Ganarse al jugador tradicional, al usuario que aupó la marca Xbox al sitio que ocupa actualmente. Esa es la estrategia que Microsoft seguirá con su Xbox One, máxime tras la decisión de vender la consola sin Kinect. Phil Spencer, nuevo jefe al cargo tras la salida de Don Mattrick, señala que "teníamos que tener una visión directa y la tenemos. Voy a centrarme en quien se que tengo que ganarme cada año, que es la persona que quiere juegos en una consola, y ese va a ser el cliente número uno". El directivo lo califica como el tipo de cliente "que queremos ganarnos, que tenemos que ganarnos, para el que tenemos el contenido adecuado", y para ello montó una conferencia en este E3 centrada únicamente en juegos, que es lo que creclamaba la comunidad.
El ejecutivo de la empresa de Redmond va más allá anotando que para vender Kinect, primero se debe vender la consola, y para ello necesitan juegos de calidad que atraigan a los consumidores tradicionales del sector.