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Sharknado: The Video Game

Sharknado: The Video Game

Sharknado: The Video Game

Llega a dispositivos iOS la adaptación de la nueva TV movie de SyFy Sharknado 2: The Second One en forma de endless runner de acción; debemos sobrevivir a una lluvia de tiburones mientras tratamos de escapar de tan terrorífica tormenta por las calles de Nueva York. Descubramos los detalles de Sharknado: The Video Game en nuestro análisis.

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Sharknado llegaba al canal norteamericano SyFy en 2013 como una TV movie de Serie B en la que infinidad de tiburones caían sobre la ciudad de Los Ángeles tras el paso de un huracán marino, provocando el más absoluto caos entre la población, que caía sin remedio en las mandíbulas de tan terroríficos escualos. Un film con un argumento tan esperpéntico como su propia puesta en escena, marcada por un sinfín de mutilaciones, muertes y escenas de gore que provocan más risas que terror. Ahora llega al mismo canal su secuela directa, Sharknado 2: The Second One, y como no podía ser de otra manera, lo hace acompañado de la adaptación al formato videojuego, esta vez, como un endless runner de acción de dudosa calidad y con abusivas opciones free-to-play en un título de pago. Veamos en nuestro análisis hasta donde han sido capaces de llegar Other Ocean Group, The Asylum y Majesco con este desastroso título para nuestros dispositivos iOS.

¡Sharknado!
La isla de Manhattan, un campeón de surf llamado Finley “Fin” Shepard y miles de hambrientos tiburones que caen desde el cielo son los ingredientes de tan surrealista videojuego llevado a la AppStore de la peor de las maneras. Y es que Sharknado: The Video Game es incluso peor que la película en la que se basa; y eso es mucho decir. Estamos ante el enésimo endless runner tipo Temple Run y derivados aunque con unos niveles de producción realmente escasos, casi inexistentes. Todo en Sharknado: The Video Game tiene un margen de mejora tan amplio que resulta hasta traumático pasar más de diez minutos a los mandos táctiles de tan funesta aplicación móvil. Aplicación que, por otro lado, llega al precio de 2,69 euros ‒incluso más caro que algunas obras maestras de la AppStore‒ y con multitud de elementos de carácter free-to-play como moneda premium y compras inApp. El resultado no es otro que uno de los peores juegos del vasto catálogo disponible en dispositivos táctiles.

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La mecánica de juego no puede ser más sencilla y repetitiva hasta la extenuación. Sí, muchos otros endless runner no difieren mucho en jugabilidad, pero Sharknado no puede ser más elemental, a la par que mal planteado, sin apenas retos o jugosos extras que nos animen a continuar jugando. Así, tan sólo podremos mover a nuestro sufrido protagonista de izquierda a derecha y viceversa, además de saltar o deslizarnos por el suelo, aunque estas dos últimas acciones pasarán casi inadvertidas; además, podremos usar un arma como espadas, palos de golf o sierras mecánicas para eliminar tiburones, eso sí, durante un tiempo limitado. La situación se complica cuando nos damos cuenta de la nefasta detección táctil, limitada por un interfaz mal solucionado y que dará al traste con nuestro avance al más mínimo error.

Por otro lado, la variedad brillará por su ausencia, puesto que estaremos corriendo por los mismos escenarios una y otra vez; así, empezaremos a huir por las calles de Nueva York esquivando tiburones que caerán del cielo, así como autobuses en mitad de la calzada y otros elementos como señales de tráfico. Podremos pasar sobre los vehículos, deslizarnos bajo algunas señales y poco más; si caemos en las fauces de un tiburón, la partida terminará. Si logramos aguantar lo suficiente sin cerrar la aplicación, daremos con una tabla de surf que nos transportará como por arte de magia al siguiente nivel, en el que surfearemos por calles de la Gran Manzana totalmente inundadas mientras esquivamos grupos de tiburones de lado a lado; apasionante...

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Si tras un ejercicio de extrema paciencia logramos superar la sección surfera, viajaremos al escenario final del juego, al epicentro del tornado a lomos de un enorme tiburón mientras esquivamos pedazos de mobiliario urbano y... sí, tiburones, a la vez que blandimos una gran sierra mecánica sin saber muy bien qué hacer, todo para aguantar el máximo tiempo posible antes de convertirnos en la cena de tan simpáticos carnívoros marinos. Y hasta aquí la adaptación de Sharknado, un título tan limitado como la película en la que se basa; o incluso más. A través de Game Center podremos consultar las tablas de clasificación online y comparar nuestra actuación con las de los valientes o insensatos que hayan descargado tal aberración.

A nivel audiovisual se muestra igual de incompetente que en las demás facetas del juego; los gráficos parecen de hace diez años o más, con modelados muy sencillos, texturas casi inexistentes y sin recurrir a ningún tipo de efecto gráfico. Las animaciones brillan por su ausencia, mostrando una apariencia gráfica totalmente desfasada y nada atractiva; muchos otros títulos similares de apariencia tridimensional se muestran mucho más interesantes en este aspecto, incluso algunos de corte infantil de estilo cartoon están mucho más cuidados en este sentido. Y sobre el sonido no hay mucho que decir; rápidamente aborreceremos el tema principal Sharknado, dejando los diferentes efectos de sonido en segundo plano y sin ningún atractivo, pasando totalmente desapercibidos por su mala calidad.

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Y llegamos al apartado menos afortunado del conjunto, marcado por las diferentes opciones premium disponibles vía micro-pagos en un título de pago de casi 3 euros. A medida que juguemos iremos recogiendo monedas que podremos utilizar para mejorar las diferentes armas disponibles en el juego, así como para comprar botes de pescado a modo de vidas. Pues bien, los precios no son nada accesibles, con lo que deberemos jugar mucho a Sharknado para hacernos con mejores armas y vidas extra ‒algo poco aconsejable‒ o pasar por caja y gastarnos unos euros por packs de monedas y cubos de pescado. Una auténtica locura si tenemos en cuenta que se trata de un juego de pago. ¡Incluso tenemos la opción de comprar el odioso tema principal en iTunes! Sin palabras... Aunque siempre podremos conocer los diferentes tipos de tiburones cada vez que terminemos una partida mientras suben de nivel sin razón aparente.

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Pésimo

No lo quieras ni regalado y te debería dar vergüenza regalárselo a alguien. No te lo compres, olvida su nombre.