Sin asesinas en Ubisoft
Ubisoft se ve envuelta en una polémica innecesaria por unas declaraciones torpes e inoportunas de uno de los responsables de Assassin’s Creed: Unity sobre la ausencia de protagonistas femeninas. Decisión lógica, respuesta políticamente incorrecta.
La industria del videojuego vivió la pasada semana su momento clave del año, la cita anual del E3 en Los Ángeles. Anuncios, sorpresas y todo tipo de noticias a granel, por y para jugadores, a veces con una velocidad tan vertiginosa que resulta difícil de asimilar por el público. Suceden demasiadas cosas en demasiado poco tiempo. Pero en plena vorágine del evento angelino sorprendieron unas declaraciones de James Therien, director técnico de Assassin’s Creed: Unity de Ubisoft, que al ser preguntado por la no introducción de mujeres como personajes seleccionables para el cooperativo se metió en un buen berenjenal. Y lo hizo él solo, además, sin ayuda de nadie.
El principal argumento para no incluir personajes femeninos seleccionables en el juego, que tendrá cooperativo a cuatro (el cuarteto de héroes es masculino), es que supondría “el doble” de trabajo: más captura de movimiento, más modelado, más voces, más recursos invertidos y, en definitiva, más tiempo para el desarrollo. Todo el mundo se ha alzado en contra de las palabras de Therien, apoyado más tarde por el equipo de Far Cry 4, que planteó una situación similar, pero de una forma más comedida y menos desafortunada. En sus palabras se ha visto una mala actitud hacia ellas, hacia las protagonistas de videojuegos, hacia las chicas como eje central en un proyecto de gran presupuesto.
Hecho el linchamiento, que ha derivado hasta en peticiones online para presionar a Ubisoft para que introduzca chicas en Assassin’s Creed: Unity, permitidme que rompa una lanza en favor de Therien. Y es que si ha pecado de algo director técnico de Ubisoft, es de ser sincero, una sinceridad que a veces duele y actúa como un jarro de agua fría para aproximarnos a la realidad. Diseñar cuesta, requiere una inversión (de horas, de recursos y de fuerza de trabajo), por lo que se deben tomar decisiones como ésta. ¿Cuánto podía costar a Ubisoft introducir un personaje chica para el multijugador? Posiblemente mucho menos que lo que ha supuesto el “disgusto” de estar en el ojo del huracán mediático, más aún cuando ya tienen asesinas de anteriores juegos y personajes femeninos hablando y moviéndose por las calles de esta París de época.
¿Cuál podría ser una respuesta “correcta” ante esta cuestión? Quizás la solución estuviera en asegurar que por contexto socio-histórico y por narrativa, dos valores que siempre se cuidan en la saga de los asesinos, la inclusión de una protagonista femenina no hubiera encajado del todo, en una aparente "revolución de hombres". Sin embargo, algunos hubieran quedado satisfechos con esta respuesta; otros directamente hubieran dudado de la respuesta y mencionarán la importancia que tuvo el género femenino durante la revuelta, donde la voz fémina comenzó a adquirir conciencia colectiva. Lo que tengo claro es que de haberse dado esta respuesta, Ubisoft se hubiera ahorrado la polémica.
Soluciones había muchas, aunque la pregunta tenía su “trampa”. Más allá de todo el revuelo causado, creo que bajo esta historia subyace una realidad que invita a ser optimistas con el futuro más plural de los videojuegos. Echemos la vista atrás, hace aproximadamente una década, a juegos como el primer Assassin’s Creed. ¿Alguien pidió por aquellas fechas una protagonista femenina? No. Lo mismo con Uncharted, saga con una clara herencia de Tomb Raider. ¿Cuál es la diferencia entre épocas? Que ahora ellas están presentes en la industria del videojuego, tanto en el frente del desarrollo como en la cara de los consumidores. Ellas ya son las mismas que ellos en Norteamérica. En España, el número de jugadoras ha crecido hasta el 44 por ciento del total durante el año 2013, según el informe anual.
Ellas forman parte de la industria, se han situado en la primera plana de los medios por su trabajo a la hora de crear videojuegos: Jade Raymond, Kelle Santiago, Toko Shimonura, Corrinne Yu, Anna Prosser, Amy Hennig y más. Lo repasaba mi compañero Javi Andrés en un reportaje titulado "Las diez claves mujeres del videojuego". Hemos visto cómo la primera Wii ampliaba el universo de jugadores, acercándolas a ellas a las consolas. Los móviles y las tabletas también han hecho lo propio. Y Nintendo DS con licencias como Animal Crossing han roto barreras. Aquellas que ya venían de jugar desde hace años, se han visto acompañadas por otras que estaban dando sus primeros pasos. Todas ellas, tanto las que juegan una partida a Wii Sports como las que se conectan a League of Legends para jugar online o se rinden ante un Mass Effect, merecen formar parte de la industria tanto como los chicos, y preguntando ¿por qué? a Ubisoft demuestran que ya tienen voz y voto.
Que Assassin's Creed: Unity no incluya asesinas es una decisión empresarial lógica, aunque pueda perder peso si tenemos en cuenta que la saga de la firma francesa ya ha contado con anterioridad con una chica como protagonista (Aveline en Liberation). Insisto: la introducción de chicas tiene un coste que en Ubisoft parecen non estar dispuestos a asumir. De ahí que tienda la mano a Therien. Pero lo que verdaderamente nos interesa de este debate es lo que queda por debajo. El videojuego se ha diversificado trayéndolas a ellas y eso nos beneficia.