Final Fantasy X | X-2 HD Remaster
- PlataformaPCPS39PS49
- DesarrolladorSquare Enix
- Lanzamiento21/03/2014 (PS3)12/05/2015 (PS4)12/05/2016 (PC)
- EditorSquare Enix
Final Fantasy X/X-2 Remastered
Square recupera dos de sus entregas Final de la pasada generación para someterlas a un lavado de cara HD. Tidus, Yuna, Rikku, los Eones, Spira y el temible Sinh regresan con Final Fantasy X y Final Fantasy X-2 HD Remastered. ¿Os apetece un bocado de pura nostalgia Japan RPG en PlayStation 3 y PS Vita?
Aquella época fue dorada, maravillosa, única e irrepetible para todos los que la vivimos, los que crecimos con ella y tuvimos la suerte de descubrir de primera mano cúspides como FFVII, vueltas al clasicismo como el magistral FFIX, o el colofón en Super Nes que fue la historia de Terra en FFVI. Ahora, en este momento, Lightning, Sera y (el eterno) XIII Versus son el presente, junto con las incursiones online MMO de FFXIV A Realm Reborn. Los tiempos cambiantes y los hijos de dragones, brujos solitarios y títulos de antaño renardecidos por el Kickstarter (Wasteland 2, Torment: Tides of Numenera) han aupado al rol occidental en la lucha por el trono de los combates, la magia y el favor y prestigio del público y el sector, algo antaño trono exclusivo del Japan RPG. La nostalgia gamer vuelve a ser usada como poderosa arma. Y utilizando el tan de moda recopilatorio HD, Squaresoft –nombre que hay que usar cuando hablamos de los FF que se crearon en su época- nos brinda a los usuarios de PlayStation 3 y PS Vita las versiones remasterizadas de Final Fantasy X y su desenfadada secuela X-2 -que no dejó a nadie indiferente hace una década. Ambos vuelven en Final Fantasy X/X-2 HD Remastered al viejo continente tras más de diez años desde su lanzamiento –Tempus Fugit-, y lo hacen en su versión más completa incluyendo cosas como los extras de la versión Internacional, hasta ahora patrimonio del mercado nipón y carne de importación. Y otros mucho más curiosos destinados a desatar la rumorología en redes y foros.
Para realizar esta compilación HD se han usado las versiones internacionales de la serie, que contienen elementos que en mercados como el americano no han visto aún. El sistema de evolución de habilidades y parámetros de personajes se representó mediante el Tablero de Esferas, que en su opción Avanzada –también lo había en Básico- permitía una libertad de desarrollo tal que podíamos convertir a personajes como Yuna, más experta en magia, en una experta en ataques físicos, y a otros como Auron, de espadachín a sanador. La novedad de esta versión HD introduce al público USA en esta opción a elegir del tablero, con una cuadrícula en la que los personajes comienzan desde la mitad y donde podréis escoger cualquier camino. Pero habrá menos nudos y por tanto un decreciente número de mejoras disponibles, suponiendo un auténtico nuevo desafío. FF XD incluye también nuevas habilidades junto a nuevos superjefes como Dark Aeons y Penance, aunque de nuevo reseñamos que esto no es una novedad para los fans europeos del juego, ya que en su momento el contenido de los Dark Aeons y la batalla contra Penance sí llegó al viejo continente en la versión PAL del juego.
Otro de los apartados esenciales de todo RPG, su sistema de combate, sigue siendo tan bueno como antaño. Square cambió el sistema ATB por el CTB para FF X, basado en turnos y en la velocidad de cada personaje. A mayor velocidad, más turnos tenemos, por lo que el atributo Velocidad cobra una importancia esencial en el juego. Al tocarnos un turno, automáticamente se detienen el resto de acciones, por lo que podemos centrarnos más en la planificación de una estrategia y no tanto en la rapidez de nuestros reflejos. También podemos cambiar a otros personajes sobre la marcha, en plena batalla (de nuevo con tres personajes simultáneos). En cuanto a otro sello de la serie, Los Limit Breaks ahora se llaman Overdrives o Turbos, requiriendo muchas veces la pulsación de botones. Y las invocaciones -los Aeons/Eónes aquí-, permanecerán con nosotros en vez de limitarse a golpear y marcharse hasta que el enemigo sea derrotado, el Eón caiga, o le demos la orden de retirada. Divertido, lleno de posibilidades y aún con mucho que enseñar a sistemas de combate de JRPGs actuales más centrados en la pura acción, la remasterización de FF X destaca por una interfaz más clara –fuera el azul característico del fondo de menús, cambiado ahora por un violeta más suave a la vista-, con un nuevo tipo de letra para leer mejor cada comando, orden y línea de diálogo en castellano.
“It’s Showtime, girls”
Disponibles por separado en Japón, en Europa tenemos en un mismo pack a los dos FFX, la entrega original y su particular secuela. Rompedor en su momento, Final Fantasy X-2 supuso la primera vez tras 10 capítulos numerados que en Square –ya con la coletilla Enix tras la fusión- hicieron una secuela directa de una de sus entregas. FFX-2 continuó la historia de Tidus y Yuna tras el ambiguo final del anterior, rompiendo el tono auto-conclusivo de cada capítulo de la serie. Pero mucho cambió de una a otra. Yuna ya no era una invocadora de aspecto inocente, sino que el nuevo director de juego le cambió la personalidad a nivel físico y narrativo, dándole un look y actitud bien distinto y alejado del anterior para formar parte del grupo de las YuRiPa, en el que también intervienen una Rikku mucho más sexy de lo que la recordábamos en FFX y la debutante Payne. La hemos denominado como una entrega rompedora, y es que X-2 lo fue en su momento, aparte de por ser una secuela, por contener varios finales -algo visto pocas veces en la saga-, presentando un tono mucho más light, más festivo, y además era el primer juego sin Nobuo Uematsu tras la batuta. Abrazando, haciendo suyo por completo el estilo festivalero, colorista y vitalista del Japan Pop, la intro inicial de Yuna cantando convertida en una Japan Idol es toda una declaración de intenciones de por dónde se van a mover las cosas en el juego.
Si se le compara directamente, está muy claro que X-2 se presenta como una continuación por debajo de FFX, alejada de los cánones de su antecesor y con una historia mucho más relajada de lo que es habitual en un FF y con mucho menos carga dramática e intensidad. Festivalero, alejado del drama y con algunas escenas/personajes que nos dejaron usando una expresión de internet con la cara de ‘WTF?’ en su momento –la introducción del personaje de Hermano por ejemplo-, la historia de las YuRiPas ganaba mucho cuando se ponía seria, como la fabulosa CGI en la que Yuna cantaba la balada 1000 Words, y daba una conclusión a la historia de Tidus. Pero aunque a nivel artístico y narrativo no guste tanto, a nivel jugable cuenta con una buena carga de profundidad en su sistema de combate. Cambiando los Aeons por vestidos en una decisión que no gustó precisamente, el modo apodado Sistema de Vestisferas equivale al sistema de Profesiones de los FF clásicos. Cada una que encontremos nos brindará una clase como Pistolera -Yuna al inicio del juego-, Guerrera, Cantante o Hechicera Blanca, de la que podremos ir aprendiendo sus habilidades. En medio del combate solamente hará falta un toque a L1 para abrir la interfaz y cambiar de Vestido/Profesión al instante. Tampoco los Turbo/Limit Break están presentes, aunque sí que regresa una versión acelerada del ATB, el sistema de combate de entregas anteriores que no fue usado en FFX, otorgando de un enorme dinamismo y mucha rapidez a los combates -aunque al lanzar un ataque que exija preparación podemos ser golpeados varias veces por el enemigo hasta que lo lancemos.
El recorrido de escenarios en FF X-2 tampoco es igual, ya que ahora disponemos de casi toda Spira abierta desde el inicio -incluso tenemos plataformas, aunque su inclusión es puramente contextual. Buscando un desarrollo más abierto, el juego está dividido en cinco capítulos. Ahora es cosa nuestra decidir si escogemos los Active Links de cada localización para ir siguiendo la historia principal (que conforman menos de la mitad de la duración total del juego), o por contra nos dedicamos a realizar todo tipo de misiones paralelas de objetivos en su mayoría triviales, como vender entradas para un concierto, o participar en minijuegos como el Blitzball, uno de disparos o los chocobos, aparte de descubrir localizaciones secretas como Vía Infinito. Algo que garantiza la rejugabilidad, ya que es imposible obtener el 100% del juego en la primera partida, y que por otra parte se torna necesaria ya que la primera vuelta puede durarnos apenas 20 horas, una duración corta en materia de un JRPG. La remasterización HD no solamente nos trae la pieza de video FF Eternal Calm, que nos permite comprender mejor la transición de una entrega a otra enlazando la historia de Yuna, sino que también implementa junto al juego el contenido de FFX-2 International, que destacó por traer dos nuevas vestisferas, la opción de un sistema de Creación de Criaturas estilo al Monster Arena que nos permitía capturar, entrenar y usar en batalla criaturas y personajes como Tidus, Auron y Seymour de FFX y el deseado en su momento por fans occidentales Last Mission, expansión con nuevas misiones, un coliseo que atravesar estilo Crawler y un final extendido.
Y en cuanto al combate en sí, las vestisferas deben estar siempre equipadas para las criaturas –no en el aspecto físico-, y su tamaño es el que decide nuestro equipo de luchadores. Una criatura S formará parte del grupo de personajes en pantalla, pero si metemos a un monstruo de tamaño mediano, solamente tendremos dos personajes como grupo de combate. Y si la criatura es de las grandes, ella sola afrontará el combate. Los monstruos en sí combaten de forma propia, por lo que enseñarles técnicas y entrenarlos es esencial para que cada vez actúen de forma menos dispersa en los enfrentamientos. En los combates podremos fijar su estrategia mediante L3-R3, aumentando o disminuyendo su ánimo. Si lo aumentamos, será más agresiva y atacará con más fuerza, si lo disminuimos, esquivará mejor y ayudará curando. Si no tiene estrellas en el indicador, saldrá corriendo, algo que usamos cuando queramos sacarla del enfrentamiento.
Por si todo el contenido entre Final Fantasy X y X-2 supiera a poco, además Square nos brinda un extra por sorpresa en forma de audio-novela de una media hora en la que escuchamos una historia mientras vemos piezas de arte y títulos de crédito del estudio. Una historia que deja con más preguntas que respuestas y que para colmo hace plantearse la duda ante el futuro de esta sub-serie dentro de la saga, y que se suma a una oferta de juego que incluye las dos entregas en sus versiones internacionales –en caso de FF X-2 expandida con el sistema de cazar monstruos que no tuvimos hace una década-, más el video de Eternal Calm y el contenido extra Last Mission.
Spira nunca ha lucido mejor que ahora, y aunque el estudio no ha puesto el mismo empeño en los fondos y escenarios que en el reparto de personajes, cada localización presenta ahora un nivel mayor de nitidez haciendo que nos fijemos en detalles que antes pasábamos por alto, siempre teniendo en cuenta su fuente de hace más de una década. En materia de las escenas CGI, estas han aguantado bastante bien el paso del tiempo, y algunas como el partido inicial de blitzball y el ataque de Sinh siguen siendo espectaculares. El framerate se mantiene estable a 30fps e incluso a más, con pequeñas bajadas puntuales en los momentos in-game con mayor número de NPCs y eventos en pantalla. X-2, al ser más reciente en el tiempo que X, luce mejor en la remasterización, sobre todo por su naturaleza más colorista y vibrante. Comenzando por el concierto inicial de Yuna, el modelado de las YuRiPas se beneficia de la HD considerablemente, ya que el estilo artístico del juego es propicio para ello, y aunque tenemos la misma mezcla de modelos de alta y baja resolución más llamativa por verlo todo más claro ahora, lo cierto es que X-2 presenta un framerate con menos bajadas que FFX. Eso sí, los tiempos de carga no se han mejorado demasiado con respecto a lo visto en 2003. Las CGIs de X-2 suponen un espectáculo visual tan bueno como las de su antecesor, más llenas de detalles y todas ellas adaptadas a un ratio panorámico de 16:9.
En cuanto a la música, aquí tenemos material para una discordia entre los seguidores. Partiendo del hecho de la obra maestra que Nobuo Uematsu compuso en su momento junto a Masashi Hamauzo y Junya Nakano que incluía uno de los temas por excelencia de la saga, el piano de To Zanarkand, hay que decir que unas 60 piezas del total de la partitura han sido sustituidas con respecto a la BSO original por parte de Masashi Hamauzu. Algunas para bien, otras para mal, y otras que apenas se notan los cambios. La petición que muchos fans hicieron al enterarse de que se incluyera un selector para escuchar la BSO antigua o la nueva al gusto del comprador no ha sido incluido, y aunque el juego sigue conservando su entidad sonora, cortes como uno de los de Batalla presentan ahora unas guitarras que no pegan. Otros como Besaid Island Theme llevan ahora un violín en mitad de la ejecución para convertirlo en un tema más grande, a mayor escala, ya que parece que esta ha sido la intención al remasterizar una BSO en la que en pleno 2001 Uematsu-san seguía resistiéndose a abandonar el efecto MID: El darle una mayor entidad orquestal.
Como decimos, habrá quién no le de importancia, quién crea que ahora suena mejor, y quien no pueda soportar los cambios a temas como To Zanarkand, que aunque parece seguir al pie de la letra la misma ejecución, si lo comparamos con el original denota una diferencia leve, como si le faltara algo, la contundencia y al mismo tiempo delicadeza de Uematsu al tocar las teclas por ejemplo. La BSO de X-2, con su tono Japan-Pop pero llena de cortes a piano preciosos y muy bellos, sigue tal cual, sin haberse modificado una sola nota, con su Real Emotion sonando igual de bien que siempre, aunque algunos prefiramos la versión japonesa con Koda Kumi. En cuanto al doblaje, lo mismo, siguen las mismas voces de siempre, solo que también siguen las desincronizaciones labiales que observábamos en Final Fantasy X.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.