Tropico 5
- PlataformaPC8OSX360PS4
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorHaemimont Games
- Lanzamiento20/06/2014 (PC)07/11/2014 (360)
- TextoEspañol
- VocesEspañol
Tropico 5
Tropico vuelve a nuestros ordenadores, y con esta ya van 5 entregas. Una nueva oportunidad para convertirnos en presidentes de una república isleña en el Caribe, y gobernar con mano de hierro para conseguir que nuestro linaje quede ligado por siempre al mandato. Y eso que nuestra madre decía que nunca llegaríamos a nada...
Tropico se afianza en Haemimont Games, de igual manera que los mandatarios que protagonizan cada juego de la saga, se agarran al poder con todas sus fuerzas. La gran diferencia respecto a estos, es que la compañía búlgara ha atesorado méritos suficientes para mantenerse al frente de una serie que une -de forma única- gestión en tiempo real y humor. La forma en la que la saga caricaturiza las llamadas "repúblicas bananeras", hace de Tropico un juego entretenido a varios niveles. Con su quinta entrega, los desarrolladores han querido introducir algunos cambios en la mecánica, respetando los cimientos de la serie iniciada por PopTop Software. Vamos a echar un vistazo a las novedades de Tropico 5.
Nuestro objetivo, como en todos los juegos de Tropico, será el de mantenernos al frente del gobierno de la isla que da nombre al título. Se trata de una ínsula paradisíaca -por lo menos, en esencia- cuyo gobierno inicial no es más que un títere de alguna otra potencia mundial. El juego nos permite escoger entre distintos modos, contando con una campaña cuyas primeras fases harán las veces de tutorial, un modo libre y, por vez primera en la saga, la oportunidad de participar en partidas con otros jugadores. A grandes rasgos, no hay cambios exagerados entre cualquiera de estos modos de juego, si bien entraremos a concretar los detalles de cada uno un poco más adelante. Escogido el tipo de partida, se nos permite personalizar al Presidente.
No es que las opciones de personalización sean excesivas. Género, color del cabello y unos cuantos adornos estéticos y ropa, son todo lo necesario para definir el aspecto del que será máximo mandatario de Tropico. Desde este preciso instante, el juego deja claras sus intenciones: El acercamiento humorístico a esta política de "república bananera". Desde uniformes que recuerdan a algunos políticos famosos, mil veces caricaturizados, hasta trajes y complementos extravagantes para que, desde bien lejos, se note que somos el Presidente de Tropico. Esta quinta entrega juega también con la idea de las dinastías, en la que los hijos e hijas del Presidente podrán tomar su lugar en algún momento. Esos personajes también pueden personalizarse, más adelante.
La partida da comienzo durante la era Colonial, en un periodo anterior a la II Guerra Mundial. Tropico es una isla con su propio gobernador -nosotros- controlada por alguna potencia extranjera. Las tareas que tendremos que realizar, irán orientadas a dos objetivos contradictorios: Mantener la confianza de nuestros "amos", de forma que no nos expulsen de nuestro cargo prematuramente, y a la vez que damos los pasos necesarios hacia la independencia. Así, gran parte de la gestión que debemos realizar se basa en nuestra respuesta a distintos eventos o encargos que irán surgiendo, por parte de los intermediarios del gobierno del que somos títeres o de mano de nuestros asesores para buscar la independencia.
Las tareas pueden requerir la construcción de algún edificio concreto, o alcanzar un nivel de producción para ciertos recursos, incluyendo población. Así, poco a poco, iremos afianzando nuestro poder en dos vías: Ganando confianza de la potencia extranjera a la vez que la cantidad de tropicanos rebeldes aumenta. Cuando llegue el momento preciso -siempre y cuando la tasa de independientes sea mayor al 50%- podremos dar un golpe de estado para declararnos independientes. En ese momento, el ritmo de la partida cambia, aunque no demasiado. Seguiremos necesitando el apoyo de algunas potencias extranjeras, o podriamos ser atacados con motivo de su política de expansión, a la vez que mantenemos contentos a los tropicanos.
El tiempo se va sucediendo así, en distintos periodos. De la época Colonial pasaremos a la II Guerra Mundial, en la que podremos prestar nuestro apoyo al Eje o a los Aliados. Posteriormente llegaremos a la Guerra Fría, en la que las potencias de Rusia, Estados Unidos, Medio Oeste o China serán las disponibles a la hora de realizar tareas diplomáticas. El final de estas época se produce en el presente, si hemos tenido la suerte de mantenernos en el poder durante todos estos años, tras casi un siglo de dominio sobre Tropico. Que así dicho, puede parecer fácil... Pero, para lograrlo, tendremos que ir prestando atención a numerosos detalles, si no queremos que los tropicanos se harten de nosotros, o alguna fuerza extranjera nos arrebate el poder.
Uno de los cambios añadidos en Tropico 5, como comentábamos al principio, es la inclusión de nuestra dinastía como elemento del juego. El Presidente podrá tener hasta 7 hijos e hijas, cada uno con rasgos propios, que posteriormente podrán llegar a ocupar el más alto cargo de la isla. Cada uno de ellos puede personalizarse al completo, igual que nuestro personaje principal, y veremos cómo se pasean por la ínsula mientras no tengan nada que hacer. En cualquier momento podemos "jubilar" al gobernante para dar paso a alguno de sus descendientes, cambiando así también la bonificación otorgada al gobierno por la del nuevo personaje... Y manteniendo Tropico como una república hereditaria.
Las mismas bonificaciones que se otorgan al Estado, en función de su rasgo principal, pueden aplicarse únicamente a un edificio. Esto quiere decir que nuestros hijos, y también los personajes con preparación que nazcan en Tropico, podrán ser asignados como administradores a distintas construcciones. Esto puede incrementar su rendimiento, reducir el descontento de los tropicanos, aumentar la riqueza de los trabajadores, hacer que algunos edificios sean más efectivos, disminuir la contaminación, ... Los efectos varían, según si se aplican como administrador o como Presidente de Tropico, aunque siempre están relacionados. Es importante aprovechar estos Gerentes porque, al principio, no siempre habrá suficientes para todos los edificios.
Existe una moderada variedad de construcciones, divididas en distintos módulos. Disponemos de edificios residenciales, en distintas calidades y densidad de población, necesarios para que los tropicanos tengan un lugar en el que vivir. Si no hay suficientes viviendas, la población no aumentará, lo que tendrá un impacto negativo en los edificios de producción por falta de trabajadores. Además, algunos de los nuevos habitantes pueden ser afines a nuestros designios como mandatario, por lo que la inmigración también se configura como un método para ganar partidarios. Por otro lado, los ciudadanos pueden dar lugar a expertos que, posteriormente, sean asignados a edificios como líderes, otorgando bonificaciones.
Los edificios de materias primas nos permitirán construir plantaciones -de diversos tipos-, aserraderos, muelles de pesca o minas en las que extraer distintos metales y minerales. Estos recursos pueden utilizarse posteriormente en las industrias de bienes o bienes de lujo. Ahí podremos transformar las materias primas en otras mercancías con las que subsanar las necesidades de la población. También edificios de entretenimiento, tanto normales como de lujo. Desde parques y avenidas, hasta cines, museos, cabaret y casinos, con el fin de tener contentos a ciudadanos y turistas extranjeros... De hecho, estos últimos necesitarán de tipos especiales de construcciones: Los edificios turísticos, en los que encontramos hoteles de distintos tipos y categorías.
Sin embargo, no debemos dejar abandonados a nuestros ciudadanos. Las infraestructuras nos permitirán dotar a sus viviendas de agua, electricidad y medios transporte. Los edificios de bienestar comprenden hospitales, prensa e iglesias o catedrales. En investigación y educación encontramos colegios, bibliotecas y universidades, en las que desarrollar nuevas tecnologías. En cuanto a edificios del gobierno, hallamos embajadas, bancos, oficinas, ... que se complementan con otro aspecto fundamental de nuestra república bananera: las construcciones militares con las que asegurar nuestro poder, ante los ataques invasores o las revueltas de disidentes que quieras acabar con la paz y bienestar de la paradisíaca isla de Tropico.
Todos los edificios pueden mejorarse para que resulten más eficientes. Generalmente, esta posibilidad se encuentra bloqueada hasta la investigación de cierta tecnología, o bien hasta la llegada de una época histórica concreta. En ese momento, podremos decidir -edificio a edficio, o bien de forma global- si queremos modificar una construcción con las mejoras existentes. Aunque su coste suele ser bastante alto, sobre todo si nuestra economía no está bastante saneada, se obtienen ventajas bastante atractivas, como la posibilidad de que las comisarías hagan de parques de bomberos o reducir la contaminación de ciertos edificios. Estas mejoras no se aplican de forma automática a los nuevos edificios construidos.
En cuanto al comercio, existe un nuevo sistema de flotas mercantes que podemos utilizar para importar o exportar recursos. De esta manera, podremos vender las mercancías que producimos en Tropico, obteniendo dinero adicional, o hacernos con aquellos elementos que no hemos podido conseguir en la isla. Las naciones irán solicitando, continuamente, ciertos recursos a cierto valor, con lo que también tendremos que elegir aquellas rutas que sean más beneficiosas para nosotros... Teniendo en cuenta que, al comerciar con una potencia, nos enemistaremos con sus enemigos y nos acercaremos más a sus aliados. A veces, es mejor perder algo de dinero, con tal de no resultar atacados por algún país que nos tenga demasiada manía.
Otros aspectos importantes son la exploración y la investigación. En Tropico 5 no conoceremos toda la isla desde el principio, ya que ciertas zonas estarán ocultas por una neblina de guerra, escondiendo nuevas minas o ricas zonas de cultivo, o playa. Tendremos que mandar escuadrones del ejército a esos territorios desconocidos, con el fin de explorarlos y poder comenzar a edificar en ellos. En cuanto a la investigación, llevada a cabo en las bibliotecas, servirá para introducir nuevas tecnologías o desbloquear edificios, obteniendo nuevas fuentes de energía, formas de explotar recursos o ventajas. No solamente eso, ya que gracias a estos descubrimientos, podremos ir añadiendo nuevas políticas y decretos para Tropico.
Porque, una vez declarada la independencia de la isla, tendremos la posibilidad de dar forma a nuestra propia Constitución. Ahí estableceremos los principios básicos de la República de Tropico, en los que se fijan términos como la existencia de ejército o servicio militar, la edad mínima para trabajar o la calidad de algunos servicios a la ciudadanía. Cada periodo irá desbloqueando nuevos términos para la Constitución y nuevos Decretos, que nos permitan gobernar mejor. Como, por ejemplo, el que dicta que obtendremos un porcentaje del coste de todas las construcciones, a ingresar directamente en nuestra cuenta en Suiza. Porque un buen Presidente, tiene que ir guardando sus ahorros personales en un lugar seguro.
La diplomacia también adquiere importancia. Casi todas nuestras medidas, aunque sean locales, tendrán cierto impacto en la opinión extranjera, pero también podemos tratar con los enviados de otras naciones en la Embajada. Allí podremos hacerles la pelota, con el fin de que el mundo sepa que somos buenos amigos, de los que se ayudan en momentos de necesidad, o insultarles. En el caso de que una nación no nos tenga demasiado aprecio, es perfectamente posible que sus tropas acaben en la costa de Tropico, con la idea de querer mejorar nuestra relación... por las bravas. Nada que nuestra inversión militar no pueda solucionar. Y si no es suficiente, nuestros aliados vendrán a ayudarnos. ¿Verdad?
Pero la que es -quizás- la mejora más esperada de la saga, es la inclusión de modo multijugador. Ahora, hasta 4 usuarios podrán convertirse en gobernantes de forma simultánea, cada uno en su propia isla. La mecánica es similar a la de juegos anteriores, con los añadidos comentados aquí, salvo que entre ellos podrán cooperar o, incluso, entrar en guerra. De esta manera, existe una verdadera competición, tanto en contra de los elementos tradicionales que afectan al juego, como contra el resto de jugadores, que irán avanzando de forma paralela a nosotros. Dado que las épocas pasan según transcurre el tiempo -y no por hitos o descubrimientos- podemos quedarnos atrás y vernos invadidos por un Presidente que ha sido más avispado que nosotros.
Realmente divertido, y una nueva vuelta de tuerca a la idea general del juego, podemos optar por el modo más competitivo o por el cooperativo, ya sea en partidas de hasta 4 jugadores o en sus versiones rápidas de 1 contra 1. En el modo multijugador, los jugadores pueden mandarse recursos entre ellos -población incluida- para ayudarse... Si quieren. Veremos que acaban introduciendo futuras ampliaciones del juego, vía contenidos descargables como los que Tropico 4 ha sabido aprovechar bastante bien. Aunque aún no han llegado -salvo el mapa Isla de Vapor- a su quinta entrega, no cabe duda de que no tardarán en aparecer distintos paquetes que nos permitan disfrutar de nuevas eras, edificios, misiones, mapas y modos para varios jugadores.
A nivel gráfico, la mejora respecto a Tropico 4 es evidente. Las texturas lucen mejor, si bien tampoco hacen gala de un nivel de detalle exagerado. Lo mismo con los modelados, con ciertas mejorías -pero sin llegar a ser espectaculares- y cumpliendo perfectamente con su función. Existe muy poca variedad, es cierto, lo que puede causar cierto síntoma de exceso repetición en lo que vemos. Eso si somos uno de esos Presidentes que se van fijando en sus ciudadanos y demás, que tampoco es del todo necesario. La interfaz de usuario nos muestra toda la información interesante, y los controles son intuitivos. Solamente hemos encontrado un defecto, y es que la rueda del ratón sirve tanto para acercar y alejar la cámara como para rotar los edificios antes de colocarlos... lo que lleva a alguna que otra confusión.
En cuanto al sonido, aderezado por melodías tropicales y caribeñas, se completa con una correcta localización a nuestro idioma. Será que eso del castellano y las repúblicas bananeras, siempre se han llevado demasiado bien, según que ojos lo miren. Al cabo de un tiempo, la repetición de la banda sonora llega a cansar levemente. O eso, o nos anima a prepararnos algún cóctel bien cargado, según el aguante de cada uno. A pesar de este pequeño defecto, el apartado técnico se cierra con una calidad bastante buena, en la que se percibe mejoría respecto a una cuarta entrega que no está tan alejada en el tiempo como parece. Apenas han pasado 3 años desde el lanzamiento de Tropico 4, y ya tenemos a su sucesor en nuestras pantallas y monitores.
Respecto al desarrollo de sus mecánicas, Tropico 5 cae excesivamente en la repetición. No es extraño, porque después de 5 entregas es difícil mantener completamente la frescura, pero los nuevos añadidos no contribuyen a relajar una sensación que, lamentablemente, ya se dejaba notar en su predecesor. Mantiene la esencia, eso es cierto, pero parece que le cuesta renovarse de una forma adecuada. Además, en ocasiones,parece que perdamos el control sobre nuestra república durante largos periodos de tiempo, en los que solamente podemos limitarnos a observar cómo pasan las cosas. Tampoco hay que alarmarse, nos encontramos ante un juego divertidísimo. Pero -solamente quizás- 3 versiones en 5 años sean demasiadas para un juego de este corte.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.