Titanfall

Este Análisis se centra en las particularidades de Titanfall en su edición Xbox 360. Para información detallada sobre el juego, modos, mapas, armas, puntos clave, campaña, etc. te recomendamos consultar el Análisis original.

Titanfall es de lo mejor que ha salido en lo que va de 2014. Una exclusiva de los sistemas Microsoft muy bien armada y que ha conseguido vender unas cuantas Xbox One más ella solita, justo uno de los objetivos de los de Redmond cuando se hicieron con este nuevo cuño de Electronic Arts y los ex-Infinity Ward, los jóvenes Respawn Entertainment. Con superior versión para PC y una nube de jugadores enganchadísimos hoy a su refinada y ágil propuesta como FPS, por fin ha llegado el momento de lanzarlo en Xbox 360, pues ha sufrido un par de retrasos leves -no sabemos si voluntarios- que no le dejaron salir junto a las ediciones de nueva generación. La vieja de Microsoft recibe una producción que en lo meramente gráfico no tiene mucho que presumir, una edición recortadísima. Pero al fin y al cabo, el mismo grandísimo juego.

Los texanos BluePoint Games, encargados de Blast Factor, saben mucho de conversiones. Trabajaron muy bien en adaptaciones de PS2 a PS3, como actualizando God of War y God of War II en HD en God of War Collection, o ICO y Shadow of the Colossus en su respectivo pack HD. Sin embargo, parece ser que las conversiones hacia abajo, a una plataforma inferior, las conversiones a peor, no se les dan tan, tan bien. Titanfall tiene un nivel de recorte gráfico considerable en Xbox 360 que no se respalda del argumento de que la consola sea menos avanzada tecnológicamente que los ordenadores a la última o One. Sí, estamos hablando de una tecnología de hace nueve años pero hemos visto superproducciones del género de los disparos como Call of Duty: Ghosts que también intentan un ritmo de juego frenético, una tasa de frames por segundo alta y ciertos parentescos ya por todos sabidos con Titanfall y aún así logran verse bastante mejor que esta versión del fenomenal juego de Respawn.

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Es la idea que se percibe al comparar Titanfall 360 con Titanfall One, se les ha ido un poco la mano con los recortes, no era imprescindible semejante downgrade que en ocasiones lo hace parecer una beta más que un trabajo completamente terminado que ya se puede encontrar en las estanterías de las tiendas. Quizá por miedo a entorpecer el gameplay, en busca de que la tasa de frames y ritmo no cayeran demasiado, por miedo a querer ir demasiado lejos cargándose las sensaciones jugables, o por simple falta de tiempo, lo cierto es que BluePoint no ha exprimido Xbox 360 hasta el punto que se puede. Ahora bien, hay que reconocer que el juego, sus vertiginosos ritmos, apariencia, particularidades, espectacularidad, etc. están íntegros. Llega a parecer en 360 una beta avanzada de lo que ha sido en ordenadores y Xbox One, pero sigue imbatible en su género y con toda esa frescura que tantos méritos y reconocimientos le han acarreado entre prensa y público. Es un juegazo, mejor en PC-One, pero muy digno en 360.

Parkour, balas y titán

Por si todavía queda alguien que no conozca las bondades de Titanfall, debemos decir que Respawn Entertainment ha tenido la habilidad de crear un first person shooter que se acerca mucho a los más vertiginosos clásicos del multijugador online como Quake III Arena o Unreal Tournament en disposición híper rápida de las partidas, estilo frenético del enfrentamiento e importancia del movimiento constante además de la puntería. Hablamos de un shooter absolutamente vertical donde los jugadores -pilotos- cuentan con jetpack para el doble salto, cierto planeo en el aire, carreras por las paredes, tirolinas, etc. Titanfall es espectacular de ver y jugar y tremendamente adictivo puesto que calca de Call of Duty el acertado sistema de progresión constante, donde tras cada partida desbloqueamos nuevas armas, ventajas, material de equipo, clases de mechas.... Y sobre éstos, los titanes, el gran incentivo y característica, hay una buena gama de armamento y ventajas también para ellos y son sin duda los reyes de la escena en cuanto empiezan a desplegarse, en la segunda etapa de cada contienda.

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En Titanfall hablamos de una batalla por etapas donde seis jugadores contra otros seis enfrentan a sus ejércitos de Minions -Infantería-, unidades manejadas por la IA del juego que sirven de farmeo para desplegar nuestro titán antes y hacer más puntos que el bando adversario. Colocación y pirateo de torretas, tácticas de doble ataque dejando al titán en piloto automático, trampas aprovechando el avance de los Minions en grupo, acometidas a titanes directamente por la espalda y sobre su núcleo vital, estrategias sorpresivas con el camuflaje óptico,, etc. son otra gran gama de tácticas y decisiones que tendremos que tomar totalmente ingame y que caracterizan a esta divertida y accesible maravilla del FPS multijugador. Pues bien, en Xbox 360 todo esto se mantiene intacto, y ése es el gran logro que hay que reconocerle a BluePoint al portearlo a la vieja máquina, haberse sabido adaptar a la plataforma para no sacrificar nada de la experiencia jugable. Eso sí, a un elevado precio gráfico.

Downgrade técnico

La proeza: mismo juego, mismos modos (no demasiados, cinco competitivos más la insulsa campaña), mismos mapas clavados en tamaños (éstos sí abundantes y cuidadísimos en diseño), misma gama de titanes y clases, misma disposición exacta de todos los componentes de partida, mismos menús y herramientas de matchmaking... pero un downgrade gráfico que no lo pone a la altura de los mejores y últimos FPS de Xbox 360 como cabría esperar. Sin sacrificar absolutamente en nada el gameplay, logro que es más que considerable dadas las particularidades y brutal ritmo de juego de la obra de Respawn, Titanfall en esta consola no llega a los 60 frames por segundo y se mueve a unos que oscilan entre los 30 y los 60 no frecuentemente alcanzados, con algunas caídas por debajo de 30 en momentos de mucha explosión y personajes en pantalla, donde hay ralentizaciones que no afectarán de forma determinante a nuestra puntería o movimiento pero sí crean algunos momentos que no gustarán a los más entregados.

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Son muy puntuales, pero ahí están. Por ello y para los más exigentes que crean que esto sí les afecta de manera preocupante, sus creadores han colocado en Opciones un bloqueo de fluidez manual que nos deja colocarlo a 30 HZ, lo que se traduce en 30 frames estables para que las subidas y bajadas frecuentes no intervengan en la fluidez de imagen. Medidor totalmente opcional pero que en la mayoría de televisores recomendamos activarlo, puesto que también perfecciona la sincronización vertical, no tan buena de base como nos hubiera gustado y con algunos saltos muy notorios. Otra recomendación clara es instalarle el parche de rendimiento que EA ha puesto ya en funcionamiento, una actualización que arregla muchísimos de los errores gráficos que el título incorpora de base.

En materia de resolución, como esperábamos, también hay un buen descenso. De 792p a 600p de esta edición. Otro recorte que se hace notar y afecta levemente al gameplay nodejando ver con tanta nitidez a los enemigos que están a enromesdistancias o el detalle del horizonte para preparar nuestras vías másdirectas de escape en el Epílogo de una partida de Desgaste perdida, porejemplo. Sobre distancias de dibujado y lejanía de visión hay quecomentar el ocasional popping y clipping visibles, dibujándose antenuestros ojos y a veces con cierto retraso edificios enteros o cargandolas texturas de un suelo o una pared. Esto de la carga con retardo noocurre con frecuencia, solo en muy contadas ocasiones, pero cuandoaparece es bastante llamativo y puede interferir en la decisión demovernos de una forma u otra. No suele.

La verdad es que en Titanfall para Xbox 360 parece haber cierta manga ancha para la aparición de glitches visuales y hasta bugs de físicas. Cuerpos e incluso titanes que se quedan suspendidos en el aire al caer muertos, armas que no se comportan como deben o pesos inexistentes para elementos como las torretas o los cristales al romperse son algunos ejemplos de estas situaciones raras. Esto es peligroso, pero no se puede decir que habitual, por lo que pierde importancia y es algo de no preocuparse, aunque está. También en la navegación por los menús, HUD o en algunos pasos de cada presentación hay errores no del todo comprensibles.

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Por ejemplo, en los vídeos de comienzo de partida con nuestro pelotón saltando del avión al mapa, secuencias que a veces se saltan sin explicación y nos colocan ya en tierra. En la partida para hacer este Análisis pasó lo mismo con el Entrenamiento inicial (tutorial), de repente desactivado y saltado por completo, de forma incoherente. La interfaz rectilínea de dentro del titán es mucho más estática y no consigue la sensación de balanceo con el movimiento del mecha que tiene la original.

También anécdotas de éstas llegan al terreno sonoro, donde en contadas ocasiones los disparos cercanos no suenan por donde deben, donde las referencias que recibimos por radio de tiempo estimado para disponer de nuestro titán no entran en el momento exacto y se retrasan o no aparecen, y donde algunos efectos muy sonoros como una explosión o una granada llegan a silenciar el resto de canales de audio de ese momento. Da la sensación, igual que en lo gráfico, de que estamos ante un juego aún no del todo acabado, una beta "work in progress" que tiene aspectos técnicos por pulir bastante pero que la escencia jugable la consigue y enseña ya a la perfección, lo que es también meritorio puesto que Titanfall está concebido como FPS nextgen, rápido, vertical y muy espectacular.

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Otros defectos visuales menores y de importancia más baja van en la línea de las texturas y los efectos. Muchas superficies tardan en cargar su resolución mostrándose primero en baja y sin detalles ni rugosidad, ya aclarándose ante nuestros ojos. Esto afecta a suelos, techos y paredes, que a menudo parecen de cartón o de papel y que tienen un clipping a veces demasiado visible (desaparecen cuando no las tenemos en pantalla y mirando hacia ellas para aliviar la carga gráfica). Los efectos como el fuego, el humo o el agua no están tampoco al nivel que en PC-One, claro. Sobre el primero, hay a veces cierta pixelación de las llamaradas. El humo o la bruma característica de mapas húmedos tiene una consistencia menos natural, repitiendo un patrón que se esboza en pantalla como réplicas de un mismo bloque o banco de niebla. El agua, en escenarios como Laguna o Reliquia, es una plana textura con poco dinamismo y sin dejar la sensación de mover a los soldados en otro elemento distinto al aire y suelo seco.

Por supuesto, el nivel de detalle puro desciende bastante, igual que las texturas metalizadas de los titanes y la equipación de los soldados, mucho menos nítida y aquí con sombras poco marcadas y tímidas. Las animaciones son similares pero sí que se deteca en momentos muy caóticos -habituales- algo de tearing que manifiesta una sincronización vertical de la imagen con saltos y algunos tropiezos. Por todo lo demás, el potente Titanfall sobre el motor Source se mantiene íntegro y sin lastrar las sensaciones divertidísimas y tan adictivas que ha logrado en sus plataformas base.

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La cuestión de todo esto es que da la sensación de que no había que haberle impuesto tanto downgrade por ser Xbox 360, la consola ha podido mover perfectamente propuestas más vistosas y, como decíamos al principio, quizá por miedo a su capacidad o por temor a estropear el ritmo- comprensible- aquí se ha recortado demasiado. Eso sí, ésta es una versión más que notable para probar el juego del que todo el mundo habla estas semanas, aunque no se muestre tan sólido y firme como en las otras dos plataformas origianles, sigue siendo de lo más recomendable del momento en cuestión de FPS online competitivos.