable a voluntad.

 

Lara Croft

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El personaje con el que las heroínas de videojuego se hacían mayores. Lara debutaría en 1996 protagonizando un juego tan enormemente influyente como el primer Tomb Raider. Lanzamiento multiplataforma de éxito descomunal en su momento, rápidamente se convertiría en un icono que trascendería los límites del videojuego para convertirse en un fenómeno global. Arqueóloga claramente inspirada en Indiana Jones que se paseaba por escenarios muy logrados para la incipiente era tridimensional, enfrentándose con la fuerza de las armas a diversos enemigos humanos y animales que caían invariablemente derrotados ante ella y realizando todo tipo de saltos acrobáticos. Sus primeros juegos resultarían enormemente influyentes en los géneros de la acción en tercera persona, con un primer lanzamiento que vendería siete millones de copias. Su papel en una época en la que la industria empezaba a alcanzar una dimensión mucho más grande de lo que había sido habitual hasta entonces no puede ser suficientemente calibrado. 

Aunque sus primeros juegos nos resulten hoy complicados de visualizar por su técnica más que rudimentaria a los ojos del año 2014, la dimensión de este personaje en la evolución de medio es la de quien apareció en la portada de revistas que nada tenían que ver con los videojuegos, fomentó todo tipo de debates en la prensa mundial que asistía entonces a la consolidación mediática de los mismos al máximo nivel, y comenzó una saga de películas en un momento en el que no era nada habitual que fuese el cine quien tomase su inspiración de un videojuego. También con ella se hizo mayor el debate sobre el sexismo en los medios, ya que si bien era la protagonista femenina más destacada que habíamos visto hasta entonces, siempre habría que referirse a ella como  un personaje de formas exageradas que fueron ampliamente utilizadas con motivos publicitarios. Todo esto se vería bastante maquillado en el reciente reboot de la saga, con una Lara de escala mucho más reducida y que se toma venganza del Nathan Drake que se inspiró en sus aventuras en la saga Uncharted, para tomar prestado su mal fario que hace que le pase de todo, protagonizando un juego en el que la acción en tercera persona al estilo de la saga de Naughty Dog pasaba a un primer plano. Lo más influyente de la franquicia seguirá estando siempre en las curvas poligonales con las que Lara conquistaría el mundo del videojuego en 1996, mundo que jamás había conocido personaje alguno como ella. 

Joanna Dark

Una de las herederas más directas de Lara, incluso con cierto parecido en el diseño del personaje. Protagonista de Perfect Dark, un título que sería uno de los últimos bombazos de Nintendo 64 y culminaba en cierta manera la relación entre Nintendo y Rare, una de las más fructíferas que la industria ha conocido con bombazos del calibre de Donkey Kong Country o Goldeneye 007, título en el que se basaban las aventuras de esta nueva heroína, hasta el punto de ser una especie de secuela espiritual. Técnicamente, es innegable que se trata de uno de los títulos más avanzados del sistema, requiriendo incuso la célebre expansión de memoria para funcionar, lo que lo convertía en un título extremadamente caro de disfrutar en nuestro país. Ambientado en un entorno de ciencia ficción con clarísimas influencias de la mítica película que fue Blade Runner desde la propia introducción, y bastantes referencias a otros trabajos memorables del género fantástico en su vertiente futurista entre los que Martin Hollis, ex cabeza pensante tras el proyecto aunque dejó la empresa antes del lanzamiento del mismo, cita en diversos medios a la serie japonesa Ghost in the Shell. El propio Hollis declaraba en tiempos muchos más recientes que le parecía entonces que situar un personaje femenino tras la cámara, en una perspectiva subjetiva, resultaba algo muy novedoso y rompía todas las reglas, ya  que pensaba que los videojuegos debían mostrar más personajes protagonistas femeninos. Pero también que su intención era la de crear un personaje que no pareciese una supermodelo, sino una figura mucho más normalizada, incluso algo andrógina. 

 

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El resultado de todas estas ideas fue un juego que tuvo un enorme éxito de crítica y ventas. Los medios especializados le otorgaron puntuaciones altísimas, con especial entusiasmo en la prensa online norteamericana, y el juego vendió más de tres millones de copias, lo que no es una cifra para tomarla a broma en un desarrollo que sólo visitaba una plataforma como Nintendo 64, que para colmo contaba ya los días para su jubilación.  Aunque el tiempo ha tratado muy mal a un juego cuyas caídas de frames ya eran notorias entonces, el conjunto sigue siendo un producto más que disfrutable para los aficionados a la Nintendo 64, con un argumento arquetípico pero desenfadado y que no engaña a nadie, y un resultado muy destacable en cuanto a jugabilidad dotado de un control perfectamente adaptado al mando del sistema, como ya lo era el de su predecesor, el Goldeneye 007 con el que comparte engine. De entre las seguidoras de Lara que salieron por esta época, sin duda Perfect Dark, el nombre en clave de la agente Joanna, es la más destacable. Lástima que las cosas se torcieran bastante para la saga, con una secuela para Gamecube que no llegó a ver la luz del día y que se transformaría en un título de lanzamiento de la Xbox 360, como resultado de la adquisición de Rare por parte de Microsoft. Sin ser un mal juego y renunciando a la perspectiva subjetiva, Perfect Dark Zero simplemente no estaba a la altura de la expectación generada por la secuela de un título tan potente y que aún hoy ostenta una puntuación de 97 en Metacritic, aunque como nota curiosa generaría una serie de cómics y novelas basadas en el personaje, que convierten a Joanna en una más que digna heredera de su hermana mayor en el plano multimedia.

Alisia Dragoon

La última de las heroínas retro a las que hoy dedicamos nuestra atención es, con mucho, la más desconocida de todas. Protagonista de un juego exclusivo para Megadrive de 1992, obra de una compañía japonesa bastante secundaria como es Gamearts, con diseño de personajes obra de la productora Gainax, centrada en el anime, Alisia Dragoon es un juego que casi nunca aparece en los listados de los mejores del sistema, y ciertamente la competencia con la que coincidió en los circuitos de la negra de Sega ensombreció bastante todo el posible éxito que hubiese podido tener. Un arcade muy típico de la época de los 16 Bits, sin nada que lo haga enormemente destacable pero cuyo acabado final no es para nada despreciable y que aguanta el tirón a nivel lúdico para los que gustamos de este género. Con la novedad de estar protagonizado por una heroína que busca, como Chun Li, vengar la muerte de su padre y que sufriría una gigantesca transformación entre las portadas japonesa y occidental.

Si bien no es uno de los mejores juegos para Megadrive, ni de lejos, sí que es una “cara b” más que digna, poseedor como es de una banda sonora que sí que hay que situar entre las mejores del sistema, con un magnífico uso del chip de sonido de la vieja Genesis. Pese a ello, es un juego que pasó bastante desapercibido por el mercado, aunque no obtuvo malos resultados en las revistas de entonces. Su jugabilidad es extremadamente clásica, con una heroína que se carga todo lo que se mueve en pantalla con sus poderes eléctricos para enfrentarse al consabido jefe final de nivel, y nos puede recordar instantáneamente a Ghouls and Ghosts, Mega Twins o Risky Woods. Curiosamente, nuestra protagonista se adelantaba unos añitos a la Daenerys Targaryen que ahora comanda dragones en el fenómeno Juego de Tronos, ya que Alisia, como puede suponerse por su nombre, también es capaz de comandar a estos seres. Dadle una oportunidad si gustáis de los arcades con sabor añejo. 

Las destacadas del pelotón

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Las heroínas que hoy recordamos son solamente algunos ejemplos sobresalientes de cómo, progresivamente, se ha ido normalizando la presencia de personajes protagonistas del otrora sexo débil en el mundo del ocio electrónico hasta llegar a una creación tan extremadamente ecléctica y arrolladora como es la bruja Bayonetta. No son las únicas, y basta para comprobarlo pensar en otros personajes tan relevantes como la amazona Tyris que en 1989 repartía espadazos y  también comandaba dragones en la magia más poderosa del venerable Golden Axe, uno de los títulos más destacables de las recreativas y verdadero fenómeno en nuestro país.

También podríamos recordar aquí a algunas de las protagonistas de los juegos de la “edad de oro del soft español”, rotundamente plasmadas en portadas más que populares entre los aficionados a esta época, como Lorna, Hundra o Turbo Girl, aunque en estos casos tan antiguos, y conociendo la historia de esta época, hay que pensar en que pudo darse la tentación de usar personajes femeninos exclusivamente para mostrar portadas con amazonas de formas exuberantes. Hasta aquí nuestro recuerdo a las heroínas que han impartido su ley por el videojuego clásico, podéis usar los comentarios para recordar a vuestras demás guerreras olvidadas.

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