Minecraft y Microsoft, ¿apocalípsis o salvación?

Nos lleva esto a pensar en la estrategia de la compañía de Redmond, y funciona de la siguiente manera: Minecraft es un proyecto que ha ido adquiriendo popularidad conforme pasaban los años, y en sus cinco temporadas en activo ha ido aumentando gradualmente sus ganancias hasta obtener cerca de 225 millones de dólares sólo en 2013. Si comparamos su crecimiento con el de otros fenómenos sociales como Farmville, Candy Crush o Angry Birds, vemos cómo la cosa no ha tenido un salto gigantesco de un año para otro; esto significa que si bien no ha habido un salto considerable, tampoco ha ocurrido una caída. Con Minecraft en todas las plataformas disponibles, Microsoft se asegura tener una licencia propia moviéndose 'en tierra enemiga' y de cancelarse las versiones multiplataforma, deberían ser las propias fabricantes las que así lo decidan. ¿Querrá Sony que un porcentaje de sus ganancias vayan a parar a su competidora principal? Lo sabremos bien pronto. Pero de aceptarse tales condiciones, podríamos estar viviendo un cambio importante en la industria.

En mi opinión, todo esto seguirá en activo hasta que finalicen los contratos oportunos que Mojang firmó en su momento con Apple, Sony, etcétera. Una vez terminen, quizá se puedan iniciar renegociaciones pero es más que probable que no lleguen a buen puerto. Para Sony, decidir que Minecraft ya no estará en su plataforma no es una opción viable: perdería no sólo un gran apoyo por parte del target del juego; también, la confianza de los jugadores. Microsoft no sufriría ningún revés en términos de credibiliad, pues tanto ella como Mojang han dejado claro que estas versiones seguirán activas. Eso sí, ni una palabra del tema de actualizaciones. Y esto es importante: Minecraft en su base es un juego en java, que para adaptarse a otras plataformas tuvo que reescribir su código a otro lenguaje de programación. Esto significa que las actualizaciones que recibe el título pasan -o pasaban- antes por PC y luego se iban implementando al resto de versiones. Parece bastante lógico pensar que las actualizaciones llegarán bastante antes a PC y consolas de Microsoft que a la competencia, lo que dejaría el juego un poco huérfano en temas de soporte en sistemas de la competencia.

Como estrategia, es razonable. Sólo queda un fleco, y es que para finales de año Minecraft estará en todas las plataformas del mercado a excepción de las de Nintendo, donde parece que no hay interés en lanzarlo. Esto significa que sus ventas se van a estabilizar, y que quizá suban pero su crecimiento ya será menos. Hay 52 millones de copias del juego vendidas, a las que habría que sumarle unos cuantos millones extra de jugadores con acceso a copias de más dudosa legalidad. ¿Cómo va a seguir ganando tanto dinero si no hay forma de que más gente se acerque al título? Si obviamos merchandising y productos derivados del propio juego, y nos fijamos exclusivamente en la recaudación de Minecraft en 2013 (225 millones de dólares), el título debería mantener ese mismo ritmo de ventas durante 10 años sólo para que Microsoft recuperase su inversión. Y eso es, sencillamente, imposible. ¿Ha sido una locura comprar la marca, entonces? No. Para nada. Y eso que las consecuencias de la compra (la salida de los tres fundadores de Mojang de su estudio, incluyendo a Notch) parecen apuntar al apocalípsis.

No ha sido una locura por dos motivos. En primer lugar, porque Microsoft pertenece a un señor al que los ceros extra en los cheques no le suponen más que a nosotros la acción de respirar. En segundo, porque es simplemente una inversión, apostar por una marca. ¿Creéis que Microsoft, Sony, Apple o incluso Nintendo, en las condiciones oportunas, no habrían comprado Angry Birds? Claro que sí. Con Minecraft ocurre una cosa importante, y es que han tenido a su favor el hecho de que Notch sea un señor bastante modesto, que reconoce que no le gusta el éxito, que le da igual el dinero (ahora que lo tiene, claro, dirán algunos) y que no se ve como un CEO, ni capaz de dirigir algo tan grande como Minecraft. Valve y Electronic Arts ya intentaron en el pasado hacerse con la licencia y se negó; se ve que, el tiempo, le ha hecho cambiar de opinión. También importante es pensar en el futuro del proyecto, porque de otros títulos de Mojang como Scrolls no se ha dicho absolutamente nada. ¿Puede Minecraft resistir el paso de los años?

Dejo dos posibilidades: la primera, que la próxima versión de Windows tenga pre-instalado Minecraft, junto al Solitario y el Buscaminas. No existe mayor forma de promoción que meter el juego por los ojos. Ni de llegar a más gente, y eso que Minecraft- a día de hoy- se usa incluso en las escuelas; se trata de ampliar mercado. Segunda posibilidad: actualizar Minecraft mientras que en paralelo se desarrolla un hipotético Minecraft 2, este ya sí, exclusivo de consolas Microsoft y PC, con posibilidad de cesión de derechos a otros fabricantes, a un coste elevado. Minecraft acaba de cumplir cinco años, y quizá su décimo aniversario pueda ser el momento oportuno para esta continuación que debería ampliar mucho las cosas. Ahora mismo, Minecraft para un jugador termina (en lo referente a "misiones") con la eliminación del Dragón y del Wither. Esto, ampliado, con unos escenarios de escala superior, más variedad, efectos visuales más avanzados (algunos mods ya lo hacen en PC y puede llegar a ser un puro espectáculo) convertirían este Minecraft 2 en uno de los juegos más importantes del próximo lustro. Microsoft tiene posibilidades, no es un estudio liderado por gente tonta; no les subestiméis. Se han gastado un dineral sencillamente porque pueden, pero es más probable que antes de lanzar la oferta tuvieran, sobre la mesa, un calendario y guía de acción para con la licencia. Sospecho que no tardaremos en ver los primeros movimientos. Veremos en qué queda la cosa.