Flappy Bird, la sensación móvil que gana 36.000 euros al día

Los valores que miden el éxito de un videojuego están cambiando con la introducción de los móviles y las tabletas. Los millones de usuarios de estos dispositivos no quieren ni ‘Call of Duty’ ni ‘Final Fantasy’, sagas tradicionales que han intentado labrarse un futuro en estos dispositivos sin conseguir el mismo éxito que en consolas, sino experiencias más ligeras, accesibles y, a poder ser, gratuitas.

Pero para que un videojuego tenga éxito en un smartphone o una tablet no tiene que ser fácil. 'Flappy Bird', la última moda en este sector, demuestra que los retos frenéticos son aquellos que más pican a los jugadores. La propuesta del diseñador de Vietnam Nguyễn Hà Đông, un indie del videojuego que ha ganado una enorme fama con este proyecto, encaja a la perfección en este molde.

'Flappy Bird' es un videojuego de mecánicas simples que pone al jugador en las plumas de un pájaro que debe esquivar tuberías a la vez que se mantiene en el aire y esquiva tuberías made in 'Super Mario', cien por cien gratuito en Google Play y iTunes, y extremadamente exigente. Conseguir una puntuación alta superando una veintena de tuberías no está al alcance de todos.

El game over llega cuando el personaje se choca contra una de las tuberías y termina despeñado contra el suelo. Ni siquiera los jugones más expertos tienen mayor facilidad para colocarse en las primeras posiciones de los rankings de puntuación online. El factor pique integrado con las redes sociales ha contribuido a expandir esta fiebre que ha colocado el juego entre los más descargados.

La dificultad endiablada es uno de los elementos claves para que un videojuego consiga triunfar en móviles y tabletas. No necesita gráficos demolerores, ni siquiera variedad de personas; basta con sacar de sus casillas al jugador. 'Flappy Bird' lo consigue siguiendo los pasos de otros juegos de éxito en estos dispositivos como 'Temple Run 2', que logró 50 millones de descargas en 13 días.

Para muchos, 'Flappy Birds' ya es el digno sucesor de 'Angry Birds', la conocida saga de Rovio que ha superado más de 1.000 millones de descargas y se ha expandido como la pólvora transformándose en peluches, serie de televisión y hasta bebidas refrescantes. De hecho, el videojuego vietnamita ya tiene su propio logro numérico: unas ganancias de 36.000 euros diarios por publicidad.

Su diseñador no ha necesitado el apoyo de ninguna de las grandes compañías mundiales del videojuego. Ni SONY, ni Nintendo ni Microsoft se han fijado en este hit de las descargas todavía, pero lo terminarán haciendo. Los cambios en los hábitos de los jugadores, cada vez más adictos a esta experiencias simples pero exigentes, obligan a alterar el modelo de negocio tradicional para no perecer.

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