Blood Bowl

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Casi cinco años han pasado desde que el primer Blood Bowl llegara a PC y posteriormente a Xbox 360 de la mano de Cyanide Studio, un título que llevaba el universo de Warhammer Fantasy de tableros de mesa a los partidos de fútbol americano más sangrientos que podáis imaginaros. Todo un desfile de criaturas típicas de Games Workshop ‒Humanos, Orcos, Enanos o Elfos, entre muchos otros‒ se reunían en animados partidos estratégicos sin perder un ápice de la genialidad del juego en el que se basaba. Ahora llega a la AppStore y a Google Play un port del Blood Bowl original, un título calcado al de sobremesa convenientemente adaptado al interfaz táctil de iPad y tablets Android, eso sí, con algunas particularidades que a continuación pasamos a detallar. Veamos en nuestro análisis si logra ponerse al nivel del original.

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Además, no están todas las razas del original, aunque sí podremos disfrutar de las particularidades de cada una de ellas en pleno partido, puesto que cada tipo presenta sus fuerzas y debilidades propias. Como sucedía en el original, se trata de un título complejo, que necesitará de horas y hora de práctica hasta que empecemos a ganar partidos, incluso en el nivel fácil de dificultad; de los niveles normal y difícil ya ni hablamos, sólo reservados para los jugadores más curtidos en la experiencia Blood Bowl. Los partidos los ganaremos a base de touchdowns; quien más consiga antes del término de los turnos correspondientes, gana. Tampoco debemos perder de vista el factor suerte, puesto que cada una de nuestras acciones pasará por la aleatoriedad de los dados, en muchas ocasiones, totalmente injustos con nuestras aspiraciones.

En este sentido, Blood Bowl puede convertirse en un título frustrante, aunque con el paso del tiempo empezaremos a recoger los frutos de nuestro sudor y lágrimas con las primeras victorias, ya sea contra la inteligencia artificial del juego o contra un amigo. Donde sí ha acertado Cyanide Studio en este port táctil es en el modo multijugador, puesto que podemos optar por una partida local compartiendo la tablet o por el modo online, el cual permite juego cruzado entre diferentes plataformas, esto es, iOS, Android y PC. Todo un detalle el poder jugar contra jugadores de todo el mundo sin tener que depender del hardware de cada uno, aun teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado desde su lanzamiento original de sobremesa. Y todo hay que decirlo, las partidas se desarrollan sin ningún tipo de problema como caídas de conexión o lag.

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Pero sigamos con el desarrollo de sus partidos; durante nuestro turno podremos efectuar un movimiento con todos nuestros jugadores disponibles, es decir, aquellos que no estén inconscientes o no hayan sido eliminados. Será entonces cuando podamos organizar nuestras líneas atacantes o defensivas, ya sea para abrirnos paso entre sus muros de jugadores u organizar nuestras defensas para parar sus constantes embestidas. Eso sí, so nos placan un jugador o fallamos un pase, finalizará nuestro turno. Por suerte tenemos a nuestra disposición un seguido de habilidades especiales que nos permitirán curar a nuestros jugadores o aumentar la concentración o agilidad. Incluso podremos influenciar a la afición o al árbitro o fichar un jugador estrella para un partido concreto, aunque todas estas acciones nos costarán dinero, un bien preciado y escaso.

Como decíamos anteriormente, además del modo multijugador, tendremos a nuestra disposición el típico partido rápido, una larga y complicada campaña con un progreso marcado por nuestras victorias y logros y un completo tutorial que nos servirá para aprender las bases de Blood Bowl, especialmente indicado para los jugadores novatos que no quieran rendirse a la primera de cambio; como decimos, no se trata de un juego para todos los públicos, puesto que puede llegar a abrumar desde el primero momento debido a sus enormes posibilidades tácticas. Y por si no fuera poco, el idioma puede ocasionar más de un contratiempo a aquellos que no tengan un buen nivel de inglés, puesto que tanto los textos como los diálogos llegan en dicho idioma; eso sí, las interpretaciones de los comentaristas son para el recuerdo.

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A nivel audiovisual, si bien es cierto que presenta cierto downgrade en los modelados, ofrece un buen nivel respecto al original que, no olvidemos, ya tiene unos años a sus espaldas, decisión tomada seguramente para no aumentar demasiado el tamaño de la aplicación. Sin mostrar muchos alardes técnicos, queda algo por debajo de la versión de Xbox 360; los estadios no pasan correctos, así como los propios personajes, algo más sencillos en conjunto. A nivel sonoro mantiene las bondades del original, aunque como decimos, ofrece voces en inglés. ¿Y qué hay del interfaz táctil? En general responde bastante bien a nuestras órdenes e incluso resulta más intuitivo que su homónimo mediante pad o teclado y ratón, aunque no deja de presentar ciertas imprecisiones que dificultan mínimamente la jugabilidad, sobre todo cuando queremos seleccionar unidades o interactuar con ciertos elementos de los numerosos menús.