UFC
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La Ultimate Fighting Championship estrena la nueva generación de consolas (PS4, XBO) bajo el sello de EA Sports, en un espectacular aunque no demasiado accesible combate extremo que pone el motor gráfico Ignite a trabajar como nunca antes.
La creciente popularidad y naturaleza explosiva de Ultimate Fighting Championship -o UFC por su siglas-, hace del deporte una actividad perfecta para convertirlo a videojuego. Así se viene haciendo desde el año 2000 cuando llegó por primera vez a la primera PlayStation, sumando hasta el día de hoy 9 entregas. Las más memorables llegaron de la mano de la ya extinta editora THQ. La buena noticia ahora es que el más reciente esfuerzo de EA Sports es probablemente el mejor juego de artes marciales mixtas que se ha hecho hasta el momento; la mala noticia es que sigue plagado de problemas en los controles, balance en el momento de pelear y una curva de aprendizaje que requiere de demasiada paciencia y práctica. El lado favorable de todo esto es que los fanáticos acérrimos de la UFC podrán verlo como un problema menor y percibir un juego robusto, con una gran profundidad en el Modo de Carrera y la necesidad de tener una estrategia clara en el momento de pelear tal y como se requiere en estas espectaculares peleas.
Este es el primer intento de Electronic Arts después de que THQ realizara tres juegos que mejoraron uno tras otro, y el primer trabajo de EA Canadá, la misma sede donde se hace FIFA, aunque la compañía hizo algo a través de su sucursal de Florida con el fracasado EA Sports MMA lanzado en el 2010. EA Sports UFC es sin duda una buena golosina visual sobre todo cuando se considera que fue desarrollado exclusivamente para Playstation 4 y Xbox One con un modelado de los luchadores muy realista, incluyendo el castigo que reciben en las peleas, la deformación que éstos sufren y por supuesto la sangre en grandes cantidades, detalles en los ojos de los combatientes donde se pueden ver reflejados sus contrincantes. También hay detalles gráficos no tan positivos, como algunas ocasiones de errores en brazos y piernas batientes que desaparecen en el cuerpo del contrincante o en la lona mientras que el público no logra emular el frenesí que viven los que asisten a una de estas peleas en la vida real.
Los comentarios son precisos y los tutoriales bastante concretos. Pero todo eso es superficial, así como muchos protagonistas lucen como máquinas asesinas en el gimnasio, en cuanto suben al octógono no aguantan ni un round. Ahí es cuando comienza la pelea interna que también tiene EA Sports UFC, cuando las taras aparecen en el juego. En el apartado de música y sonido, el título no se aleja mucho, aunque cuenta con una gran variedad de temas como es costumbre en los juegos de EA Sports, los efectos sonoros en el momento del combate o incluso durante las sesiones de entrenamiento, nos vemos ante un nivel decente pero no extraordinario. Cuando se suman todos estos elementos queda una experiencia dispareja, sin lograr ser envolvente o inmersiva en su totalidad, sin estar al nivel de los grandes referentes del deporte virtual.
Sobre el sistema de pelea podemos decir que es su elemento más sólido y complejo a la vez. Su sistema de golpeo esta basado en un esquema de un botón por cada miembro del cuerpo del luchador, como lo hizo en su momento THQ con sus juegos, con lo que EA se apartó del modelo de combate en base a los sticks analógicos y su constante movimiento que sin duda terminaban agotando los pulgares de hasta el jugador más experimentado en Fight Night y MMA. Así se pueden lograr diferentes combinaciones con cada uno de los cuatro botones básicos de golpe al presionar L1 o R1 (LB y RB en One), y mover el stick analógico hacia delante para multiplicar mayor número de movimientos de ataque. Algunos incluso consumen stamina del luchador por lo que es importante administrar bien el elenco disponible.
Todo comienza con un mensaje del presidente de la UFC, Dana White, y un montón de entrenadores que ayudan al jugador durante el tutorial inicial. Como es de esperar, es fácil impresionarles con el mediano esfuerzo que se requiere para iniciar con estas primeras fases, y de esta forma las etapas primeras del juego emocionan al jugador lo suficiente como para que desee continuar con el entrenamiento. También tendremos la libertad de crear y personalizar cualquier tipo de luchador, así como especializarte en una técnica específica o tratar de dominarlas todas, aunque no es lo recomendable. Hay una gran variedad de movimentos y golpes como mencionábamos y algunas habilidades pueden ser mejoradas, como el combate mano a mano o los agarres. Pero lograr dominar todo esto y sobre todo ejecutarlo de forma exitosa en un combate es el verdadero reto, aquellos con poca paciencia y afición por este deporte seguramente no lo disfrutarán mucho.
La mecánica de sumisiones es complicada pero no específicamente exigente o imposible; de nuevo sólo necesita práctica y buen timing para poder realizarlos de manera exitosa. Acoplar todo esto con la ejecución rápida de comandos para tomar ventaja del error del contrincante ofrece un sistema de combate desafiante. El combate uno a uno requiere que el jugador encuentre la debilidad del oponente y la explote; por que de otra forma se verá tratando de vencer al enemigo presionando botones sin ningún sentido, lo cual no da un buen resultado en la mayoría de las ocasiones. Dominar los agarres y las mecánicas de sumisión tomará una buena cantidad de horas de práctica. Usar la combinación de gatillos y el stick análogo es algo engañoso y aquellos que carezcan de paciencia terminarán tirando el mando contra el suelo por lo menos, ya que este juego es un simulador bastante puro. No es malo que existan juegos diseñados exclusivamente para los aficionados más aguerridos de un deporte o género, pero cuando incluso esos jugadores terminan frustrados con el control del juego, es que algo está mal.
Sin duda, EA Sports UFC es bastante realista. Los luchadores reaccionan de forma auténtica a varios golpes y técnicas. Aprender a pelear puede resultar interesante, de hecho una vez que tienes una idea de los controles ganar una pelea ofrece una satisfacción generosa como jugador, pero el otro problema mayor es que algunos de los ataques más poderosos no siempre hacen lo que queremos o imaginábamos, incluso si son ejecutados de forma impecable, generando de nuevo una carga importante de desilusión y sensación de injusticia.
Los golpes, las animaciones y las recreaciones de impactos en la humanidad de los luchadores, en piel orgánica, mantienen el juego fluido y con una sensación natural, aunque es decepcionante ver que la mayoría de las animaciones de agarres son las mismas personaje tras personaje. Pero donde EA Sports UFC se hace turbio es en lo rígido de sus combatientes: al ver que Anderson Silva está golpeando a tu luchador con repetidos rodillazos debería de convertir en una piltrafa a cualquier oponente, pero esto no sucede. Lo mismo pasa en las batallas de sumisión. El sistema que hay trás los agarres puede resultar divertido, pero cada intento de sumisión puede llevarnos un minuto en resolverse, además de tener un par de fases y un minijuego para lograr concretar un castigo o escapar de él.
Tal vez el detalle que elimina el realismo que se construyó con los demás aspectos del juego es que los luchadores pueden absorber cantidades impresionantes de castigo y mientras se logre escapar de los intentos de sumisión el jugador se puede sentir seguro. Lamentablemente ésa no es una sensación que se quiera transmitir en un juego de la UFC donde los golpes deberían ir pasando más factura y un buen agarre en el suelo debería ser irrevocable.
En cuanto a modos adicionales o sorpresas, más allá del octógono EA Sports UFC tiene poco que ofrecer. Existen una serie de retos que enseñan técnicas y golpes que tal vez deberían de haber sido incluidas mejor en el tutorial, el juego online es absolutamente funcional y con las opciones que cabría esperar además de un matchmaking bastante sencillo y que lo deja en secundario. Pero el modo de Carrera singleplayer, claramente principal. puede resultar como un ciclo repetitivo e interminable con menús reiterativos y que cuando por fin nos dejan dominar el juego ya le restan diversión al progreso de un luchador creado.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.