Samurai Warriors 4
- PlataformaPS37PSV7PS47
- GéneroAcción
- DesarrolladorOmega Force
- Lanzamiento24/10/2014
- TextoInglés
- VocesInglés
Samurai Warriors 4
Samurai Warriors, el más popular y veterano de los spin-offs basados en la franquicia Dynasty Warriors, cumple 10 años. Una década que Koei Tecmo celebra con el lanzamiento de una nueva entrega. Es hora de desenvainar la katana para unificar Japón bajo nuestra bandera.
El 11 de febrero de 2004 fue el día elegido por la entonces conocida solo como Koei para llevar su exitosa franquicia Shin Sangoku Musou (Dynasty Warriors en occidente) un paso más allá. Desde su debut en el año 2000 con el juego que aquí conocimos como Dynasty Warriors 2, la franquicia Musou no dejaba de cosechar éxitos en principio inesperados tanto para Koei como para la prensa especializada. Eso sí, solo en Japón, dado que en el resto del mundo las ventas eran normalitas tirando a modestas. Pero en el país del sol naciente cada nuevo Musou superaba la barrera del millón de unidades vendidas, así que para Koei el cielo pasó a ser el límite. Al poco tiempo, cada Dynasty Warriors iba acompañado de las expansiones Xtreme Legends y Empires, y ya en el mencionado 2004 llegó al país nipón el que sería primero de muchos spin-off: Sengoku Musou, juego renombrado en territorio gaijin como Samurai Warriors.
La principal diferencia de dicho juego respecto a los Musou anteriores no era otra que el cambio de época y país: de la China milenaria de los Tres Reinos pasábamos a la época feudal japonesa, allá por los siglos XV y XVI, cuando el país se encontraba sumido en una cruenta guerra civil. Dicha época, conocida posteriormente como era Sengoku o de los estados guerreros, fue un periodo de constantes conflictos entre señores de la guerra, aunque por supuesto tampoco faltaban las permanentes intrigas políticas y las puñaladas por la espalda. Un cambio previsible, ya que Koei era una empresa japonesa y más pronto que tarde acabaría buceando en la convulsa historia de su país, regada en sangre como por desgracia suele suceder en toda civilización humana. Más allá del nuevo emplazamiento, Samurai Warriors también ofrecía novedades en mecánicas y desarrollos jugables que comenzaban a diferenciarlo de la serie madre.
Por supuesto, el éxito del juego en Japón fue indiscutible, así que pronto apareció la primera expansión (denominada, al igual que sucede con los Dynasty Warriors, Xtreme Legends) y conversiones destinadas a Xbox y PSP, que supusieron el debut de la serie en plataformas distintas a la por entonces arrolladora y prácticamente monopolística PlayStation 2. Ya en 2006 llegó Samurai Warriors 2, título que expandía la oferta del original en lo referente a plantilla de personajes seleccionables, escenarios en los que guerrear y oferta jugable. Dicho juego contó de nuevo con expansiones (Xtreme Legends y Empires) y conversiones destinadas a Xbox 360 y PC. Tras un olvidable título para Wii (SW: Katana) y un par de crossovers en los que los personajes de Samurai Warriors compartían lanzas y espadas con los de Dynasty Warriors (los conocidos como Warriors Orochi 1 y 2), llegó el momento de la tercera entrega de la serie, lanzada en principio como exclusiva de Wii.
Así, Samurai Warriors 3 apareció a finales de 2009 para la consola del Wiimote y el Nunchuk, todo gracias al gran éxito en ventas que la plataforma de la gran N cosechaba por entonces. La exclusiva temporal fue bien aprovechada por Nintendo, ya que el mismísimo Shigeru Miyamoto presidió la conferencia de presentación para anunciar contenido exclusivo basado en un histórico juego de Famicom. La agradecida política de Nintendo respecto a los idiomas europeos distintos del inglés (la cual llevó incluso a que se negaran a distribuir en Europa todo un Kingdom Hearts para 3DS, dada la negativa de Square Enix a traducirlo a otras lenguas más allá de la anglosajona) también sirvió para que Samurai Warriors 3 disfrutara de una traducción al castellano de sus textos. Eso sí, el juego acabó apareciendo por aquí a 50 hertzios, y es que parece que los apaleados usuarios PAL siempre tenemos que acabar sufriendo de una u otra manera.
Samurai Warriors 3 acabó llegando a PSP y PS3 más de un año después, pero sin Nintendo para pagar las facturas de la importación, tanto dichas conversiones como las expansiones Xtreme Legends y Empires no salieron de Japón. También es necesario destacar Samurai Warriors Chronicles, notable entrega lanzada en 2011 en exclusiva para 3DS, la cual se benefició de su condición de juego perteneciente a la primera hornada de lanzamientos para la portátil y sí llegó a verse por aquí; todo lo contrario de lo sucedido con su secuela de 2012, la cual se quedó en el país del sol naciente. Todas estas cancelaciones, debidas quizás a la tibia acogida de Samurai Warriors 3 fuera de Japón, hacían temer por la suerte que iba a correr el juego que nos ocupa más allá del país nipón, pero afortunadamente Koei Tecmo no se lo ha pensado dos veces, y Samurai Warriors 4 ya es una realidad occidental en sus versiones de PS4, PS3 y Vita.
El lanzamiento del juego coincide con el décimo aniversario de la serie, algo que Koei ha decidido celebrar por todo lo alto lanzando incluso una edición especial, lo que no es ni mucho menos habitual en la llegada de un Musou a occidente. Eso sí, tanto la edición normal como la coleccionista solo llegarán a las estanterías de las tiendas en PS4, ya que las versiones Vita y PS3 se distribuirán exclusivamente en edición digital. Nosotros ya tenemos en nuestras manos las ediciones de PS4 y Vita, y nos disponemos a dar buena cuenta de ellas en las siguientes páginas. Así que, ya seas un ronin errante que vende su espada al mejor postor o un guerrero dispuesto a dar la vida por el señor de su clan, es hora de saltar al campo de batalla.
Un daimyo para gobernarlos a todos
Japón, siglo XV D.C. A mediados de dicha centuria, el poder absoluto sobre la isla nipona reside en la figura del Emperador, una personalidad religiosa, prácticamente sagrada, a la que todo señor de clan o región debe lealtad. Pero la verdad es muy distinta: el emperador es tan mortal y humano como el más humilde campesino, y en realidad no es más que una figura decorativa, un muñeco cuyos hilos mueve a su antojo el verdadero dirigente de Japón: el Shogun, denominación que puede ser traducida como “gran señor de la guerra” o “general de generales”. Se trata de un noble que ostenta el poder más importante de todos, el del ejército, y por lo tanto debe ser considerado como la máxima autoridad dentro del país del sol naciente.
Gobernar con mano de hierro es esencial para mantener el control de toda la región, pero apretar demasiado el puño puede llevar a una rebelión. Es un equilibrio muy delicado que el shogunato Ashikaga no supo mantener. La lealtad de los daimyo (señores de la guerra locales, gobernantes en las diferentes regiones de Japón) con el gobierno de Kyoto se fue debilitando con el tiempo, hasta que los más belicosos y ambiciosos señores de la guerra comenzaron a invadir y guerrear con las regiones vecinas. El shogunato fue incapaz de aplacar estos conflictos, y con el tiempo toda Japón se encontraba inmersa en una sangrienta guerra civil. Unos clanes luchaban por su supervivencia, otros por aumentar su poder, y algunos más por convertirse en el nuevo shogunato y reunificar Japón bajo su emblema.
El modo principal de Samurai Warriors 4 nos ofrece la historia de esta larga contienda desde 12 puntos de vista diferentes. Cada uno de ellos está centrado bien en uno de los diversos clanes que luchan por sobrevivir o imponerse a los demás, o bien en determinados personajes al servicio de los daimyo más influyentes de la guerra. Una novedad más que bienvenida en este SW4, la cual ya se encontraba presente en el Samurai Warriors Chronicles de 3DS, es la opción para seleccionar a dos personajes en lugar de uno, con lo que el abanico de posibilidades e interacciones con cada campo de batalla aumentan exponencialmente respecto a los visto en otros Musou, dado que ambos guerreros se encuentran en todo momento presentes en el campo de batalla. Así, mientras controlamos y luchamos con un personaje, podremos dar al otro diversas órdenes de ataque y defensa: desde permanecer junto a nosotros hasta indicarle que se desplace a un determinado lugar, pasando por atacar a un objetivo concreto, defender una posición, servir de guardaespaldas a un general de nuestro ejército…
Por si no fuera suficiente, también podremos alternar el control de cada uno de estos dos personajes con solo pulsar el botón Select (Options en PS4), lo que nos permitirá abarcar mucho más terreno y desplazarnos de un lugar a otro del mapa en un instante. Es un añadido más que interesante, que otorga una nueva capa de jugabilidad y estrategia a nuestras partidas, y que incluso acaba sabiendo a poco. Y es que sería de agradecer que las órdenes que pudiéramos dar en batalla no se limitaran solo a un segundo personaje, sino que alcanzaran a todos los generales de nuestro ejército. Ello daría lugar a un título mucho más estratégico, y convertiría las partidas a dos jugadores (con posibilidad tanto local como online) en unas batallas más que interesantes. Tal vez en un futuro; de momento, bienvenida sea esta opción de controlar y dar órdenes a dos personajes de manera simultánea. Eso sí, tendremos que tener en cuenta que si el personaje que no controlamos en ese momento muere, la partida terminará, así que habrá que tener un ojo puesto en su barra de salud en todo momento.
También podemos seleccionar el nivel de dificultad antes de entrar en combate. Existen cuatro opciones: fácil, normal, difícil o pesadilla. La dificultad en este Samurai Warriors 4 se encuentra algo suavizada respecto a otros Musou, por lo que recomendamos a los veteranos en la franquicia que comiencen directamente en difícil, e incluso que pasen a la dificultad más elevada cuando sus personajes hayan alcanzado un alto nivel de defensa. Una vez en plena refriega, el juego se controla como siempre, aunque aquí también hay novedades. El botón cuadrado sigue estando reservado para los ataques rápidos, y podemos combinarlo con triángulo para ejecutar ataques más fuertes. Hasta aquí, nada nuevo. Pero si pulsamos primero el botón triángulo, las novedades harán acto de presencia en forma de los denominados ataques Hyper. Ahora, en lugar de ejecutar un ataque potente, nuestro personaje se proyectará hacia delante mientras golpea con su arma. Si pulsamos dicho botón repetidas veces, efectuaremos un combo en el que nuestro guerrero se abrirá paso a todo correr golpeando sucesivas veces. Si pulsamos cuadrado, el combo terminará con un ataque potente. Es decir, ahora disponemos de dos cadenas de ataques en lugar de una, lo que dobla nuestras posibilidades ofensivas.
Eso sí, tendremos que tener en cuenta que la nueva cadena de ataques Hyper es prácticamente inefectiva contra los generales enemigos, ya que éstos bloquearán nuestro envite y nos dejarán expuestos a un contraataque. Así, la nueva cadena de ataques está pensada para ser usada contra los soldados rasos. Dado que nuestro personaje se proyectará hacia delante a todo correr mientras ataca, es conveniente usarla para abrirnos paso cuando tengamos que encararnos con el grueso del ejército enemigo. También se añade la barra de Rage ya vista en los últimos Musou, por lo que al pulsar el botón R3 nuestro personaje entrará en un estado berserker temporal en el que podrá arrasar con todo lo que se le ponga por delante, y ejecutar además el ataque más poderoso de su repertorio al pulsar el botón círculo. La oferta ofensiva termina con el botón R1, con el que nuestro personaje ejecutará una acción especial, y el botón círculo, reservado para el clásico ataque musou que podremos desencadenar cuando nuestra barra espiritual se encuentre llena.
Por supuesto, también podemos acumular experiencia para subir de nivel a nuestros dos guerreros, y equiparlos con los ítems que obtendremos conforme ganamos batallas. Eso sí, a diferencia de otros títulos de la franquicia Musou, en Samurai Warriors 4 estos ítems solo otorgan ventajas temporales, las cuales podremos activar cuando queramos con la cruceta digital. Es decir, ahora una armadura, en lugar de otorgarnos unos puntos de defensa extra permanentes, solo nos durará un determinado tiempo, por lo que tendremos que pensarnos bien cuándo usar dicha ventaja. Afortunadamente, las gemas que equipamos en nuestras armas sí que siguen brindándonos ventajas permanentes, como mayor salud, ataques elementales, resistencia extra al recibir daño…
En esta ocasión contamos con un total de 55 guerreros a elegir, todos perfectamente diferenciados, a lo que hay que añadir la posibilidad de crear el nuestro propio mediante el editor de personajes. Precisamente, el soldado que podemos crear a la carta es el protagonista del otro gran modo de juego principal de Samurai Warriors 4, el llamado Modo Crónica. En este modo, y tras seleccionar nuestra región de nacimiento y nuestro objetivo final como luchador (convertirnos en un guerrero de renombre, tomar el papel de un cronista que participa y registra las hazañas de los personajes más importantes de esta guerra civil japonesa, en un mercader para el que el oro acumulado es lo más importante…), recorreremos el territorio japonés a lo largo y ancho mientras participamos en diversas contiendas, vendemos nuestra espada al mejor postor, afianzamos lazos de amistad con otros personajes… Una vez saltamos al campo de batalla, el desarrollo y mecánicas del Modo Crónica son semejantes a lo visto en el modo principal, por lo que aquí también podremos dar órdenes y alternar en tiempo real el control sobre un segundo guerrero.
El resto de opciones jugables de Samurai Warriors 4 se reparten entre el ya clásico modo libre, en el que podremos jugar en cualquier campo de batalla con los dos personajes que queramos (siempre y cuando se hayan desbloqueado previamente, claro está), y una galería con biografías, arte y otros extras. En definitiva, la oferta jugable de Samurai Warriors 4 ofrece contenido para decenas y decenas de horas de juego, siempre y cuando nos atraiga el género, dado que no deja de ser otra pieza más en una macro franquicia que no deja de lanzar títulos al mercado. Respecto a los últimos Musou vistos por aquí (Hyrule Warriors, Warriors Orochi 3 Ultimate, Dynasty Warriors 8 Complete Edition y DW Gundam Reborn), Samurai Warriors se sitúa como uno de los mejores. Solo es superado por Hyrule Warriors en lo referente a valores de producción y calidad general (aquí se nota mucho la mano de Nintendo), y por Warriors Orochi 3 en cuanto a cantidad de contenido. Eso sí, en lo que a la rama Samurai Warriors se refiere, nos encontramos ante el mejor juego lanzado hasta la fecha.
Apartado técnico (PlayStation 4)
Hasta ahora, en PS4 habían aparecido un par de Musous: Dynasty Warriors 8 Complete Edition y Warriors Orochi 3 Ultimate. Pero dichos títulos solo eran versiones expandidas de juegos que debutaron en el mercado antes incluso de que la consola fuera lanzada (DW8 llegó a principios de 2013 para PS3, y WO3 ya se nos va a 2011 en su versión inicial), por lo que no explotaban convenientemente la consola más allá de un aumento de definición y una mayor estabilidad para el motor gráfico. Por desgracia, con Samurai Warriors 4, como lamentablemente sucede con tantísimos juegos next gen, tampoco podemos hablar de un título 100 % de nueva generación, dado que primero se programó una versión para PlayStation 3, la cual se tomó como referencia para convertir el título a PS4. Y es que aunque aquí nos lleguen los juegos simultáneamente, el SW4 de PS3 apareció en Japón meses antes que la entrega para PS4. Así que lo de siempre: nada de motor gráfico dedicado u otros elementos que deberían ser obligatorios en next gen.
Pero al menos, Samurai Warriors 4 cuenta con una ventaja respecto a otros Musou de PS4, y es que la consola ya estaba en la calle antes de que la primera versión del juego hiciera acto de aparición. Así, aunque Omega Force programara de inicio la versión PS3 para que sirviera de plantilla a las demás, pudo hacerlo teniendo desde el primer instante la conversión a PS4 en mente, por lo que técnicamente hablando nos encontramos ante el mejor Musou lanzado hasta la fecha para la next gen de Sony. Los 1080p están ahí, por supuesto (faltaría más), pero también tenemos unos efectos de partículas, sombreado y luces muy superiores al resto de versiones. Obviamente, los usuarios de PS4 también podrán disfrutar de unas texturas de más alta calidad. Pero si hay algo que destacar en la versión next gen de Samurai Warriors 4, es sin duda el trabajo llevado a cabo por Omega Force para eliminar una de las lacras que llevan sufriendo los Musou desde hace 15 años: el popping.
La aparición repentina de elementos en pantalla es santo y seña de la franquicia desde aquel primer Shin Sangoku Musou lanzado para PS2 en el ya lejano año 2000. Pues bien, aunque no podemos decir que en este Samurai Warriors 4 de PS4 se ha eliminado por completo (para ello tendría que crearse y/o usarse un motor dedicado que aprovechara la consola a conciencia, y no es el caso), sí que se ha mermado hasta el punto de que es imperceptible al jugar. Solo si en lugar de jugadores somos espectadores, y prestamos atención a la lejanía, nos daremos cuenta de que aún aparecen soldados y elementos del decorado de manera repentina. Pero lo dicho, mientras jugamos, no nos daremos cuenta. Cuando los soldados nos rodeen a cientos, lo que menos vamos a hacer es observar el horizonte, y cuando no lo hagan, podremos ver perfectamente en la lejanía cualquier elemento gráfico sin que éste haya hecho acto de aparición por arte de magia.
La verdad, es una gozada por ejemplo observar como todo el terreno que abarca la vista se encuentra cubierto de hierba, sin que ésta se genere conforme vamos avanzando. Y todo a 30 fps constantes por muchos elementos, soldados y efectos que se desencadenen en pantalla. Ojo, todavía existe mucho margen de mejora, ya que por ejemplo los modelados son los de PS3, tal cual, no se ha añadido un solo polígono, pero al menos podemos decir que los grafistas de Omega Force van por buen camino. Quizás en un futuro Musou programado desde cero en exclusiva para PS4 ya podamos quitarnos al fin el sombrero.
Apartado técnico (PlayStation Vita)
Obviamente, nuestra malograda y sin embargo estupenda PSV es claramente inferior en lo que a hardware se refiere, así que en esta portátil sí se ven claramente las costuras a nivel gráfico. El popping nos acompañará a lo largo de la partida, con elementos que aparecen bruscamente en el horizonte y soldados que se generan ante nuestras mismas narices. Los efectos de iluminación, partículas y sombreado también se ven claramente mermados, incluso si los comparamos con la versión PS3. Pero al menos el juego se mueve con fluidez, sin bajada de frames ni ralentizaciones. Además, los controles responden sin problemas, y los modelados y texturas son prácticamente similares a los que podemos encontrar en la versión destinada a PlayStation 3.
Respecto a esta versión, también hay que tener en cuenta que nuestra PSV carece de tres botones muy utilizados en las versiones de PS3 y PS4: el botón L2 (para llamar a un caballo), el botón R2 (para hacer zoom en el mapa que se muestra en pantalla) y el botón R3 (para activar el estado berserker). Aquí, de nuevo el socorrido uso de la pantalla táctil salva la papeleta, aunque eso sí, tendremos que acceder al menú para cambiar los controles por defecto ya que por ejemplo para llamar al caballo se usa de inicio el panel táctil trasero. Dicho panel es el peor error de diseño que sufre la portátil, como bien saben sus usuarios (sobre todo los que tengan la suerte de contar con la versión original y su pantalla OLED), así que como lo dejemos ahí, estaremos continuamente llamando al caballo sin darnos cuenta, e incluso el pobre animal se pondrá a dar vueltas a nuestro alrededor sin saber ni cuándo ni cómo pararse. Por fortuna, dicho comando se puede cambiar a la pantalla frontal, por lo que el problema desaparece por completo.
Apartado sonoro
Samurai Warriors 4 cuenta con la que posiblemente sea la mejor BSO de la saga. Los guitarreos y las percusiones metaleras tan habituales en la rama Dynasty se han reducido a su mínima expresión, por lo que el uso de instrumentos típicos del folclore japonés destacan sobre lo demás, ambientando el juego a la perfección. Además, las composiciones son de alta calidad, e invitan incluso a bajar el volumen general de efectos de sonido y voces para poder escucharlas con más claridad. Y ya que hablamos de voces, Samurai Warriors 4 sigue la cada vez más clara tendencia por parte de Koei Tecmo de no doblar los Musou ni siquiera al inglés. Los personajes hablan en japonés, y ahí queda todo. Esto es algo que seguramente encantará a los puristas, pero a aquellos que no dominen el idioma hablado en el país del sol naciente no les hará mucha gracia. Las conversaciones entre personajes durante la batalla son constantes (de hecho, juraríamos que éste es el Musou que más diálogo en pleno combate tiene de todos), y si queremos enterarnos de algo (lo que en no pocas ocasiones es esencial para saber cómo va la batalla, quién necesita ayuda, qué objetivo debemos atacar…) no tendremos más remedio que leer los subtítulos (que solo se encuentran en inglés, por cierto); lo que, cuando nos encontramos en plena refriega, no es ni mucho menos aconsejable.
Ya sabemos que en Europa la franquicia Musou vende lo que vende, y que si los juegos de esta franquicia no se traducen a un idioma distinto del inglés (a no ser que se encuentren apadrinados por una tercera compañía, tal y como fue el caso reciente de Hyrule Warriors) es simplemente porque Koei Tecmo quiere ahorrarse el dinerillo del resto de traducciones. Pero estos juegos al menos deberían llegar doblados al inglés (la excusa que se puso en Warriors Orochi 3 para no hacerlo, la de que había demasiados personajes, en este caso no suena ni a excusa). Cierto es que dichos doblajes anglosajones hasta ahora ni mucho menos han sido para tirar cohetes, pero también es verdad que en el viejo continente son más las personas que dominan o chapurrean el idioma de Shakespeare que los duchos en la lengua de Su Majestad Imperial Akihito. Y lo dicho, en Samurai Warriors 4, si no prestamos atención a los continuos diálogos entre personajes, la jugabilidad puede llegar a resentirse.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.