Plants vs. Zombies: Garden Warfare
- PlataformaPS4PS33607.4XBO7.4PC7.4
- GéneroAcción
- DesarrolladorPopCap Games
- Lanzamiento27/02/2014 (360, XBO)26/06/2014 (PC)21/08/2014 (PS4, PS3)
- TextoEspañol
Plants vs. Zombies: Garden Warfare
Sobre el césped, bajo el sol, una de nuevo fenomenal PopCap Games lleva al terreno del shooter online la celebrada serie Plants vs. Zombies con Garden Warfare, exclusivo de Xbox One, Xbox 360 y -posteriormente- PC que además de lanzarse con precio reducido ha sido una grata sorpresa de multijugador profundo, accesible para todo tipo de públicos y bien acabado, aunque algo limitado en contenidos.
Plants vs. Zombies ha sido una indiscutible revolución en el térreno de los tower defense adaptados a públicos no habituales, una idea clásica de género RTS simplificada y expuesta con un particular sentido del humor y buen hacer para mantener el interés del jugador a través de sus cuadriculados niveles progresivos. Su éxito en smartphones y tabletas es abrumador, también su penetración mercantil como marca e identidad visual, pero sin lugar a dudas el gran mérito del icono iniciado por PopCap Games en 2009 ha sido el de saber adaptarse a los tiempos e inercias de cada momento, jugar con el impulso actual de las apps, con la masificación de los videojuegos en dispositivos portátiles, y todo ello sin dar de lado a una propuesta también eficaz para el jugador tradicional. Todo esto quiere mantener en Xbox One (39,90 euros), Xbox 360 (29,90 euros) y PC Plants vs. Zombies: Garden Warfare, el salto de la licencia al terreno third person shooter online, una vuelta de tuerca a su táctico planteamiento, ahora más frenético y para hasta 24 jugadores enfrentados.
Llamó la atención en ferias por su desenfadada interpretación de los juegos de disparos, con inicial guiño nominal descarado a Call of Duty: Modern Warfare. Sus mismos creadores adaptan el universo de los girasoles, los lanzaguisantes, las nueces y las oleadas de zombis de todo tipo a un nuevo, abierto y amplio jardín donde son tan importantes la puntería y los reflejos como la colocación estratégica de arsenal ofensivo y defensivo, manteniendo el estilo de la serie. Garden Warfare no solo no pierde identidad, sino que además la refuerza con un sensacional diseño 3D para todas las unidades, plantas y zombis, y pone en pie un shooter arcade muy divertido y eficaz, sin nada que no se haya visto antes en este tipo de títulos, pero con un original planteamiento que por desgracia no es tan esmerado en contenidos. Modo Horda cooperativo para desde uno en solitario hasta 4 jugadores y tres variables de juego competitivo para hasta 24 usuarios. Nada más respecto a modos, tampoco el volumen de mapas disponibles es el que cabría esperar. Eso sí, parece ser que hay planes de ampliación; esperemos que no de pago.
En Xbox One, la edición más cara, PopCap añade opción de pantalla partida para dos jugadores en Horda. No es comprensible por qué este formato local -tan importante para poner a dos personas en un mismo televisor- no aparece en 360 y PC, o en modos competitivos. Otra decisión arriesgada es la total ausencia de Campaña singleplayer o modalidad Historia por niveles, Garden Warfare es totalmente directo y arcade, un pasatiempos sin más espíritu que divertir. Y un último punto conflictivo: la absoluta necesidad de conexión a internet y Xbox Live Gold para jugar hasta en solitario. Con estos tropiezos o decisiones que consideramos desacertadas no es fácil hablar de un producto redondo y para todos los públicos y salones, pero desde luego tiene interesantes incentivos que, en caso de poder perdonar lo anterior, engancharán a cualquiera, casual o hardcore, pequeño o mayor, torpe o experto.
Semillas y devoradores de cerebros
Un enorme girasol sonriente como ametralladora y médico con la habilidad especial de convertirse en un láser estático barre-pantallas. Un verdizo zombi jugador de rugbi que lleva una temible machinegun anclable y explosivos de todo tipo en su arsenal infinito bajo la pipa de fumar. Una rama de chile hecha bomba gaseosa con bigote y pantalón de gimnasta. Un Jetti de las nieves con sombrero de copa y flotador capaz de destrozar tres plantas de un manotazo... Todo esto y muchísimo más es lo que pone en pantalla esta desternillante atmósfera de juego. Una locura agradable de descubrir y donde cada semilla, flor, guisante, grano de maíz, nuez o fruto disparado hace un número de puntos de daño concreto, se mueve por el aire con total rapidez y generando calientes tiroteos. Desenfreno, color y fluidez de partida, a 60 frames por segundo. El third person shooter para todos y sin complicaciones, con tres habilidades distintas para cada planta o infectado.
Lo mejor de PvZ: Garden Warfare además de su versatilidad, como introducíamos, es su ritmo de juego en partida, de progresión y de desbloqueo. El jugador se ve en cada encuentro ante un listado de desafíos activos que le reportarán estrellas con las que adquirir nuevas plantas y mejoras o complementos decorativos para éstas. Además, con sus bajas, puntos de zona, asistencias, desafíos completados, reanimaciones de compañeros, etc. el título otorga dinero ficticio en monedas de plata con el que obtener sobres de cartas en la tienda, sobres que contienen desde plantas y armas zombi que ayuden en batalla al colocarlos y así gastarlos hasta gigantescos jefes de cada bando, perks únicas o pegatinas de lo más disparatadas, algunas realmente sorprendentes y claramente referenciales a otros videojuegos, películas, etc.Hay diversos sobres de cartas, con contenido de éstas aleatorio y por precio según la rareza de lo que contiene, precios -en dinero del juego- muy bien ajustado.
El azar como arma
De momento no hay opción de adquisición de estrellas y monedas por otro camino que no sea el propio avance en el juego y subidas de nivel y desafíos completados, pero desde PopCap y Electronic Arts ya han explicado que en el futuro habrá opción de pagar pequeñas cantidades para obtener más dinero y estrellas del juego para hacer una progresión más rápida. Por lo contemplado hasta el momento, parece ser que estos micropagos venideros no van a desnivelar las partidas, pero sí que servirán para que los más impacientes puedan tener todo abierto desde muy pronto sin jugar varias horas a priori. Así accederán a estos contenidos mediante pagos adicionales con dinero real. Confiamos en que se guardará el equilibrio, no que ocurra algo como lo acontecido con el vergonzoso y desmedido -también de EA- Dungeon Keeper.
Como shooter que es, Garden Warfare centra más su gameplay en la puntería y la táctica que en la posesión de más material bloqueado, es decir, que el jugador poco diestro apuntando lo seguirá siendo aunque haya tenido muy buena suerte con sus cartas de los sobres, no hay desajustes en esto. Más de 25 unidades distintas de cada ejército están preparadas para que las descubramos poco a poco y comprendamos cuál se adapta mejor a nuestro formato de juego, si cuerpo a cuerpo o distancia, si ágil o pesada, etc. Y dos modos competitivos más sus dos variables "clásicas" -sin opción de usar material especial-, un Domination adaptado y un Team Deathmatch adaptado. Poca cosa, algo similar a lo que ocurre con los escasos aunque sí muy trabajados mapas.
Todos los mapas están pensados para que todas las unidades, desde el cactus francotirador a la enfurecida y cuerpo a cuerpo planta carnívora, tengan posibilidades. Son entornos grandes, bien planteados y estructurados, repletos de terrazas y caminos alternativos para llegar por varias vías a un mismo punto. El diseño de niveles es francamente fantástico, de lo mejor del producto, con ambientes cambiantes como un barco, un desierto, un barrio residencial, una mina, una mansión encantada o un parque infantil, todo con elementos destruibles y puntos clave, de ésos que suelen ser el epicentro de los conflictos. Por supuesto, modalidades como Jardín y Cementerio (Domination) acentúan la persecución zonal, por áreas que tomar, concentrando el fuego cruzado y generando un transcurso más rápido y eficaz, nada que envidiar a otros shooters actuales de renombre.
Si los entornos ya nos resultarán familiares si venimos de PvZ2: It's About Time, los tipos de soldado zombi o planta no se quedan atrás, solo que se han reinterpretado para adaptarse a esta mecánica. De entre los más de 50 personajes que podremos controlar encontramos iconos conocidos y otros nuevos, dejándose las plantas más clásicas y trampas zombis habituales más bien para las macetas y puntos de anclaje de torreta o explosivo, a llevar a cabo con las monedas plateadas con las que también se compran sobres para obtener estos consumibles. Especialmente útil es este sistema estratégico y de gestión de recursos limitado en el modo cooperativo, donde cada cinco oleadas nos enfrentaremos a un jefe ante el que estar verdaderamente preparados.
También es interesante el respaldo al juego en equipo que hace Garden Warfare, restando un punto de victoria de los 50 necesarios para acabar una partida de Derrota por Equipos siempre que reanimemos a un compañero caído, o con habilidades que funcionan estando a corta distancia de otros jugadores, como el lazo de curación del girasol. Con ideas de este tipo, lo cierto es que este Plants vs. Zombies mira de tú a tú a referentes del género, solo que deja en manos del azar de los sobres de cartas y la simplicidad de ciertos aspectos poco profundizados un planteamiento que una vez dominado siga dando juego. No parece una propuesta excesivamente duradera, sobre todo si tenemos en cuenta sus cinco mapas -con diversas zonas y extensiones según modo, espo sí- y sus escasos tres modos de juego.
Color, definición y curva
Plants vs. Zombies: Garden Warfare es vistoso pero sin desmarques, especialmente por la robustez con que se mueve un entorno grande, con 24 jugadores cruzándose disparos y explosiones de todo tipo en mapas con mucho destruible y un agradable acabado. La luz y el color, las formas redondeadas, los efectos, la limpia y sencilla interfaz... todo va en favor de su característica presentación visual, con un claro punto culmen en diseños de plantas y partes de cada mapa. Es impresionante cómo PopCap ha conseguido una fidelidad e identidad tan férrea al hacer tridimensionales dibujos que hasta hoy eran 2D. La música, los efectos de sonido, etc. mantienen las señas de la marca, con melodías que sonarán a los que vengan de anteriores y buena gama de efectos que no fallan en su ejecución polfónica. No hay voces, salvo el inconfundible "The zombies are coming..." de inicio de cada oleada.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.