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Dark Souls II

Dark Souls II

  • PlataformaPC9.33609.2PS39.2
  • GéneroRPG, Acción
  • DesarrolladorFrom Software
  • Lanzamiento14/03/2014 (360, PS3)25/04/2014 (PC)
  • TextoEspañol
  • VocesInglés

Dark Souls II

Considerada la serie más desafiante de la generación de consolas, From Software lanza Dark Souls 2, juego que sabe mantener la esencia que ha hecho grande a sus predecesores añadiendo novedades interesantes. La versión PC sale bien parada.

Nota: este análisis se centra en la versión PC; para profundizar en todo lo que ofrece Dark Souls 2 recomendamos leer el análisis original publicado en marzo.

Ha tenido que pasar un mes y medio para que Dark Souls 2 llegue a PC con una versión que mantiene intactas las bondades jugables de las versiones de Playstation 3 y Xbox 360 pero añade un rendimiento técnico superior. Morir, morir y volver a morir. From Software nos presenta la mejor versión de su tercera entrega dentro de la saga Souls. La espera para los que lo querían en versión compatibles ha valido la pena (con algunos matices eso sí). Drangleic es un territorio hostil que nos espera con los brazos abiertos. Sufriremos, pero también gozaremos de las mayores satisfacciones en años cuando dominemos el juego que trae Namco Bandai.

Antes de nada, lo mejor es recomendar la lectura del análisis original de la versión de consolas que salió el 11 de marzo en Meristation. En él profundizamos en mecánicas, bondades y problemas (pocos) que ofrece el título en cuestión. Aquí nos centraremos en explicar lo básico y destacar las diferencias de esta versión respecto a la de consolas. La serie Dark Souls no es neófita en los PC, ya que la primera entrega apareció en Steam hace algún tiempo con la versión Prepare to Die Edition. El juego lucía mejor que en consolas en ciertos elementos como las texturas, pero es cierto que apareció con algunos contratiempos importantes. La máxima resolución era 720p y estaba capado a 30 frames por segundo. Un mod se encargó de solucionar el problema en cuestión, algo que molestó a la comunidad por como salía el juego, que eso sí seguía siendo brillante a nivel jugable.

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Todo esto ha cambiado en Dark Souls 2. En esta ocasión las resoluciones son diversas, y los 1080p son la resolución nativa del juego. Primer punto a favor respecto las versiones de consolas, que van a 720p. Otro punto a destacar es el framerate. En Xbox 360 y Playstation 3 va a 30 frames por segundo, mientras que en PC se aumenta a los 60. Esto hace que en general el juego se vea más fluido. También se han añadido diversos elementos de personalización a nivel visual, pudiendo elegir diversos aspectos del juego entre tres niveles: bajo, medio, alto. Mucho más que su predecesor, pero algo menos de lo que algunos usuarios seguramente esperan. De aquí que el modder que ya arregló el port de PC de Dark Souls trabaje para ampliar la experiencia de esta segunda parte.

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En este sentido, y sin ser un título con decenas de opciones y variables como puede pasar con muchos otros juegos, sí es cierto que Dark Souls 2 se ha adaptado mejor al port de compatibles de lo que lo hizo en su momento Dark Souls. Se pueden elegir diversos elementos visuales a tratar. Desde la calidad de texturas, sombras o efectos al antialiasing, el filtrado anisotrópico, ampliar la profundidad de campo, mejorar la calidad de la superficie del agua, activar el renderizado de todos los personajes o la calidad general de los modelos.

Todo esto se traduce en un juego que luce netamente mejor que la versión de consolas. Dark Souls 2 en PC es fluido, no tiene problemas de rendimiento –que hayamos detectado al menos- y todo se ve mucho más limpio y nítido. El acabado general, para entendernos, menos borroso que la versión de consolas. En movimiento el juego luce mejor, las texturas también, los detalles como los acabados de la vegetación, enemigos y demás brillan más. La sensación, en definitiva, es que el juego ofrece sus mejores galas en esta versión para PC, demuestra que las consolas que acaban generación iban algo justas para mostrar todo lo que se quería pero no estamos ante un gran portento técnico para compatibles, sino un port optimizado para máquinas más potentes.

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Esto significa que aunque todo se ve mejor, no todo está a un nivel excelente. El apartado artístico juega otra liga, con un mundo medieval fantástico recreado a la perfección, con monstruos variados, lugares decrépitos, grandes jefes finales y estructuras enormes que nos quitan el hipo la primera vez que los vemos. Pero el título arrastra en PC diversos defectos ya presentes en consolas. Hay algunas texturas poco cuidadas y planas (como detalles en la ropa de los personajes, algunos pelos, algunos suelos), y ciertos modelados podrían estar mejor detallados. Pero es el clipping –atravesar paredes con partes de nuestras extremidades o de los enemigos- y el popping –elementos que aparecen de golpe- los dos defectos que más acusa el juego y que no se solucionan en esta versión. A pesar, como decíamos, de verse netamente mejor en términos generales.

  

El juego no es la versión deseada si alguien espera ver en él esas imágenes que se mostraron en medio del desarrollo, con una iluminación sorprendente y un potencial técnico digno de mención. From Software tuvo que recortar al ver que el rendimiento caía en picado y eso se sigue notando en esta versión, que es la mejor de la del juego definitivo pero no estamos ante lo que habíamos visto durante el desarrollo. Nada que no empañe la esencia de la saga Souls: su endiablada jugabilidad y una propuesta desafiante que nos enganchará durante muchas, muchas horas.

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Destacar que ya han salido algunos problemas con ciertos cuelgues al arrancar el juego y algunos controles que no acaban de responder como se esperaba. En nuestro caso, tanto si jugamos con teclado y ratón como si lo hacemos con el mando de Xbox 360 para PC no hemos tenido ningún problema de estos. En todo caso, se ha anunciado que Namco Bandai ya trabaja para fijar estos contratiempos.

Esto es Dark Souls
En Dark Souls 2 somos un personaje perdido y condenado a una muerte segura. Empezaremos deambulando por un lugar desconocido, nos cruzaremos con una casa habitada por extrañas mujeres y empezaremos, superado el tutorial, a visitar Drangleic, un enorme mundo en el que hay un sinfín de enemigos. Majula es la primera parada. Un pueblo que sirve como base de operaciones para empezar a abrirnos caminos mientras buscamos unos cuatro grandes enemigos que deben ser vencidos, según una misteriosa encapuchada que nos ayudará a subir de nivel. Por delante, más de sesenta horas para terminar el juego, lo que sería matar al jefe final. Pero decenas de horas de más para intentar descubrir todos los secretos y desafíos que tiene dentro de sí Dark Souls 2.

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El título funciona como un Action RPG con libertad de movimientos. Tenemos un enorme mundo por el que caminar sin saber qué camino es el más adecuado para empezar. Solo el ensayo-error, las muertes constantes ante enemigos que parecen débiles y nos mandan a la lona, el farmeo necesario intentando recopilar almas y el aprendizaje que supone entender los patrones de los enemigos (ver sus fallos y atacar en esos momentos) nos ayudarán a mejorar. Las almas lo son todo: cuando matamos un enemigo, nos da almas. Estas sirven para subir de niveles, comprar nuevas armas, objetos o mejorar nuestro arsenal. Si morimos, perdemos todas las almas que teníamos guardadas, teniendo que ir al lugar de nuestro lecho de muerte e intentar recuperarlas. Eso sí, si volvemos a morir las perderemos definitivamente. Esta mecánica se funde perfectamente con la gran cantidad de trampas y la realidad del juego: la muerte está en cada esquina cuando menos lo esperamos.

Buena variedad enemigos, los enormes jefes finales con su fuerza bruta y los secretos que esconden a sus espaldas, las trampas de diseño como la necesidad imperiosa de tener las antorchas para movernos en las zonas oscuras, los caminos secretos que parecen inaccesibles y descubrimos en otras pasadas… Drangleic es un mundo enorme en posibilidades, desafiante desde el primer esqueleto con escudo hasta el jefe final. Y lleno de tesoros. Encontrar nuevas armas, objetos raros, NPC que nos ayudarán, la variedad de clases y la libertad para desarrollarlas como consideremos, los pactos a los que podemos unirnos para disfrutar del también original sistema online (invasiones, cooperativo, PVP), las manchas de sangre con las muertes de otros jugadores, los mensajes alertando de lo que encontraremos por “ese camino”… la paciencia ante un juego exigente en el que mueres centenares de veces y que se transforma en satisfacción una vez lo dominamos.

  

El juego mantiene el sistema de control que ya vimos en Dark Souls, con cuatro botones para asignar a ataques en los brazos izquierdo y derecho, un sistema para marcar enemigos y movernos a su alrededor, una barra de energía que es casi más importante que la de vitalidad (si se gasta no podremos escapar, ni golpear, ni protegernos y quedaremos a merced del enemigo) y acceso rápido a diversas armas y objetos. Cada vez que morimos nos convertimos en hueco y nuestra barra de vida se va recortando hasta un 50%, añadiendo picante al desarrollo del título. El sistema de control es pero suficiente para usar todos los elementos de los que se compone el juego. A diferencia de la entrega anterior, esta se ha hecho algo más accesible en ciertos puntos: hogueras en las que descansar desde las que podemos viajar a otras descubiertas –algo que resta backtracking pero agiliza nuestro movimiento por el mundo-, enemigos que desaparecen cuando han renacido demasiadas veces y un inicio, incluido el primer jefe, más amigable para los neófitos.

9.3

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.