The Last of Us: Left Behind

The Last of Us es considerado por muchos el mejor juego de la generación que está llegando a su final. La obra, sencillamente brillante (Análisis), ha vendido más de 180.000 copias en nuestro país y Portugal y ha ayudado de forma crucial a hacer del último período de vida de PlayStation 3 una etapa admirable y completamente interesante. No se sabe a ciencia cierta si habrá secuela para el juego en PS4 a cargo de sus propios y alabados desarrolladores, no lo descartan, tampoco si volveremos a encontrarnos alguna vez más con Joel y Ellie en el futuro, dos iconos instantáneos en el mundo del videojuego cargados de carisma y una compleja personalidad rara vez vista en este entretenimiento. Había una necesidad latente de un fragmento más de la historia de estos personajes, deseos de un poco más de este acertado gameplay, y aquí llega Left Behind para calmar esa apetencia.

En The Last of Us hay varios flashforwards y píldoras argumentales sin detallar del todo que daban margen a un añadido posterior. ¿Cómo llegó Ellie a la base militar? ¿Por qué se unió a los Luciérnagas? ¿Cómo había vivido hasta que se cruza con Joel y por qué es inocente y desconocedora del mundo real en que le ha tocado sobrevivir? Para poner respuesta a todos estos interrogantes y profundizar más en el intersantísimo personaje hoy llega a la PlayStation Store este primer y único contenido descargable de la historia del juego que por 14,99 euros va a dar un nuevo repaso a la jugabilidad y claves del título, presentando de paso a una determinante amiga de Ellie en su infancia, Riley. Otra coprotagonista redonda desbordada por la apocalíptica situación de infección en que vive pero con muchas ganas de seguir adelante como solo este equipo de creativos y guionistas de Naughty Dog ha sabido dibujar.

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Los DLC son un fenómeno bastante impopular hoy debido a sus precios habitualmente desajustados en relación al contenido que añaden y a su usual extracción del título original para venderlos por separado a posteriori o incluso simultáneamente al lanzamiento, una forma disimulada de elevar el precio de los juegos completos. Left Behind cuesta casi 15 euros tiene una duración de menos de dos horas y media, hasta cuatro si vamos muy, muy despacio, explorando todo y en busca de los 30 coleccionables que añade y amplían el marco de la historia, ciertos relatos sobre sus personajes secundarios, anécdotas del pasado, grabaciones, cartas de víctimas, etc.  No es una duración óptima y la que cabría esperar detrás de este precio, el jugador puede comprobar su avance en el porcentaje de historia recorrida al cargar partida, como en el TLOU original.

Sin lugar a dudas, éste de la duración es su principal hándicap en un contenido absolutamente a la altura del juego que parte, una historia no solo al nivel de la trama central original, sino contada incluso con mejor tino ya que se aprecia que han querido dar donde más nos agrada a los millones de fans de la marca que somos ya, en las referencias, detalles, conversaciones, huevos de pascua…  Left Behind mantiene la coherencia argumental e imbatible factura técnica, en determinados puntos hasta las lleva más allá que el pasado junio. Pero a cambio hay que pasar por una algo elevada caja cobradora, a no ser que se posea el Seasson Pass que incluye éste y otros dos DLC de añadidos para el multijugador por 19,99 euros, una buena opción para los que disfruten de su notable y diferente propuesta competitiva online.

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Liberty Gardens

Contado en paralelo en dos partes que se intercalan a través de sus capítulos, este pasaje está pensado para quienes ya han acabado la -sí bien larga- aventura inicial, o al menos quienes la llevan avanzada a más del 80%, pues una de las dos líneas narrativas cuenta la complicada búsqueda de Ellie de un medicamento para poder salvar a Joel tras caer malherido en el centro comercial de Boston, Liberty Gardens, algo que The Last of Us se saltaba con un fundido a negro y avance instantáneo de la niña volviendo con un botiquín. Eso sí, siendo puntillosos, hay algunos cabos de guión no del todo bien atados, como que Ellie no coja las armas de Joel convaleciente para ir en busca del maletín que lo salve. Por otro lado, el jugador podrá conocer mucho mejor a la niña y su a veces imprevisible personalidad, viviendo junto a su amiga Riley un emocionante e importante día del pasado, antes de conocer a Joel e incluso de ser la protegida de los Luciérnagas.

Partiendo de esta base dual, las sorpresas, giros, momentos de tensión y conversaciones inesperadas o hasta con un muy particular e inteligente estilo de humor están aseguradas, con una Ellie inocente y casi desarmada en un extremo y la superviviente diestra con las armas en busca de medicinas para su amigo en otro. El esquema de capítulos, los diseños de los escenarios, las interacciones opcionales o los documentos esparcidos que recoger adicionalmente ayudan a dar forma a un planteamiento sobrecogedor, muy pocas veces conseguido en videojuegos. Como el mejor thriller y casi por encima de lo que lograba The Last of Us, la trama de este DLC atrapa y engancha, consigue que queramos saber y ver más en todo momento, salpicando también semejante ejercicio dramático con la férrea jugabilidad característica a través de paisajes extremos tomados por la vegetación, las ruinas, la nieve y, como siemore, el abandono.

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Que el jugador pueda saber en todo momento cuánto lleva avanzado con el porcentaje de partida al cargarla quizá no fue una buena idea para The Last of Us y la previsión de su trama de 14 horas como mínimo, pero menos lo es aún en un transcurso de apenas dos horas donde dicho porcentaje sube considerablemente en cada checkpoint. Esta duración escueta obliga a Naughty Dog también a recortar ciertos elementos acertados del título original, como la progresión del personaje y su equipo, con pastillas para sus atributos y mejoras de armas con herramientas y tuercas de todo tipo. Esto no está. O la cantidad de armas de fuego y artilugios a fabricar, aquí reducidas las primeras a pistola, arco y escopeta. Más simplificado, más compacto, pero la misma sensación jugable y regreso de sus mejores bazas, como la doble opción constante sigilo-acción, el dejar que se peleen y maten entre sí supervivientes hostiles e infectados o los momentos culmen de tiroteos y cobertura perfectamente bien llevados y consiguiéndose total tensión y hasta algún sobresalto y segmento de survival horror puro.

Ellie, único personaje controlable en Left Behind, se mueve tan bien como Joel y tiene a su cargo un gameplay similar, eso sí, con muchísimas más sorpresas y cambios situacionales de las que se aplicaban en The Last of Us, lo que lo hace en general más variado y –como decíamos antes- claramente enfocado para el buen conocedor de sus directrices. No obstante, si hace mucho que no jugamos al original, podemos activar ayudas y tutoriales. La dificultad, dividida en los cuatro niveles convencionales (Fácil, Medio, Difícil y Superviviente), es de nuevo perfecta, nos agarrarán chasqueadores, alcanzarán corredores, trampas, armas y otros infortunios que obligan a reiniciar desde el último punto de control. Desde MeriStation recomendamos jugarlo en Difícil o Superviviente para que dure más y la sensación de inmersión, tensión y precaución en momentos de peligro sea total.

El propio avance a través de Liberty Gardens, sus tiendas, sus almacenes oscuros, los pasillos del servicio, cuartos de contadores, garajes, galerías, etc. ya crea un montón de retos tras cada esquina. Regresan los puzles sencillos de mover contenedores o activar un generador eléctrico encontrando primero gasóleo para arrancarlo. También salas con llaves o combinaciones secretas detalladas en documentos que buscar para abrir puertas. Todo ello con la agobiante presión de los infectados habituales jugando en nuestra contra. La linterna pasa a ser una herramienta esencial. Con todo esto, los momentos con Riley nos llevan casi a otro juego nuevo, una interesante aventura de amigas traviesas y curiosas que está salpicada de diálogos únicos, interacciones de entorno opcionales que invitan a probar y tocar todo, y algunos momentos emotivos preciosos o no tan alegres que se grabarán a fuego.

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PlayStation 3 fue llevada al límite gráfico con The Last of Us, Left Behind le deja ir un pequeño paso más allá con algunos juegos de luces y sombras magníficos, mayor nitidez de dibujo para los primeros planos, rostros muy expresivos y menores tiempos de carga en cinemáticas o de guardado. No había mucho donde mejorar en el aspecto visual de la gran superproducción de Naughty Dog, pero en cambio sí se podían arreglar algunos desajustes de sonido, como voces que se bajaban demasiado si no estábamos al lado del personaje locutor y nos dificultaban seguir los diálogos al separarnos o intervenciones que parecían un poco sobreactuadas en castellano. Lo primero sigue vigente, siendo recomendable activar los subtítulos para no perdernos ni una frase. Sin embargo, se aprecia que los actores de doblaje esta vez sí han podido tener delante las secuencias a las que ponen voces, pues no hay ningún tono sobreactuado o intervención fuera de lugar. La música de Gustavo Santaolalla recupera temas y revisa algunos, dando exactamente la misma identidad sonora al contenido y creando esa atmósfera vacía, nostálgica y oxidada.