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Angry Birds Go!

Angry Birds Go!

  • PlataformaIPH6.3AND6.3IPD6.3
  • GéneroConducción
  • DesarrolladorRovio
  • Lanzamiento12/12/2013
  • TextoEspañol

Angry Birds Go!

Los pajaritos cabreados de Rovio se pasan a los karts en Angry Birds Go!, un nuevo arcade de velocidad al más puro estilo Mario Kart que llega a dispositivos iOS y Android en formato free-to-play. Velocidad, humor y micro-pagos en nuestro análisis; ¡bienvenidos a la isla de Cerdiña!

Muy bien lo hizo Nintendo en su día con la franquicia Mario Kart; a lo largo de los años, muchos han sido los títulos que han tratado de imitar una fórmula que parece tener el éxito asegurado, aunque muy pocos han logrado ni siquiera acercarse a los excelentes resultados de Mario, Bowser, Donkey y compañía. Rovio, con su empeño de diversificar su famosa marca Angry Birds, lleva a dispositivos iOS y Android una nueva entrega de tan popular franquicia, ahora como título de conducción arcade y locas carreras de karts. ¿Original? Ciertamente, no mucho, aunque sí logra su propósito, el de divertir al jugador... Durante unos pocos minutos. Y es que tanto su acabado general como su modelo de negocio free-to-play no convence, resultando demasiado simple y farragoso, respectivamente. Conozcamos más de cerca Angry Birds Go! en nuestro análisis.

Lo primero que llama la atención de lo nuevo de Rovio es su marcada condición free-to-play, lo que condiciona toda la experiencia ya desde el tutorial, donde se nos introducirá tanto en las mecánicas de juego como en el uso de los diferentes elementos que usaremos en nuestra frenética aventura. Y es que si decidimos no gastar un céntimo en micro-pagos, tendremos que lidiar con varios aspectos poco amables con el jugador; entonces será cuando decidamos invertir un mínimo de dinero real o aceptar las condiciones freemium. El principal elemento de pago de Angry Birds Go! son los cristales, que actuarán como moneda premium en el juego y servirán para recuperar a nuestros alados pilotos o disfrutar de ciertas ventajas en carrera, entre otras cosas.

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Go, go, go!
Así, tras participar en una serie de carreras, nuestro piloto necesitará recuperar una barra de energía que se irá vaciando poco a poco. Cuando eso ocurra, o bien pasamos a otro piloto previamente desbloqueado o esperamos un tiempo a que se termine de rellenar; un típico elemento free-to-play que hace acto de presencia en Angry Birds Go! Y es algo que en este caso no funciona como debería, puesto que el desarrollo de las carreras no acompaña demasiado. Una y otra vez participaremos en el mismo tipo de pruebas, cumpliendo con los mismos objetivos y participando en retos poco atractivos mientras tratamos de recoger la mayor cantidad de monedas posible, que servirán para mejorar nuestro kart y adquirir otros nuevos.

Un desarrollo típico dentro del género pero que en este caso ni está bien equilibrado ni nos invita a seguir jugando una y otra vez. Tanto es así que la sensación de estar haciendo lo mismo carrera tras carrera nos invadirá desde el principio; los escenarios son poco variados y su número escaso, incluso los power-ups son tan limitados como poco vistosos. Puede que durante los primeros minutos sea un título sorprendente y curioso ‒se trata del primer Angry Birds tridimensional‒ pero al poco tiempo veremos todo lo que tiene por ofrecer, que no es mucho. Quizás los más pequeños de la casa ‒atraídos por el propio fenómeno Angry Birds‒ encuentren motivos para jugar de vez en cuando, pero el resto de jugadores seguramente terminarán por volver a los títulos tradicionales de la franquicia.

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A nivel de jugabilidad resulta igualmente limitado; el interfaz es muy sencillo aunque podemos optar por dos configuraciones: una mediante acelerómetro ‒algo menos precisa y caótica‒ y otra vía iconos de dirección situados a ambos lados de la pantalla. El conjunto se completa con el icono de acción que activará la habilidad especial de cada piloto y, ya en la parte superior, el icono de pausa, la barra de avance de carrera y nuestra puntuación. Todo lo que haremos en las carreras será avanzar, girar y recurrir a nuestro power-up ‒uno gratis, el resto mediante cristales premium‒ mientras cumplimos con diferentes retos según el tipo de carrera. Objetivos como derribar construcciones, hacer estallar todo tipo de fruta, ganar a un adversario en desafíos versus o llegar a la meta antes que se queme la mecha en un frenético modo contrarreloj.

Y así una vez y otra y otra... Hasta que nuestro piloto se canse y necesite descansar; ciertamente, no es el desarrollo más adecuado para un título que pretende enganchar al jugador y divertir. Donde sí resulta interesante es en su presentación audiovisual, llevando el universo Angry Birds al plano tridimensional con bastante acierto, a pesar de mantener su tan característica personalidad cartoon intacta. Así, los pajaritos de Rovio se pasan a las carreras de karts en la llamada isla de Cerdiña, un paraje colorido y lleno de sorpresas en el que los personajes de la saga competirán por ser los más rápidos; los fans de Angry Birds contarán con los personajes más populares de la saga como Red, Chuck, Estela, Terence e incluso el Rey Cerdito o Bigotes, cada uno de ellos recreados en 3D y con sus propios karts.

Además, cada personaje cuenta con su propia habilidad especial, como el turbo de Red o las burbujas de Estela, elementos que influirán en el resultado de la carrera, aunque su uso no llega a ser decisivo como en otros títulos similares. La puesta en escena es curiosa y llamativa, aunque delata su sencillez con entornos algo planos y vacíos y algún que otro aspecto poco cuidado que se descubren en exceso en pantallas más grandes, especialmente en tabletas. A pesar de contar con bastantes elementos sacados de la franquicia en la que se basa ‒el tirachinas de la salida resulta especialmente gracioso‒ su presentación audiovisual queda algo por debajo de lo esperado. El apartado sonoro tampoco destaca especialmente, con melodías y efectos que pretenden ser cachondos y amenos pero que terminan por resultar pesados.

Podemos gastar entre 1,79 y 44,99 euros en todo tipo de paquetes de cristales que servirán para adquirir monedas para comprar karts o mejorar los que ya tengamos, aunque dedicando el suficiente tiempo podremos lograr dichas mejoras de una forma bastante natural, eso sí, sólo apto para los más pacientes. Cada kart tiene sus pros y sus contras y siempre podremos mejorarlos en cuatro aspectos básicos: velocidad punta, aceleración, manejo y resistencia. Por el momento hay disponibles cuatro paquetes de circuitos y carreras, siendo Seedway el primero de ellos; por contra, no podemos disfrutar de un modo multijugador al uso, dejando el pique entre amigos en una simple competición por conseguir las mejores puntuaciones vía Facebook. Demasiados elementos poco amables con el jugador en un título que podría haber dado mucho más de sí; y es que pagar por multiplicadores de monedas o modos de juego extra no resulta muy tentador a pesar de ser un juego gratuito.

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6.3

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.