Dynasty Warriors: Gundam Reborn
Dynasty Warriors: Gundam Reborn
Mobile Suit Gundam vuelve a hacer suyas las mecánicas de Dynasty Warriors. Amuro Ray y compañía regresan a nuestras PS3 para librar combates masivos a bordo de mechas gigantes. Empuña tu Dual Shock y conviértete en un Newtype.
Mobile Suit Gundam, serie de animación japonesa creada en 1979 tomando elementos de mangas ya por entonces clásicos como Mazinger Z (1972) y películas como La Guerra de las Galaxias (1977), sigue siendo a día de hoy, 35 años después de su concepción, una leyenda en Japón cuyo éxito es equiparable a licencias como la ya citada Star Wars. Series de animación, largometrajes, mangas, videojuegos, parques temáticos… El material lanzado sobre la franquicia es prácticamente inabarcable, e incluso existe toda una señora estatua a escala 1:1 del Gundam RX-78-2, ubicada en la localidad japonesa de Odaiba. Por desgracia, solo una ínfima fracción del universo Gundam ha llegado a verse por tierras españolas de forma oficial. Lo último, además del videojuego que nos ocupa, es una muy recomendable serie de tomos denominada Mobile Suit Gundam: The Origin, en la que Yoshikazu Yasuhiko, legendario mangaka que ya estuvo involucrado en la serie de animación de finales de los 70 como diseñador de personajes, vuelve a narrarnos la historia original de forma magistral, añadiendo detalles y extensos flashbacks que dotan de un nuevo nivel de excelencia a la ya de por sí extraordinaria historia de la Guerra de un Año en la que se curtieron personajes tan queridos para los aficionados como Amuro Ray o Char Aznable.
Regresando al ámbito del videojuego, no nos detendremos aquí a enumerar los títulos de Gundam que han llegado a ser lanzados, ya que necesitaríamos bastante espacio para ello. La mayoría de dichos juegos, como tristemente pasa con buena parte del material de esta histórica licencia, no han salido de Japón, aunque hasta la fecha todos los títulos de la serie Dynasty Warriors: Gundam han conseguido dejarse ver en el viejo continente, eso sí, con no pocas dificultades. En lo que a territorio español se refiere, solo el primer DW Gundam gozó de una distribución decente, mientras la segunda y tercera entregas únicamente pudieron ser conseguidas mediante importación vía UK, a pesar de contar incluso con traducción al castellano. Mientras redactamos el presente análisis, aún no está claro si el juego que nos ocupa, DW Gundam Reborn, llegará a verse por tierras hispanas en formato físico, aunque sí parece ya confirmado que al menos se encontrará disponible en la tienda digital de PS3.
Para ponernos en antecedentes antes de entrar definitivamente en materia, decir que Dynasty Warriors: Gundam, a pesar de lo que su nombre pueda dejar entrever, no es un crossover entre ambas sagas (lástima, habría sido curioso ver por ejemplo a Zhao Yun luchar al lado del RX-78-2 de Amuro Ray), sino una adaptación de las mecánicas de DW al universo Gundam. Y es que el éxito que tanto los Dynasty Warriors principales (conocidos como Shin Sangoku Musou en su país de origen) como sus spin-offs llevan cosechando en Japón desde el año 2000 ha dado cabida a que no pocas franquicias cedan sus historias y personajes para ser adaptadas a la jugabilidad y mecánicas de combates masivos habituales en la saga. El Puño de la Estrella del Norte, One Piece, la presente Gundam e incluso Zelda (con el futurible Hyrule Warriors) son algunas licencias que han sido adaptadas al estilo Musou por Omega Force, progenitores de la serie Warriors. En lo que a Gundam se refiere, ya hemos visto en acción a Dynasty Warriors: Gundam (2007), DW Gundam 2 (2009) y DW Gundam 3 (2011), títulos que abarcan una buena parte de las series y líneas temporales de la franquicia Gundam. Ahora llega la cuarta entrega, que con el subtítulo Reborn pretende convertirse en todo un renacimiento para la saga. ¿Lo conseguirá? Veamos…
Guerras estelares
La serie Mobile Suit Gundam original nos narra como la humanidad, malviviendo en un planeta Tierra superpoblado que ya casi se ha quedado sin recursos, se ve obligada a iniciar una nueva carrera espacial para garantizar su supervivencia. Así, comienzan a construirse diversas y descomunales plataformas orbitales cada vez más alejadas del planeta, a las cuales van a parar una buena parte de terráqueos para vivir como colonos. Con el paso del tiempo, estas ciudades espaciales dotadas de atmósfera y gravedad consiguen prosperar y ser autosuficientes por sí mismas, hasta que inevitablemente surge el conflicto cuando la colonia más alejada del planeta azul, conocida como el Principado de Zeon, declara su intención de independizarse de la Federación Terrestre. Ello da pie a un cruento conflicto posteriormente conocido como la Guerra de un Año, el cual se toma innumerables vidas en ambos bandos, y en el que surge una nueva clase de arma: el mobile suit, una suerte de enormes robots pilotados capaces de moverse con soltura en el vacío espacial y combatir con una eficiencia y letalidad mucho mayores que las de un caza o una fragata al uso.
Dos pilotos, Amuro Ray en el bando de la Federación y Char Aznable en el de Zeon, forjarán su leyenda en este conflicto y darán origen a lo que se acabará denominando newtype, una suerte de evolución de la raza humana fruto de su adaptación a entornos espaciales y orbitales. Mobile Suit Gundam es una serie que destaca por no ser la típica batalla al uso entre “buenos” y “malos”. Todo son escalas de grises (quizá con alguna excepción, como la del retorcido Gihren Zabi), y es fácil identificarse y entender los motivos que llevan a los miembros de ambos bandos a la guerra. Desgraciadamente, en lo que a Dynasty Warriors: Gundam Reborn se refiere, tampoco podemos decir que a la cuarta haya ido la vencida. Gundam Reborn cuenta con un modo historia (denominado Official Mode) en el que se narran los hilos argumentales tanto de la serie original como de dos de sus tres secuelas (Z Gundam y Char’s Counterattack), así como varios de los sucesivos hilos narrativos alternativos que ha dado la franquicia (Unicorn, Seed y Seed Destiny).
Sin embargo, la narración sigue siendo demasiado precipitada y atropellada, con breves vídeos en los que se alternan imágenes estáticas con secuencias cinemáticas construidas con el motor del juego que poco o nada hacen por contarnos la historia de manera solvente. Así, será necesario conocer de antemano los arcos argumentales en los que se basan las distintas secciones del modo historia para sacar algo en claro entre el batiburrillo de personajes que entran y salen y las batallas que dan la sensación de sucederse sin orden ni concierto. El modo galería tampoco ayuda al respecto, dado que las biografías de personajes y mobile suits que allí encontramos (en inglés, ya que el juego no cuenta con traducción al castellano) también han sido resumidas en pocas líneas, siendo insuficientes para que el neófito en el universo Gundam aclare alguna de las innumerables preguntas que le surgirán a medida que va jugando.
Además del modo historia existe una segunda modalidad, Ultimate Mode, que podría ser considerada como una suerte de modo libre en el que ya se dan cita la totalidad de pilotos y mechas disponibles en el juego independientemente de que se encuentren o no ubicados en un mismo hilo narrativo dentro del universo Gundam. Mientras avanzamos por ambas modalidades iremos desbloqueando nuevos elementos, como pilotos, mobile suits y paquetes de mejora que nos permitirán perfeccionar las características tanto de personajes como de mechas. Los pilotos pueden ser equipados con habilidades (por ejemplo, hacer más daño a mechas gigantes como el Big Zam), mientras los mobile suits obtienen paquetes de mejora que suben aspectos como el ataque y la defensa.
Una vez nos encontramos en batalla, vemos que siguen presentes todas las características de un Dynasty Warriors al uso: Un campo de batalla de dimensiones considerables, cierta libertad para movernos por él, dos ejércitos enfrentados, varias misiones a completar para hacer que la balanza se incline de nuestro lado en el conflicto, y cientos de unidades combatiendo en tiempo real. Lo primero que llamará la atención al aficionado será sin duda que se regresa a un estilo gráfico más tradicional, dejando atrás el cel shading visto en DW Gundam 3. El motivo de que se haya tomado la decisión de dar un paso atrás en lo que al apartado gráfico se refiere no está claro; quizá el cel shading de DWG3 no haya sido bien acogido por una parte de los aficionados nipones, o puede que se haya tomado dicha decisión para poner más mobile suits en pantalla, o también es posible que sea por ambos motivos. Lo que sí está claro es que en Gundam Reborn todo es mucho más aséptico, y los mechas dan la sensación de encontrarse menos detallados que en DW Gundam 3; pero también es verdad que ahora el número de mechas en pantalla es simplemente sobrecogedor, y se consigue borrar de un plumazo la aparición repentina de mobile suits en pantalla, aunque eso sí, solo en distancias cortas y medias.
A la hora de combatir, los controles permanecen fieles a anteriores entregas de la saga, sin grandes cambios a la vista. Con el botón cuadrado lanzaremos ataques cuerpo a cuerpo, usando el propio mobile suit o el arma a corta distancia que éste empuñe (la cual generalmente será una espada de energía sospechosamente parecida a los sables de luz que blanden ciertos adeptos de la Fuerza que viven en una galaxia muy, muy lejana); con el botón triángulo lanzaremos ataques a larga distancia, generalmente con rifles laser (con el botón pulsado un par de segundos activamos un disparo potente, una de las novedades de esta entrega); el botón equis servirá para encender los propulsores del mobile suit y hacer que éste se deslice a gran velocidad; y ya el botón círculo queda reservado para los ataques más poderosos que los mechas son capaces de desencadenar, conocidos en la franquicia DW como ataques musou. Los botones superiores también se usan, por supuesto, siendo el L1 para cubrirnos, el R1 para ascender y descender, y el R2 para activar una suerte de estado berserker que nos brindará algunas ventajas (como ralentizar el tiempo para que los rivales vayan a cámara lenta mientras nosotros nos desplazamos a velocidad normal) y también nos permitirá acceder al ataque musou más devastador del juego.
Todos estos ataques también pueden ser combinados para dar lugar a nuevas técnicas ofensivas, dejándonos un abanico de posibilidades bastante decente a la hora de enfrentarnos a los innumerables enemigos que se cruzarán en nuestro camino. En cuanto a sorpresas respecto a anteriores DW Gundam o a otros Musou, pues pocas por no decir ninguna. Cada campo de batalla posee zonas que deberemos conquistar o defender; estas zonas poseen diferentes características en el Modo Ultimate, como lanzar generales o arreglar los desperfectos de los mobile suits aliados, mientras en el Modo Oficial harán poco más que lanzar soldados rasos de forma continuada. Además de luchar contra mechas corrientes (poco más que carne de cañón ante el poder de nuestro mobile suit) y oficiales enemigos (los cuales ya brindan un desafío más considerable), se mantienen las duras luchas contra robots gigantes y se añade el combate contra fragatas, las cuales nos bombardearán desde las alturas mientras tratamos de abatirlas con el disparo potente de nuestro rifle de plasma.
En lo que al apartado gráfico se refiere, ya hemos mencionado el abandono del cel shading, con lo cual ya no existe esa cercanía visual a la serie de animación que sí aparecía en el tercer DW Gundam. Los escenarios se encuentran algo vacíos y desangelados, más de lo habitual en un Musou, y el único punto fuerte que encontraremos será la capacidad y soltura que muestra el engine a la hora de poner cientos de unidades en pantalla sin ralentizaciones a la vista. La aparición repentina de enemigos sigue estando presente, pero ésta solo se dará en largas distancias, por lo que al menos no tendremos que ser testigos de cómo los rivales aparecen y desaparecen como por arte de magia delante de nuestras narices. Hay momentos de auténtico caos masivo, con lo que se consigue una perfecta sensación de batalla campal. Aparte de eso, poco más podremos sacar en positivo del apartado gráfico del juego.
En resumen, pocas y contadas novedades respecto a lo visto en las tres entregas anteriores. Por desgracia, este inmovilismo también implica que Omega Force sigue sin dar un paso al frente con novedades que sentarían muy bien al juego, como un completo rediseño de las batallas espaciales, las cuales no se diferencian en nada de los combates sobre suelo raso. Y es que en lugar de ofrecer la libertad de movimiento que se presupone en un combate orbital, nuestras acciones son exactamente las mismas de avanzar, deslizarnos más rápidamente con el propulsor y ascender durante un corto periodo de tiempo. Otra oportunidad perdida, algo que podría ser perfectamente aplicable al resto del juego. DW Gundam 3 ofreció alguna que otra novedad interesante, pero con Gundam Reborn parece que se quiere aplicar la ley del mínimo esfuerzo (solo con los aficionados nipones a Gundam que compran el juego ya se obtienen beneficios, así que, ¿para qué molestarse?), ofreciendo un título que a grandes rasgos queda algo por debajo de la tercera entrega, y solo un poco por encima de la segunda.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.