Borderlands 2

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Rating: 9

Uno de los juegos más determinantes y prolongados de la generación llega a PlayStation Vita con una sarta de radicales recortes que crean directamente un producto diferente. Los estudios Iron Galaxy adaptan la Pandora de Gearbox a las posibilidades de la portátil y hasta sus controles táctiles, no logrando la fluidez y eficacia del original.

Jabote

Actualizado a 3 de julio de 2017 14:18 CEST

Este Análisis se centra exclusivamente en las diferencias de Borderlands 2 en PlayStation Vita respecto a las versiones de Xbox 360, PlayStation 3 y PC. Para un detalle pormenorizado de las características del juego te recomendamos leer el Análisis original.

Todo el mundo conoce Borderlands 2, y esto es en gran parte gracias al fructífero trabajo de Gearbox con una serie no tan fácil de introducir pero que se ha llevado muy lejos con este segundo gran juego, de los más extendidos en el tiempo en materia de DLCs, ampliaciones, nuevas campañas... Desde el 2012 en que vió la luz, el RPG-shooter cooperativo a cuatro jugadores no ha parado de dar beneficios a 2K Games, además de convertirse en uno de los mejores referentes en lo que a disparos en primera persona y en compañía se refiere. PlayStation Vita quizá ha fanfarroneado demasiado al prometer que podría mover esta maravilla jugable y técnica, que podría conseguir una versión de Borderlands 2 a la altura, que mantendría todas sus claves. Ahora, con el juego instalado en nuestra portátil, vemos que no es del todo así. La potente máquina necesitaba un empujón y, como ocurrió con Assassin's Creed Liberation o Call of Duty: Black Ops Desclassified, Borderlands 2 no va a ser ese third party que sacuda con fuerza el catálogo de recomendables.

Siendo el título que es en tamaño y aciertos, con un port que sin adentrarnos demasiado parece calcado a las ediciones de sobremesa, incluyendo las principales expansiones y los 2 personajes adicionales, con modo online y cross-save para intercambiar la partida con PS3... ¿Qué es lo que falla? Pues prácticamente sus bases jugables. Los encargados del traspaso a la portátil, Iron Galaxy, quizá han tenido que lidiar con una plataforma no tan fácil de conquistar, con un ambicioso proyecto repleto de código de contenido que se queda muy grande para este soporte o con una marca que basa su atractivo en una jugabilidad demasiado rápida para que lo soporte este hardware. Todo se junta, pero lo cierto es que Borderlands 2 en Vita tiene mucho que ver con el original, hay fallos audiovisuales y jugables inaguantables, que empeoran la experiencia, pero al menos sigue siendo la eficaz y divertida maquinaria de los FPS que es en sobremesa.

Para empezar está el downgrade gráfico, notorio. La distancia de dibujado -una de las virtudes del original- se limita demasiado cerca y necesita crear algo de popping para los dibujos mayores, hay texturas en baja resolución o que petardean, las animaciones son más bruscas y no es difícil toparse con algunos glitches de entorno que se hacen fácilmente visibles. Se reducen los detalles y las rugosidades de materiales o movimiento del agua. A esto se suma una inferior fluidez de imágenes por segundo que en tiroteos muy poblados genera tirones y ralentizaciones que pueden llegar a fastidiar algunas tácticas. El número de unidades enemigas atacándonos simultáneamente se ha visto recortado en algunas peleas masivas, pero siempre tendremos la sensación de seguir en los tiroteos Borderlands 2, sin cargarse del todo la experiencia aunque obviamente la aminora.

El colorido y el aspecto cel shading siguen siendo la clave de su identidad, pero aquí, en un tamaño de pantalla tan reducido, no destacan como esperábamos y no marcan la estética tanto. El sonido también se comprime hasta valores insostenibles. Por supuesto, las voces y música del juego regresan pero no son raros los tramos donde se descoordinan o no aparecen como deberían, y por supuesto todo a una calidad que no se corresponde con la superproducción de este calibre que es el original. Juegos como Killzone Mercenary, Tearaway, Gravity Rush o Uncharted: Golden Abyss han demostrado que se pueden hacer mejor las cosas en materia técnica, aunque bien es cierto que aquí hablamos de un enorme universo abierto sandbox y repleto de zonas y personajes distintos como es Pandora.

Pero el principal recorte de este producto en versión Vita viene en lo jugable. Para empezar, su cooperativo a cuatro característico y que lo convierte en una de las mejores experiencias FPS-coop de la generación que termina se ha limitado aquí a un cooperativo solo para dos. La dificultad y número de enemigos se adaptan, lo que se traduce en una inferior Inteligencia Artificial y algunos pocos grandes enfrentamientos no tan poblados de rivales como recordábamos del de PS3-360-PC. El juego en equipo donde cada jugador llevaba una clase e intentaban cooperar para amortizar las fortalezas de uno y otro aquí no está tal cual, no hay esa sensación de escuadrón variado y multidisciplinar, más bien nos movemos dentro de una pareja de matones que pueden echar de menos a veces a un tercer compañero. Bien es cierto que el sistema de desarrollo de personaje y las diferencias entre los jugables están tal cual, algo que era otra gran baza de Borderlands 2 y sí se respeta sin tocarlo haciéndolo estupendo dentro de las opciones que existen en PSVita.

Desde configuración de botones podremos crear nuestro mapeado de golpes y movimientos más cómodo, pero siempre dos comandos quedarán alojados en el touchpad, por defecto el cuerpo a cuerpo y el sprint. El panel táctil trasero de la portátil no es todo lo preciso que querríamos y esto en seguida se aprecia en Borderlands 2, donde a menudo nos equivocamos de zona a tocar o fallan estas rápidas e imprescindibles órdenes. También los sticks pequeños pasan cierta factura al apuntado preciso, pero al echarle horas nos iremos haciendo con el manejo en versión de bolsillo, es algo que se acaba dominando con el transcurso de partidas y no es culpa de este título en concreto. Los tirones y el peor acabado gráfico en general nos pueden pasar factura en lo jugable, aunque no es habitual que una dinámica de fuego se entorpezca gravemente.

Los poseedores de PS3 podrán importar su partida y hasta continuar en Vita lo que han dejado a medias en sobremesa. La opción Cross-Save es una completa virtud y lo que lo hará atractivo para muchos. Eso sí, justo éstos notarán con mayor fuerza las abismales diferencias entre un Borderlands 2 y otro. Además, al incluir los dos personajes añadidos a posteriori -como el Psicópata- y gran parte de los DLCs se hace una aventura bastante duradera y completa dentro del catálogo de la pequeña de Sony, de lo más recomendable de su género aunque no alcance una calidad sobresaliente. Realmente no hay un producto de semejantes dimensiones, aunque al ejecutarse no consiga los estándares del original en cuestión de jugabilidad y soltura técnica.

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.