The Incredible Adventures of Van Helsing II
- PlataformaPC8.1
- GéneroRPG, Acción
- DesarrolladorNeocore Games
- Lanzamiento22/05/2014
- TextoEspañol
- VocesInglés
The Incredible Adventures of Van Helsing II
La demostración de que es posible hacer grandes juegos por debajo de los 15€. Desde la escena independiente nos llega un título que está dando mucho que hablar entre los aficionados al RPG y al que llegan a clasificar como alternativa al propio Diablo.
Un año después del lanzamiento del excelente Diablo III de Blizzard, llegaba tanto a PC como a Xbox 360 un título de un prácticamente desconocido estudio húngaro que, en forma de trilogía e inmerso en el universo de Bram Stoker y su personaje Van Helsing, prometía ser nada menos que el “Diablo III Killer” o el “Anti-Diablo”.
Una calificación que, con mayor o menor acierto, ya predisponía al colectivo de jugadores a confrontar ambos títulos. El resultado fue claro. El “Triple A” de Blizzard barría al juego independiente en todos los aspectos. La mayor ventaja se mostraba en el apartado técnico, pero también le dejaba muy atrás en cuestiones fundamentales para un RPG como el “balance” de daños, la progresión de la dificultad, el multijugador…
“Las increíbles aventuras de Van Helsing” no llegó a ser el título que destronara al Rey y aún es discutible si la maniobra de venderlo como capaz de conseguirlo obró en favor o en contra del producto de NeocoreGames. En aquel momento se puso frente a frente a dos excelentes juegos de Rol y se llegó a debatir cuál era mejor. La balanza se inclinó claramente a favor de Diablo, si bien, y es adónde queremos llegar, el enfrentamiento tenía lugar entre un título con años de desarrollo y una enorme inversión técnica, personal y económica frente a otro totalmente independiente, obra de un pequeño estudio de Budapest y que salió al mercado por la cuarta parte del precio del primero.
Esa fue la circunstancia que nos hizo esperar con ansia la continuación de la saga y poner grandes esperanzas en esta segunda entrega que hoy analizamos.
Exactamente un año después llega a nuestros PC la continuación de las crónicas del hijo de aquel doctor Van Helsing que, junto al paradigmático Conde Drácula, permitió a Bram Stoker convertir folclore de la Europa oriental del siglo XIX en una parte destacada de la cultura popular de los siglos posteriores y quizá la más relevante en lo que al género de terror se refiere. No obstante, el joven Van Helsing poco tiene que ver con su atormentado padre al afrontar los cara a cara con los monstruos y adopta el papel de cazador “multifunción” que en los últimos años hemos visto en el cine encarnado por Hugh Jackman y que nada tiene que ver con el personaje original.
El juego nos presenta un “ejército de un solo hombre” donde el joven Van Helsing podrá elegir qué especialización será la más conveniente para acabar con las decenas de miles de enemigos que habrá de eliminar en la aventura. Hechizos, armas blancas, armas de fuegos, venenos, magia… poco que ver con clavar una estaca en el corazón, desde luego.
La excusa para hacerlo será nuevamente el enfrentamiento que tiene lugar entre la humanidad y su ciencia frente a los monstruos y la magia, atrapando a Van Helsing entre ambos frentes y obligándole, como no puede ser de otro modo, a convertirse en la pieza fundamental que resuelva el conflicto cumpliendo con cientos de misiones, de mayor o menor relevancia, pero siempre conllevando el enfrentarse en solitario a horda tras horda de enemigos, a cada momento más temibles y letales.
Volvemos a contar con fundamental ayuda de nuestra amada Katarina, que tras la muerte nos acompaña en su forma espectral y que es capaz de alternar su presencia cordial y de animada conversación, con la de un demonio que es una amenaza para los enemigos casi tan grande como lo es el propio Van Helsing. Los escenarios se mantienen en la ficticia región de Borgovia, recreación con una evidente influencia “steam punk” de la Rumanía de principios del siglo XX, y se alternan entre zonas exteriores, como bosques y páramos helados, con interiores, como las calles góticas y oscuras de la capital, Borgova, y sus subterráneos y catacumbas.
Para identificar la evolución del juego hemos de sumergirnos en la aventura. La acción es la clásica de “hack 'n' slash” que la saga Diablo ha convertido en un género de por sí. Mediante el ratón controlamos el movimiento y los objetivos, mientras que desde el teclado recurrimos a un catálogo enorme de opciones de ataque, defensa, pócimas… También en su interpretación más clásica del género, los enemigos caídos nos dejarán recompensas en forma de oro o bien armas, vestimentas y demás elementos con los que equiparemos a nuestro personaje desde su inventario. Todo hay que decirlo, se sigue punto por punto la mecánica de Diablo en la que las recompensas de “rapiña” son tan numerosas y variadas que llegan a perder su sentido, al ser muy complicado distinguir en qué medida la combinación de elementos con la que equipamos a Van Helsing y Katarina es más o menos efectiva que otra. Este exceso de guantes, botas, espadas, medallones, etc. se complica aún más mediante la posibilidad de combinar varios de ellos, hechizarlos o dotarlos de daños secundarios.
Sin embargo esta equipación del personaje, ni se acerca a la importancia que tendrá el formar y especializar a nuestros héroes de cara al combate. Y aquí seguramente llegamos al punto de mayor interés de esta trilogía y su elemento diferenciador respecto a alternativas como Torchlight o el propio Diablo; las casi infinitas posibilidades de especialización y evolución.
Partimos de elegir nuestro perfil de héroe entre tres opciones, Cazador (melé), Taumaturgo (mago) y mecánico arcano (armas de fuego). Cada rol nos aporta unas aptitudes de inicio diferentes y dirigidas al tipo de combate que hemos elegido. A medida que aumentamos nuestro nivel y ganamos puntos de experiencia, los habremos de repartir entre las clásicas aptitudes para la magia, el combate cuerpo a cuerpo, velocidad, resistencia, maná, daño por segundo, etc. Pero además habremos de elegir qué tipos de conjuros vamos a usar, optar entre potenciar solo unos o aprender más, estudiar la combinación de los mismos más efectiva. También hemos de ir incorporando habilidades pasivas de gran importancia a medida que las cosas se van poniendo más complicadas en la aventura.
Por si fuera poco, además de configurar a Van Helsing, habremos de hacer lo propio con nuestra acompañante Katarina, a la que hay que equipar, especializar y definir sus parámetros de combate. Y es que Katarina, nuestra compañera de aventura, es sin duda la pieza más fundamental de la misma. Se trata de una solución muy inteligente por parte de NeocoreGames a un problema inherente a los RPG: la excesiva especialización de nuestro personaje en unos aspectos a costa de las consiguientes lagunas en el resto. Si optamos por un Van Helsing que resuelva sus combates en el cuerpo a cuerpo, Katarina será una ayuda perfecta evolucionándola para que ataque desde la distancia, nos procure salud y maná y arrastre consigo a parte de los enemigos. Si, por el contrario, optamos por un Val Helsing que se apoye en la magia o las armas de fuego, nuestra Katarina deberá ser llevada a convertirse en ese “tanque” cuerpo a cuerpo que frene a los enemigos y resista el máximo posible sus embestidas mientras los abatimos desde la distancia.
Entre las posibilidades de Katarina, además de ordenarla combatir a distancia o cuerpo a cuerpo, podremos ir dotándola de poderes pasivos que afecten tanto a los enemigos con los que combate, como directamente a nuestro héroe. Además también la podemos enviar a vaciar y vender nuestro inventario. Dicho de la forma más simple; el secreto de triunfar en Van Helsing pasa por aprovechar de la mejor forma posible a nuestra fantasmal, y por tanto inmortal, compañera Katarina.
La acción durante el juego no difiere de lo conocido en los aspectos más clásicos de este género. Avanzamos por un yermo o por una catacumba derrotando miríadas de enemigos combinando distintas armas y hechizos, tanto de ataque como de defensa. Los enemigos nos dan oro, que nos servirá para comprar útiles para nuestro inventario, así como para revivir cada vez que morimos. Un desarrollo muy simple que solo se complica en la faceta de Rol, cuando la dificultad creciente de la aventura puede poner en discusión si la evolución que hemos adoptado para nuestros héroes es la más adecuada. Los creadores del juego han tenido en cuenta esta posibilidad, más que habitual, y permiten que deshagamos nuestra evolución, recuperando los puntos de experiencia para poder distribuirlos de otro modo.
En este punto nos permitimos recomendar la especialización del héroe hacia su faceta de mago, o Taumaturgo. Por un lado por la mayor espectacularidad de su combate, pero sobre todo porque el mismo es mucho más sencillo de controlar. Y es así porque uno de los pocos defectos que podemos sacar de la acción lo encontraremos en cómo nuestro héroe sufre los daños. Determinados enemigos, con determinados ataques, nos causan un daño enorme, en ocasiones fatal. Esto es prácticamente imposible de advertir si nos encontramos rodeados de decenas de enemigos dando mandobles de espada. En esa situación veremos cómo nuestra barra de salud baja del completo a cero sin saber qué demonios, y nunca mejor dicho, nos han eliminado. De ahí que sea mucho más fácil controlar la acción atacando a distancia y dejando que sea Katarina la que entre en el cuerpo a cuerpo.
Dentro del desarrollo absolutamente clásico en el género, si nos empeñamos en buscar aportaciones de este título al mismo, podríamos llegar a encontrar algunas pequeñas. La primera son determinados niveles que se intercalan en la aventura y que tendremos que jugar según el clásico modo de “tower defense”, es decir, prever por donde van a llegar los enemigos, crear trampas y armas defensivas en su recorrido y evitar que atraviesen el mapa de un extremo al otro.
Otra funcionalidad paralela a la acción principal del juego pasa por crear y especializar a nuestro propio comando de ataque y enviarlos a que cumplan misiones paralelas, totalmente ajenas a nuestra propia acción. Esta opción no va más allá de invertir oro en formar a nuestros comandos y esperar que sus acciones nos reporten experiencia y algo de rapiña. Tanto las misiones de torres de defensa como las de comandos son totalmente opciones y el juego no se resiente en absoluto si no las usamos. Lo mismo ocurre con la infinidad de pequeñas misiones que podremos encontrar paralelas a la principal y cuyo único objetivo es procurarnos más experiencia para subir de nivel y mejorar así nuestras opciones en la aventura principal. Obviamente, atacar estas misiones o no afectará a la duración de la campaña principal, del mismo modo que lo hace el nivel de dificultad en la que lo hagamos. En nuestro caso, jugando como Taumaturgo en modo “Difícil”, la campaña nos ha durado poco más de diecisiete horas y, aunque nos hemos dejado un buen puñado de misiones opcionales, no nos ha parecido todo lo "difícil" que cabría esperar. Por suerte permite niveles de dificultad superiores.
Más importante se antoja el aprovechamiento de un segundo compañero de viaje que aparecerá sobre la mitad del juego. Se pondrá a nuestra disposición una Quimera que podremos usar como los comandos a los que enviamos a cumplir misiones por sí sola o, mucho más interesante, llamarla al campo de batalla para que nos eche una mano en combate. Esta Gorgona debe ser alimentada periódicamente, especializada y evolucionada igual que los personajes principales y, si bien puede ser una buena ayuda, olvidarse completamente de ella no supone tampoco problema alguna para la aventura principal.
Entrando ya en el apartado técnico, el juego se muestra a un nivel excelente. Dicho de un modo muy llano, no parece un juego barato. Los efectos gráficos, el diseño de los personajes y decorados, la animación… todo raya a un nivel excelente. Se echa de menos, quizá, mayores posibilidades de movimiento para la cámara, que unicamente permite hacer zoom sobre la escena, pero no cambiar de ángulo. El apartado sonoro y musical flaquea bastante más, pero es una carencia que se hace casi imperceptible.
La primera parte de la trilogía sufrió las críticas de muchos jugadores al presentar numerosos “bugs” que en ocasiones llegaban a arruinar la aventura y que fueron poco a poco parcheados. En esta segunda entrega, nuestro primer contacto con la beta nos hizo esperar una situación similar, presentando algunos errores graves en la detección de eventos y algunos cuelgues tras las cargas. Una vez con la versión definitiva hemos comprobado cómo esos errores han sido corregidos y en las veinte horas que hemos jugado con ella no hemos encontrado bug alguno, salvo problemas con el sonido y la música en las partidas multijugador.
En este apartado, el multijugador, no puede faltar el modo cooperativo y se completa con el modo de jugador contra jugador. No existen servidores dedicados con lo que las posibilidades pasan por buscar partidas creadas por un anfitrión o crear las propias y esperar aliados, con lo que se antoja fundamental el hacer un buen grupo de amigos y funcionar sobre programas de voz alternativos como Team Speak. No es el apartado multijugador el más cuidado de este Van Helsing, quedándose bastante limitado en cuanto a sus posibilidades.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.