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Tu exclusiva no me duele, me encanta

Los videojuegos exclusivos de una y otras consolas crean polémica, generan debates en las comunidades y dejan a unos sin lanzamientos que sí disfrutan otros. ¿Son beneficiosos para la industria o generan problemas?

¿Eres un sonyer y te molesta Gears of War o el movimiento de EA y Microsoft con Titanfall? ¿Odias PlayStation pero te encantaría jugar a Uncharted y Killzone? ¿Estarías dispuesto a cambiar a Mario y Zelda por el Jefe Maestro y Kratos alguna vez? Las exclusivas en consola han sido desde los tiempos de NES - Master System un verdadero levantapasiones de los fans de unas y otras plataformas. La primera PlayStation estaba repleta de juegazos pero Super Mario 64, Ocarina of Time o 007: Golden Eye creaban verdaderos recelos. Mucho antes, Mega Drive y Super Nintendo discutían por ver si Sonic The Hedhehog o Super Mario World eran la verdadera revolución en los saltos. Las exclusivas son esos juegos que solo llegan a una máquina por ser la obra de un estudio interno de la multinacional pertinente (Naughty Dog, Rare, 343 Industries, Retro Studios…) o por ser una producción de una desarrolladora third party lo suficientemente bien pagada como para acordar la exclusividad de lanzamiento, como Bayonetta 2 en Wii U, Deep Down en PlayStation 4 o Titanfall en Xbox One. Son el motor de ventas principal de una u otra consola y uno de los temas más interesantes y calientes a seguir en foros y comunidades, ya que realmente forman acaloradas discusiones y hacen desear una determinada plataforma a quienes tienen la competidora. Y esto, que puede percibirse como una molestia constante del mundo del videojuego, no debe verse así. Las exclusivas y la pluralidad de marcas de consolas no solo son admisibles, sino que son idóneas para procurar un mercado limpio y donde la competencia feroz acabe traduciéndose en mejor oferta para el usuario.

Está claro que no es fácil tener desde ya las tres consolas que nos acompañarán los próximos años. Casi todos vamos a tener que decantarnos por una para más adelante ir haciéndonos con otra y, con suerte, la tercera. Pero no por ello debemos lamentar las grandes exclusivas de la que no tengamos, al contrario. Su existencia, calidad y éxito son aspectos facilitadores de que nuestra marca se ponga las pilas e intente igualar y hasta superar a su competidora. Si Titanfall sale bien que no duden los sonyers de que pronto tendrán algo similar en PS4, o incluso de que Sony pelee con uñas y dientes tenerlo también en su catálogo aunque sea un poco después, como pasó con el primer y también muy prometedor, exclusivo y brillante Bioshock de 360 y PC, posterior en PS3. Super Mario 3D World ha redefinido el formato para hacer potentes juegos de plataformas, accesibles y tremendamente variados. Pues bien, esto dice mucho en el género y todo lo que llegue de este tipo en esta todavía llamada nextgen mirará de cerca cómo los de Nintendo EAD han sabido seguir destacando en una mecánica que está hoy abarrotada. Es necesario que haya juegos exclusivos que despunten y realmente den pasos adelante y pasen a ser obras maestras instantáneas para que ninguna de las tres compañías consoleras se relajen.

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"Es necesario que PlayStation Vita levante la cabeza con las ventas para que la acomodada Nintendo 3DS siga regalándonos grandes títulos".

Es súper positivo para todos que a Wii U le vaya muy bien, ya lo decía Sony hace unas horas al declarar que desea su éxito. Eso asegura que la evolución del sector seguirá a buen ritmo y habrá una constante competencia sana que no permita los monopolios ni tumbadas al sol de las compañías. La peor de las aberraciones en productos relacionados con el ocio es ésta, el monopolio o la relajación. Por ejemplo, que PlayStation 4 se coma a Xbox One y Wii U en ventas puede entusiasmar a muchos fans. Cegados, pues mirado con madurez  esto dejaría margen a Sony para elevar ligeramente el precio de los juegos y accesorios, colocar componentes menos costosos en cada carcasa de la máquina, prostituir sagas sin lanzar títulos nuevos de calidad ni investigar en nuevas IP, subir las cuotas del PlayStation Plus, dar peor servicio de juego online, etc. Sony, como empresa, busca el beneficio y una situación de dominio muy fuerte le permitiría llevar a cabo alguno de estos fastidios para el usuario, que ninguno, por muy sonyer que se sea, queremos. E igual las demás, claro. Es necesario que PSVita levante la cabeza con las ventas para que la acomodada 3DS siga regalándonos grandes títulos. Que se peleen por tener los mejores catálogos y no haya una victoria tan drástica como la que posee hoy la portátil de Nintendo. Esto llevará a la relajación, ya lo estamos viendo a principios de un 2014 donde no hay tanto renombre en el horizonte de 3DS como sí había en los eneros de años anteriores.

Como clientes, nos debe gustar todo lo que sean ajustes de precios, exclusivas fuertes que hagan temblar a nuestra marca, servicios verdaderamente competitivos con el resto, e innovaciones técnicas y conceptuales como puede ser el uso de Kinect en One o el juego remoto con el Wii U GamePad y Vita en PS4. Sé que puede escocer, pero es bueno que haya poderosas obras en la consola que no tienes, es bueno que tu máquina se esfuerce por ser la más barata, la del catálogo más variado, la más derrochadora a la hora de pactar exclusividades y la más duradera sin luces rojas ni amarillas de por medio. Disfrutemos de la era que nos ha tocado vivir con los foros echando chispas por unos y otros “Only on”. Lo más divertido de la generación que empieza está por llegar y debemos procurar la convivencia de las tres grandes para asegurarnos nuestra mayor satisfacción como jugadores y consumidores. Disfrutemos de la batalla si somos de la gran mayoría que no podremos hacernos con las tres rápidamente y tenemos que decantarnos por un solo bando. La lucha por la supervivencia en una arena –mercado- difícil favorece el espectáculo que recibe el público.