Trials Fusion
- PlataformaPS483608PCXBO8
- GéneroConducción
- DesarrolladorRedLynx
- Lanzamiento16/04/2014 (PS4, 360, XBO)24/04/2014 (PC)
- TextoEspañol
Trials Fusion
RedLynx estrena su franquicia Trials en la nueva generación de consolas, Sony incluida. Además de Xbox 360 y PC -aquí saldrá más tarde- la tercera iteración de este juego de motos con jugabilidad explosiva sale también en One y PS4 a 19,99 euros (39,99 versión física con pase de temporada).
RedLynx estrena plataformas y generación con Trials Fusion, la tercera entrega de la serie de juegos de motocros donde competimos contra los trazados y contra nosotros mismos. Las dos entregas anteriores salieron en Xbox 360 y PC, y ahora el juego da el salto a Xbox One, a Playstation 4 y también aparecerá en las dos primeras. Ubisoft quiere convertirnos en los mejores motoristas del futuro, aunque por el camino se haya dejado algunos elementos que estaban en las anteriores entregas y la sensación de poco riesgo esté presente en un título, eso sí, no exento de novedades. Bienvenidos al futuro, reza la canción de entrada.
La propuesta de Trials Fusion es la misma que pudimos ver en Trials HD y Evolution, dos juegos que cautivaron al público y a la crítica por su sencilla pero desafiante mecánica de juego. Controlamos un vehículo, una moto de cros como estrella principal, y tenemos que llegar de un punto A hasta un punto B. Todo, además, por un camino que no tiene pérdida: bidimensional, vaya. No podemos desviarnos de ir hacia delante a pesar de estar en medio de enormes escenarios tridimensionales. Así las cosas, se trata básicamente de avanzar hacia delante mientras superamos todo tipo de obstáculos. Rampas con pendiente, saltos entre plataformas, rocas, ríos, chorros de agua, tuberías, paredes… un circuito de cros pero en medio de diversos escenarios como pueden ser un desierto, una ciudad o una montaña.
¿Qué es lo que hace tan especial entonces a la saga Trials? Pues entre muchas otras cosas, que la sencillez de su propuesta esconde dentro de sí un desafío constante. Contra el propio juego y contra nosotros mismos. Superar cada una de las fases nos puede costar entre treinta segundos y un minuto de tiempo. Pero llegar a la meta no es nuestro único objetivo. No al menos cuando hemos superado los primeros niveles. Cada fase cuenta con tres medallas según las veces que hayamos reiniciado un tramo o el tiempo que hayamos tardado en acabarla. Conseguir el oro se convierte, a los pocos minutos, en una de nuestras obsesiones. Terminarlo con bronce es ridículo, conseguir la plata lo mínimo exigible y acabamos picados intentando superar ese nivel con la mejor de las medallas. Así funciona Trials Fusion. Te obliga a superarte a ti mismo.
Es un título basado principalmente en el ensayo-error. Aprender como caer, como saltar, como movernos. No se trata de ir simplemente a salto de mata, ya que entonces pierde toda la gracia. Es aquí donde entra en juego otro de los grandes motivos de éxito del juego y de la saga: las físicas. La reacción de la moto a cualquier movimiento que hagamos, por pequeño que sea, es maravilloso y sigue la estela de lo que ya vimos en las entregas anteriores. Intentar caer apoyándonos en la rueda de detrás pero no demasiado para no volcar. Lo mismo si caemos de cara, calcular el pequeño rebote que sufriremos cuando impactemos con una roca entre las dos ruedas, impulsarnos con el cuerpo para hacer un mini salto, empujar plataformas para que caigan… todo exige precisión, porque si no seguramente perderemos el control de la moto, iremos al suelo y perderemos tiempo que nos serviría para conseguir una medalla mejor en esa fase.
Es, por lo tanto y como tercer elemento clave para entender el éxito del juego, el diseño de niveles el que hace que este título sea una oda a la jugabilidad en el sentido más clásico. Ese arcade que quieres mejorar tu puntuación y dejar tu nombre en lo alto de los marcadores, que son online y se miden con gente de todo el mundo. La combinación de momentos en los que vamos a toda velocidad y tenemos que reaccionar a tiempo con otros movimientos mucho más pausados pero precisos, como hacer un loop inverso y caer encima de una plataforma, impactar con una rueda en una pared para caernos al vacío o hacer un salto inverosímil para llegar a un camino alternativo –que los hay- es lo que más se disfruta del juego. Aunque es cierto que la propuesta en lo que “trazados” se refiere es muy continuista con lo que ya vimos en otras entregas. Desafiante, divertido, pero sin ese punto de sorpresa de según qué circuitos, con algún altibajo en el tramo final por niveles que no tienen la calidad de algunos de sus predecesores, pero satisfactorio en general.
La mecánica de los tricks, además, está perfectamente integrada en la realidad de la saga Trials. No se trata de volar por los aires y hacer movimientos infinitos hasta que aterrizamos. Aquí la física de la moto y nosotros, la sensación de peso, la gravedad, juegan un papel importante. Si nos liamos a hacer backflips sin ton ni son mientras estamos cogidos por el trasero de la moto, veremos cómo caemos a una velocidad que nos será imposible redirigir nuestro rumbo. La emoción de empezar a sumar puntos y puntos mezclando movimientos mientras estamos volando es enorme, y la presión de “una vuelta más” antes de intentar aterrizar de pie, también. Invita a arriesgar, a probar y a disfrutar de esta mecánica.
A lo largo de nuestro avance tenemos una gran cantidad de objetos por desbloquear para personalizar a nuestro piloto. Además, también hay diversidad de vehículos que nos ofrecen otro punto de vista. Los quads son seguramente la sorpresa de este juego, se nota que tienen más peso que las motos pero también mucha mejor estabilidad, facilitando la vida en algunos momentos en ciertos niveles donde jugamos con red, cayendo sobre seguro en zonas que son mucho más complicadas de controlar con las motos, que también tienen variantes en control y velocidad (la de tricks, por ejemplo, es mucho más incontrolable a grandes velocidades pero tremendamente ágil en el aire). También tendremos bicis, frágiles pero muy manejables, y todos ellos se pueden personalizar a nivel estético.
El título funciona a 60 frames por segundo y en el caso de la versión de Playstation 4, va a 1080p. Por detrás queda la versión de One que va a 900p y por último, la de Xbox 360 que se queda en los 600p de resolución. La versión de PC, prevista para el 26, tendrá una resolución nativa como la consola de Sony. A nivel de melodías, el juego sigue sin destacar en exceso en este apartado. Se ha elaborado una tracklist llena de propuestas electrónicas que acompañen la ambientación futurista del título, pero no destacan demasiado como tampoco lo hacen los gritos de emoción y miedo de nuestro piloto cuando sale despedido a gran velocidad.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.