The Walking Dead: Season Two - Episode 5: No Going Back

No Going Back. Así se titula el quinto y último capítulo de la segunda temporada de The Walking Dead, el juego protagonizado en esta ocasión por Clementine. El viaje ha sido largo, ha tenido altibajos, contratiempos, decisiones duras y muchos momentos de tensión. Pero todo viaje tiene su fin. Y Clementine, la pequeña niña que empezó llorando en la temporada 1 y acaba la segunda disparando cuando es preciso, llega al final de su travesía. Esta semana sale en todas las plataformas (PC, PS3, Xbox 360, iOS) el cierre de una segunda temporada que ha contado con personajes memorables y grandes momentos, y que se culmina con un final con diversas posibilidades. A cada cuál más desoladora.

Es complicado explicar en un análisis lo que tenemos ante nosotros en No Going Back. Damos por hecho, eso sí, que si estáis leyendo este artículo es porque habéis llegado hasta el final del cuarto capítulo o porque no teméis los –pocos- destripes que podamos dar al respecto. En todo caso, recapitulando (DESTRIPES): el final del anterior episodio lo dejaba todo en el aire. El grupo de Clem iniciaba un nuevo camino hasta que se encuentra con Arvo –el misterioso chico que casi nos roba las medicinas y suplementos- con su panda de rusos malvados. Rebecca, mientras ambos grupos discuten, muere con su hijo AJ en brazos y con Clem decidimos dispararla para que no se transforme. El tiroteo que se arma no es poca cosa. (FIN DESTRIPES).

  

El tiroteo sigue su curso con bajas y heridos. Y con Clementine en medio de los dos grupos. El pequeño bebé, además, ha quedado totalmente desguarnecido en el nevado suelo. Y ahí empezamos nuestro último capítulo de la temporada. Ya en un primer momento tendremos alguna decisión importante que tomar y ciertas acciones, no demasiado exigentes, que realizar con celeridad. Como es de esperar salimos vivos de esta situación –no precisamos quienes- y debemos seguir nuestra aventura. Lo que viene en los próximos minutos –el episodio dura una hora y media más o menos como los anteriores- nos empieza a sonar bastante. Hay dos figuras claves: Kenny, superviviente de la primera temporada y peso pesado del grupo, y el retorno de un personaje mayúsculo. De los mejores de la serie de largo frente a frente.

Como sabréis, la situación de Kenny no es precisamente fácil de llevar, ni para los acompañantes del grupo ni por él mismo. La tensión en las discusiones y los diálogos crece y llega a momentos de tensión máxima. Donde queda claro que esto no puede seguir como hasta ahora. O estás con él o en contra. Seguramente a lo largo de esta temporada no hemos conseguido crear vínculos tan poderosos con nuestros acompañantes como en la temporada predecesora, pero esto no quita que haya ciertos diálogos y situaciones que nos dejen el corazón en un puño. Sobre todo porque el grupo se acerca a la división absoluta. En pedazos.

El capítulo cuenta con un par de momentos de exploración y algunas decisiones complicadas. La nieve, el frío y el hielo han hecho estragos y eso se nota cuando no tienes dónde ir y te falta de todo: comida, suplementos, medicamentos… el nuevo contexto nos ofrecerá situaciones crudas, aunque ya empezamos a estar acostumbrados. Las decisiones a tomar por el bien del bebé, recién nacido no lo olvidemos, tensarán más la situación Sin entrar en destripes, lo cierto es que todo lo que sucede en la última media hora de juego es brillante.

Tenemos momentos de tensión extrema, diálogos y aportaciones de Clem que toman partido claramente, acción a base de movimientos y disparos cuando no nos queda más remedio. Y un final tremendo. Tremendo porque el desarrollo de este episodio nos empuja hacia decisiones dolorosas. Cualquiera que tomemos será perder algo. El cóctel que conforman los últimos minutos de juego está muy bien llevado, te deja pegado a la pantalla y su resolución abre incógnitas de cara al futuro. De hecho, tomaremos ya con la cabeza más fría dos  decisiones importantes pensando en la tercera temporada. Caminos que son de blanco o negro. Nos esperan varios finales según lo que decidamos, y en ningún caso será satisfactorio. Telltale consigue que unos se sientan mal, otros decepcionados. Otros, aliviados. Clem se ha acostumbrado a decisiones en las que debe pensar primero en ella, y en el tramo final nosotros dirigimos hacía donde queremos ir en el futuro. Clementine marcará perfil, nosotros mediante, después de todo lo que ha aprendido.