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Ridge Racer Slipstream

Ridge Racer Slipstream

  • PlataformaIPD7.3AND7.3IPH7.3
  • GéneroConducción
  • DesarrolladorBandai Namco Entertainment
  • Lanzamiento19/12/2013 (IPD, IPH)21/02/2014 (AND)
  • TextoEspañol

Ridge Racer Slipstream

Una de las sagas de conducción arcade con más tradición en el mundo de los videojuegos regresa a la actualidad con Ridge Racer Slipstream, una nueva entrega para dispositivos iOS y Android a cargo de Namco Bandai Games. Velocidad extrema y derrapes vertiginosos en nuestro análisis.

Poco a poco, las grandes sagas de los videojuegos van dando el salto a plataformas táctiles, ya sea con ports más o menos afortunados o con entregas independientes que tratan de llamar la atención de sus seguidores con un nombre conocido como principal reclamo; muchos son los títulos que disfrutan de una versión para smartphones y tablets a la altura, pero no podemos obviar una gran retahíla de aplicaciones que llegan a la AppStore y Google Play con cuantiosas carencias a nivel de calidad general y que viven de un nombre popular para “engañar” al consumidor. Así, tras un decepcionante debut de tan popular franquicia de conducción en iOS unos años atrás con Ridge Racer Accelerated, llega un segundo intento por parte de Namco Bandai Games con Ridge Racer Slipstream, un título gráficamente vistoso que trata de llevar la experiencia de los últimos títulos de consola a nuestros dispositivos iOS y Android; todos los detalles en nuestro frenético análisis.

20 años después
Y es que este mismo año Ridge Racer cumple 20 años desde la aparición de su primera entrega, pasando por todo tipo de plataformas a lo largo de estas dos décadas: arcade, consolas, PC, portátiles, móviles y tabletas, hasta llegar a su última entrega, Slipstream. Una serie de títulos con algunos altibajos en cuanto a calidad pero que arrastran a miles y miles de fans sedientos de velocidad a los mandos de los vehículos ficticios más rápidos del planeta. Y al fin llega a iOS una nueva versión táctil ‒a Android lo hará próximamente‒ con la misión de llevar la experiencia de sobremesa a nuestros smartphones y tablets; a primera vista, sus números no sorprenden pero sí cumplen con lo que se espera de un Ridge Racer portátil: 12 vehículos diferentes, a cada cual más espectacular y prestacional, 300 posibilidades de personalización, 10 escenarios diferentes con hasta 20 circuitos a lo largo de 108 eventos repartidos en 6 Grand Prix.

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El desarrollo de las partidas sigue fiel al espíritu Ridge Racer; en este sentido, los fans de la saga tendrán entre manos un título legítimo, que apuesta por la velocidad, la emoción y la espectacularidad, elementos que todo Ridge Racer debe ofrecer desde la primera carrera. Así, podemos optar entre diferentes configuraciones táctiles para pasar directamente a la acción. Desde la combinación de acelerómetro e iconos virtuales a la aceleración manual o automática; rápidamente nos haremos con los controles y pasaremos a disputar las primeras posiciones recurriendo al rebufo y a los derrapes más arriesgados, señas de identidad de la serie que siguen presentes en Slipstream, no sin olvidar los temas cañeros tan característicos y la siempre agradable presencia de Reiko Nagase.

El objetivo de todo Ridge Racer es tan simple como directo: elegir nuestro coche favorito y llegar a la línea de meta lo más rápido posible, adelantando a todos los rivales ‒o marcando el mejor tiempo‒ y realizando las maniobras más arriesgadas. Y es que nuestras habilidades al volante ‒o mejor dicho, pantalla táctil‒ son vitales para hacernos con la primera posición, puesto que deberemos recorrer los trazados más sinuosos a toda velocidad y esquivando a los demás coches, todo bajo la clásica jugabilidad que todo racer arcade ofrece a los jugadores, alejándose de cualquier atisbo de realidad; además, el uso del turbo será tan importante como nuestra pericia a los mandos, puesto que cualquier empujón, por mínimo que sea, nos acercará un poco más a la preciada primera posición.

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Tal y como su nombre indica, el slipstream o rebufo se convertirá en otro elemento protagonista de nuestras carreras; a la mínima ocasión, tendremos que colocarnos detrás de un rival para así ganar algo más de velocidad y poder realizar todo tipo de adelantamientos. Incluso podremos mejorar nuestros coches con diferentes perks, especialmente en lo referente a la maniobrabilidad, la aceleración o las habilidades de rebufo, entre otros. Las sensaciones a los mandos de este nuevo racer para iOS son bastante positivas, siendo bastante cercanas a los excelentes resultados del magnífico Asphalt 8: Airborne, uno de los mejores juegos de carreras arcade en formato táctil. Así, deberemos ser cautos al llegar a las secciones de curvas para dejar de acelerar por un instante y colocar el coche en posición de derrape hasta la salida de la misma.

Una vez logremos dominar dicha mecánica de juego, realizaremos unos drifts tan efectivos como vistosos. El uso del turbo también requiere de cierta responsabilidad, puesto que disponemos de hasta tres tanques de nitro que podremos usar uno a uno o de manera simultánea, siempre dependiendo de las veces que toquemos la pantalla para activarlo. En lo referente a número de circuitos y variedad, encontraremos hasta un total de diez al más puro estilo Ridge Racer, todos ellos con versión espejo; el resultado es satisfactorio, puesto que ofrece todo tipo de trazados ambientados en lugares tan dispares como Lost Ruins, Industrial Drive, Old Central o Harbor Line, entre otros. Además, el comportamiento de los vehículos disponibles es bastante variado, lo que nos permitirá disfrutar de los trazados de maneras muy variadas.

Insert coin
Tenemos tres clases de coches disponibles ‒amateur, rookie y pro‒, cada una con cuatro modelos para elegir, aunque el modelo especial de cada clase sólo podrá adquirirse mediante micro-pagos. Y llegamos a uno de los aspectos más controvertidos del juego; Slipstream ofrece una buena colección de paquetes de monedas que podremos adquirir mediante micro-transacciones, con la posibilidad de gastar de 0,89 euros para el de $RR10 hasta 8,99 euros para el paquete de $RR120 o $CR120000. El juego ofrece dos tipos de créditos in-game: los $CR que lograremos ganando carreras y los $RR, la moneda premium de pago. Nunca son obligatorios para el desarrollo de nuestra partida ‒sí para adquirir ciertos elementos‒ aunque serán interesantes si queremos acelerar mínimamente una progresión algo perezosa.

A nivel gráfico es bastante aparente, manteniendo el estilo y la espectacularidad de las versiones de sobremesa y elevando el listón en dispositivos táctiles con las últimas versiones de hardware; la sensación de velocidad es altísima y recurre a una colección de efectos de los más vistosos, como destellos, desenfoques y otros típicos del género. Además, tanto los modelados de los coches como los paisajes de los circuitos están a un buen nivel. Eso sí, el título no está exento de bajadas puntuales de framerate y algunos cierres inesperados de la aplicación, contratiempos que pueden verse solucionados mediante actualización. A nivel sonoro mantiene la personalidad de la saga gracias a melodías marchosas y efectos que no pasan de correctos.

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Tenemos a nuestra disposición el modo Carrera que nos llevará a participar en una serie de Grand Prix para convertirnos en el piloto número uno; y si queremos participar en una carrera rápida, podemos recurrir al modo Arcade, con carreras normales y de eliminación, eso sí, siempre contra la inteligencia artificial del juego, puesto que el modo multijugador se reduce a batir los tiempos de nuestros amigos en las tablas de clasificación online. Un aspecto que nos gustaría ver mejorado, puesto que otros títulos similares sí ofrecen carreras online en tiempo real, lo que aporta un plus de diversión y longevidad. Sea como fuere, Ridge Racer Slipstream ofrece todo lo que se espera de un Ridge Racer portátil, con un acabado más que correcto y una serie de decisiones algo controvertidas, sobre todo en lo referente a los micro-pagos y algún que otro fallo técnico.

7.3

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.